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El ex 'numero 2' de Interior revela el desmarque del ministro del 1-O: “Zoido conocía menos que yo lo que pasaba en Catalunya”

Juan Ignacio Zoido, ex ministro de Interior, y José Antonio Nieto, ex secretario de Estado de Interior.

Daniel Cela

El ex secretario de Estado de Seguridad y actual portavoz del PP en el Parlamento andaluz, José Antonio Nieto, ha revelado una de las claves de la gestión que hizo el Ministerio de Interior para frenar el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 en Catalunya. Su jefe entonces, el ex ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, delegó en su número dos la gestión directa del procés catalán y “todo lo que tenía que ver con cumplir con el mandato judicial para evitar la consulta” sobre la autodeterminación de Catalunya. “La mayor crisis de Estado que ha vivido España en democracia” o el “intento de golpe de Estado por parte de las autoridades catalanes” -como lo calificó en su día el ex presidente Mariano Rajoy- estuvo en manos del número 2 de Interior, y no del ministro, que se reservó “todo lo demás que había que hacer en el Ministerio”.

“Yo prácticamente desde el mes de septiembre de 2017 hasta enero de 2018 estuve al 100% dedicado a los temas de Catalunya. Durante ese tiempo estuve menos al corriente de las otras cosas que llevaba el Ministerio, que las asumió el ministro, y él evidentemente conocía menos que yo lo que estaba ocurriendo en el día a día, y en el minuto a minuto de Catalunya”, ha revelado Nieto durante una entrevista en 7TV Andalucía. Este reparto de responsabilidades explica, en parte, el amplio conocimiento de la situación que demostró Nieto durante su declaración como testigo en el juicio del procés, frente a las respuestas vagas que ofreció Zoido.

Las respuestas del ex secretario de Estado de Seguridad fueron un espaldarazo para la Fiscalía, que ejerce de acusación por delito de rebelión contra los líderes independentistas catalanes. Nieto ofreció una ristra de datos y ejemplos para clarificar que los Mossos d'Esquadra, saltándose el mandato judicial, actuaron a las órdenes de los dirigentes catalanistas para lograr que el referéndum ilegal se celebrara con éxito. El ex secretario de Estado defendió profusamente, con todo tipo de detalles, la actuación de la Policía aquel 1 de octubre. “Fui yo” quien dio las órdenes a los agentes aquel día, llegó a responder al fiscal, “y lo que hicieron [los agentes] fue un uso legítimo de la fuerza, algo que en todos los países del mundo está autorizado en unas circunstancias como las del 1 de octubre”.

Su papel en el juicio del procés contrastó con el que días antes había ejercido el ex ministro. Zoido declaró como testigo ante el Ministerio Público, incapaz de explicar qué ocurrió y cómo gestionó su departamento el órdago secesionista. El ex ministro aseguró que no sabía nada y que la responsabilidad de la actuación para frenar la consulta recayó en “los operativos” y en sus subordinados. A más de una pregunta respondió con vaguedades o no respondió: “No lo sé; Lo desconozco; Supongo; Lo imagino”. El juez en excedencia dio muestras de haberse preparado poco un interrogatorio que se preveía difícil, sobre todo por parte de las defensas de los líderes independentistas que se sientan en el banquillo, y que se enfrentan hasta 16 años de cárcel.

“El ministro Zoido hizo más cosas que fueron especialmente importantes”, explica Nieto en la entrevista, “cuando llegó el momento decisivo del procés y se acercaba el 1 de octubre, me encargó a mí y a un equipo de personas que trabajaba conmigo en la Secretaría de Estado de Seguridad que hiciéramos la gestión con todo lo que tenía que ver con cumplir con el mandato judicial de evitar el referéndum del 1 de octubre. Nos dio plena confianza en la gestión que había que hacer en Catalunya, y él se encargó de todo lo demás que había que hacer en el Ministerio, que puedo asegurar que es muchísimo, porque de él depende Instituciones Penitenciarias, Protección Civil, la Policía…”.

La explicación sobre este intercambio de papeles sorprendió a los entrevistadores, que le repreguntaron si “no debería haber sido al revés: usted  ministro y el señor Zoido secretario de Estado”. “No sé si debería haber sido al revés. No, no no. El ministro hizo un trabajo muy bueno y yo hice lo que pude para intentar que las cosas salieran lo mejor que se podía esperar ante una situación tan complicada”.

José Antonio Nieto pilotó personalmente la gestión del Gobierno de España del 1-O, con todas las miradas nacionales e internacionales en Catalunya, desde un mes antes de que se produjera la consulta ilegal, ese mismo día -en el que se produjeron disturbios entre los cuerpos de seguridad y los organizadores y votantes- y en los meses posteriores, cuando el Ejecutivo de Rajoy decidió intervenir la autonomía catalana y suspender sus principales instituciones. Nieto declaró en el juicio que hubo “actos violentos” ese 1 de octubre, y que su departamento pensó que había “grupos organizados” que se anticipaban a la Guardia Civil antes de que se produjeran los registros. También denunció la connivencia de los Mossos con la Generalitat para esquivar el operativo de la Policía Nacional y facilitar la consulta independentista.

Un 155 permanente

El laberinto independentista catalán sigue siendo hoy una potente herramienta política, a un mes para las elecciones generales. El presidente del PP, Pablo Casado, ha prometido que en su primer Consejo de Ministros, si gana los comicios y logra llegar a Moncloa, será aplicar “un 155 permanente” en Catalunya, en alusión al artículo de la Constitución que habilita al Gobierno central para suspender el autogobierno de una comunidad e intervenir sus instituciones. Nieto, que ha conocido la situación catalana sobre el terreno en los días más duros del procés, matiza la propuesta de su jefe de filas: “No un 155 permanente, pero sí un 155 durante más tiempo que nos permita reordenar las cosas”, dice. “Había mucha gente que pensaba que la aplicación del 155 iba a suponer una rebelión en Catalunya, y no fue así, yo estaba allí y para una parte muy importante de Catalunya fue un alivio, porque en ese tiempo había un Gobierno que se preocupaba de las cosas que le preocupa a la gente: la educación, la sanidad, el empleo… y no un gobierno que sólo se preocupa del procés, del referéndum y de generar un ambiente turbio entre la Generalitat y el Gobierno”.

El actual portavoz del PP en el Parlamento andaluz admite que tiene poca confianza en el diálogo del Gobierno con la Generalitat. “En mi partido no hemos descartado el diálogo en Catalunya, de hecho, lo hemos practicado. Lo que pasa es que ya no tengo confianza en ese diálogo después de años de intentos de diálogo del Gobierno de Mariano Rajoy y luego del Gobierno de Pedro Sánchez. Ya sabemos dónde nos lleva, es que no hemos avanzado nada. El diálogo para el movimiento independentista sólo tiene una palabra: sí. Si no le dices que sí a todo lo que ellos proponen, no hay diálogo”, sentencia.

 

 

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