El primer manual de espiritismo de España se editó en Cádiz
“El que tenga orejas para oír, que oiga”. Así figura en la portada de Luz y verdad del espiritualismo, un tratado de lo más particular sobre el mundo del contacto con el más allá que se remonta a 1857 y que se expone en el Archivo Provincial de Cádiz. Este opúsculo es una guía práctica que, según algunos estudios, fue la primera en España para acercarse a un fenómeno que llegó procedente de Estados Unidos pocos años antes.
Hay que ponerse en el contexto. Estamos a mediados del siglo XIX y el espiritismo como hoy lo entendemos se había iniciado en la década de 1840 al otro lado del charco. Las hermanas Fox se habían hecho famosas al afirmar que eran capaces de comunicarse con los espíritus a través de unos golpecitos que oían en la escalera de su casa. Esto desencadenó una moda que se extendió por Estados Unidos, donde afloraron médiums que decían que podían hablar con los muertos.
Se acababa de descubrir el código morse y esto supuso el sistema para unos especialistas que no se comunicaban directamente con los espíritus, sino a través de señales sonoras. Esta corriente llegó a Europa a través de Francia, Alemania y España. En 1857, el mismo año en el que se publicaba el tratado editado en Cádiz, se publicó en Francia por parte de Allan Kardec su famosa obra El libro de los espíritus.
José Manuel Serrano Cueto, escritor, cineasta y director de la Casa del Terror y lo Fantástico Cádiz Oculto, añade el dato de que las personas que practicaban el espiritismo en Cádiz en aquellos años pertenecían a la burguesía: “Si había grupos que se dedicaban exclusivamente a las tertulias literarias, ese grupo se dedicaba al espiritismo. No sabemos quiénes lo formaban, pero eran de clase social alta. No es de extrañar que algunos de los que participaban en otras tertulias culturales también estuvieran en estas prácticas. En mi museo tenemos un palanganero y hablamos de esa historia”.
No autorizado
Lo importante de Luz y verdad del espiritualismo es que las personas que se han dedicado a estudiar este fenómeno de una manera seria y exhaustiva lo califican como el primer manual del espiritismo en España. Se encuentra en Cádiz porque a mediados del siglo XIX la legislación exigía como requisito indispensable que cualquier libro o folleto que se editara tendría que pasar por una censura previa. Pasaría por el fiscal de imprenta, que recibía un ejemplar y una solicitud de todo lo que se quería publicar. En este caso no autorizó su publicación por ser contrario a la religión católica y, además, pidió que se secuestrara la tirada.
Fueron destruidos casi un millar de ejemplares, pero sobrevivió el que ahora se expone en Cádiz. Un pequeño folleto con la relevancia de ser uno de los primeros tratados de espiritismo en Europa y que incluye un método para comunicarse con los espíritus y un cuadro donde se explica a cuántos golpes corresponde cada letra del alfabeto para descifrar el mensaje que procede del más allá.
El folleto es el documento destacado en marzo y abril y ha despertado mucho interés. “Para mi gusto, otras veces hemos sacado cosas de más relevancia y hemos tenido menos trascendencia. Aparte de este manual, que es precursor en su campo, también se editó en Cádiz una de las primeras publicaciones de corte feminista, que es el Pensil de Iberia. También corrió la misma suerte y no fue publicado, pero hay que destacar su relevancia”, ensalza José Ramón Barroso, especialista del Archivo Provincial de Cádiz.
El manual iba firmado con pseudónimo y se atribuía la autoría a Jotino y Ademar, nombres grotescos con los que se intentaba burlar la censura. No consiguieron el objetivo, pero 164 años después sigue suscitando el interés.
(Se puede visitar de forma indefinida en el Archivo Provincial de Cádiz)
0