El Campo de Gibraltar, inquieto y expectante ante las conversaciones entre el Reino Unido, Gibraltar y España
Desde la tarde del pasado lunes, por vía telemática y al más alto nivel, se vienen desarrollando nuevas conversaciones entre España y el Reino Unido que incluye en su delegación al Gobierno de Gibraltar, a fin de buscar una solución de compromiso a los memorandos que aún quedan pendientes. Se trata de una serie de protocolos de entendimiento que empezó a debatirse en 2018 y cuya negociación se ha intensificado durante el presente año, a pesar de la pandemia y del confinamiento, hasta el punto de que hace varias semanas se alcanzó un acuerdo histórico sobre reciprocidad de derechos de los trabajadores, incluida en el memorando de Derechos Ciudadanos.
Precisamente este martes, el Gobierno aprobaba una medida de contingencia que profundiza aún más en este aspecto, al fijar un régimen transitorio en el ámbito laboral para los trabajadores afectados por el Brexit y que garantiza el acceso a la prestación por desempleo española a los europeos que se desplacen diariamente a Gibraltar a trabajar hasta el 31 de diciembre de 2022.
El Consejo de Ministros aprobaba un real decreto sobre medidas de adaptación tras la finalización del periodo transitorio previsto en el Acuerdo de retirada de Reino Unido e Irlanda del Norte de la Unión Europea (UE), que incluye esa salvaguarda para los trabajadores transfronterizos. Servirá, en caso de que no exista un acuerdo final en las próximas horas, para reclamar a las autoridades británicas, a partir del 1 de enero de 2021 y en caso de que sea necesario, el reembolso de dichas prestaciones.
El Gobierno ha subrayado a su vez que se establecerá un acuerdo recíproco para todas las empresas ubicadas en España que a 1 de enero de 2021 tengan trabajadores desplazados temporalmente en Reino Unido, incluido Gibraltar, o a las empresas británicas que tengan trabajadores desplazados en España, un tiempo muerto de un año, hasta el 31 de diciembre de 2021. Sin embargo, a partir de entonces tendrán que solicitar la autorización de residencia y trabajo pertinente para prolongar su actividad, tal y como recoge la normativa de extranjería española.
Este decreto, desde luego, no tranquiliza a la sociedad civil del Campo de Gibraltar, que vive las últimas horas bajo absoluta incertidumbre. Un Brexit duro no sólo afectaría a la vida cotidiana de los trabajadores transfronterizos y de los gibraltareños, sino también a la economía de la comarca y muy especialmente a la de La Línea de la Concepción, con un 32% de paro en febrero de 2020, antes del confinamiento.
Los mercados minoristas y mayoristas, las empresas de transporte y los agentes de aduanas, por ejemplo, son algunos de los sectores que se verán afectados por un Brexit duro y que, hoy por hoy, desconocen qué ocurrirá a partir del día 4 de enero: “Si, porque el día 1 entrará en vigor plenamente el Brexit, pero entre el día de fiesta y el fin de semana, nosotros no abriremos hasta el lunes y no sabemos aún qué procedimiento tendremos que aplicar”, se lamenta, por ejemplo, Antonio Varela, presidente del Colegio de Agentes de Aduanas de Algeciras y La Línea.
“Todo el mundo habla de la situación de los trabajadores y me parece muy bien porque nos preocupa a todos. Pero se está dejando al margen los problemas que va a tener el tránsito de mercancías”, añade.
Muchos de los trámites que se llevaban a cabo hasta ahora para el despacho de mercancías, seguirán en pie, dado que Gibraltar era territorio comunitario pero no aduanero y había que llevar a cabo declaraciones de importación o de exportación, tal y como se seguirá haciendo ahora, haya o no haya acuerdo: “Sin embargo –advierte Varela-- nos podemos encontrar con cierto tipo de mercancías, alimentos, etcétera, los que tienen que ver con sanidad animal, en los que ahora había controles pero no tan estrictos como obligará los de una frontera externa de la Unión Europea”.
“Nadie nos explica qué va a ocurrir a partir de ahora y no se qué decirle a nadie. Tanto los que declaramos las mercancías por cuenta de terceros, como los transportistas, los vendedores, los supermercados, nos enfrentamos a una incertidumbre total, a falta de dos días”.
Según dichas previsiones, ocurra lo que ocurra, “las mercancías de origen animal, como la carne, los embutidos o el queso que vengan de Inglaterra no van a poder pasar directamente por la frontera de La Línea. Como los de cualquier tercer país, los alimentos que vengan del Reino Unido tendrán en Francia o en donde sea el primer punto de entrada a la Unión Europea, con sus correspondientes controles veterinarios y desde allí viajarán hasta el Punto de Inspección Fronterizo que está en Algeciras y que no va a abrirse en La Línea”.
Se espera que el Servicio de Inspección Soivre, del ministerio de Comercio, facilite esta labor. En efecto, el Gobierno de Gibraltar ya ha contratado los servicios de una empresa alemana que transportará dicha mercancía por barco desde Algeciras hasta Gibraltar, a través de la Bahía. Y se desconoce si las autoridades gibraltareñas establecerán un filtro en el Peñón para establecer mayores controles sobre las mercancías comunitarias que lleguen hasta allí.
“Esperemos que haya acuerdo o, en cualquier caso, si hay que caerse por el precipicio, que sea con el menor daño posible”, concluye Varela.
En este sentido, este martes también, la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, en una entrevista concedida a RNE, volvió a insistir en que España y Reino Unido tienen “pretensiones irrenunciables” sobre la soberanía de Gibraltar pero también ha asumido que hay que dejar de lado las “excusas” y “resolver las cuestiones prácticas” de los ciudadanos. El día anterior, la posibilidad de un Brexit duro había sumado las protestas de todos los alcaldes del Campo de Gibraltar, la de la Mesa de Trabajo por La Línea, todos los portavoces de dicho Ayuntamiento y los sindicatos mayoritarios a un lado y a otro de la Verja. Ese día, la ministra había amagado con que si no se llegara a un acuerdo que facilite la movilidad por la Verja, “a menor escala, una de las consecuencias puede ser que se formen colas parecidas a las que hemos visto en Dover”. También enumeró otra larga serie de inconvenientes cotidianos para los gibraltareños, desde el acceso a la Seguridad Social española o la validez de sus carnets de conducir. También aclaró entonces la ministra que la negociación no se encuentra atascada porque España quiera que su policía ejerza el control en el puerto y en el aeropuerto de Gibraltar, si es que la solución final estriba en la incorporación de la Roca al espacio Schengen.
El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, del Partido Popular y uno de los firmantes de la declaración del Consejo de Alcaldes del Campo de Gibraltar que reclaman un acuerdo en esta materia, ha vuelto a insistir en que se debería prestar el mismo cariño al Brexit en el Campo de Gibraltar como se ha mostrado con la frontera de Irlanda. Y, a su lado, Ana Mestre, subdelegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en la provincia de Cádiz, ha insistido en que “necesitamos un Brexit que no perjudique al Campo de Gibraltar ni a los campogibraltareños. Esperamos un Gobierno de España sensible pero a la vez fuerte e implacable ante Europa y Reino Unido, y sobre todo, en la defensa de esta comarca y de los trabajadores transfronterizos».
También aseguró que se habían cumplido al 65% las 112 medidas que prometió la Junta de Andalucía para mitigar los efectos del Brexit en la zona, pero no existe la misma confianza en ello en otros partidos políticos de la comarca.
Por su parte, el Grupo Transfronterizo, que reúne a sindicatos, empresarios y asociaciones de ambos lados de la Verja, ha mostrado su “máxima incertidumbre” respecto a esta negociación. En un escrito dirigido al presidente del Gobierno de España, al Primer Ministro del Reino Unido y al Ministro Principal de Gibraltar, los integrantes de dicha entidad aseguran que asisten “expectantes y muy preocupados” a este proceso.
En dicho Grupo forman filas la Chamber of Commerce, GGCA, GSFB, GTA/NASUWT, Unite the Union, por parte gibraltareña, así como la Confederación de Empresarios de la Provincia de Cádiz, la Asociación del la Pequeña y Mediana Empresa de La Línea, CCOO, UGT y la Cámara de Comercio, Industria y Navegación del Campo de Gibraltar.
“Quisiéramos hacerle llegar nuestro llamamiento respecto a la necesidad de que alcancen un acuerdo que permita desarrollar una zona de prosperidad compartida, tan necesaria para la Comarca del Campo de Gibraltar y para Gibraltar (…). Como usted conoce perfectamente, existe una interdependencia no sólo económica, sino también social en esta zona, cómo cabe esperar de poblaciones vecinas que están obligadas a entenderse para convivir. Estos lazos que nos unen hacen necesario que en la negociación reine el pragmatismo y que se sitúen los intereses de la ciudadanía por encima de cualquier otra cuestión”.
El escrito, en tono cordial pero inquieto, concluye con las siguientes palabras: “Consideramos, y creemos compartir con usted, que el principal objetivo de un gobernante es dar respuesta a las demandas y aspiraciones de sus gobernados, máxime cuando estas son legítimas y razonables como las que protagoniza la ciudadanía gibraltareña y campogibraltareña; siendo por ello que les reiteramos nuestro llamamiento a un acuerdo que nos permita una convivencia pacífica y un desarrollo común entre las comunidades que habitamos ambos territorios”.
“Si sus Gobiernos han sido capaces de alcanzar un acuerdo general para el Brexit, estamos firmemente convencidos de que pueden usar ese mismo talante y talento para ofrecernos una solución a la ciudadanía del Campo de Gibraltar y de Gibraltar”.
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