Investigan a una enfermera de la cárcel de Huelva por envenenar a seis compañeros
Una enfermera de la prisión de Huelva es la principal sospechosa del envenenamiento que sufrieron el pasado 15 de noviembre seis compañeros de la cárcel onubense, según han informado fuentes de la investigación, que, dentro de un caso que se lleva con sumo sigilo, se ha sabido que fue detenida hace tres semanas y puesta posteriormente en libertad con cargos.
Se trata de una profesional que lleva al menos 15 años en su puesto en la cárcel onubense, a la que se considera responsable del citado envenenamiento, tras, presumiblemente, introducir la metadona en bricks de leche que posteriormente fueron consumidos por sus compañeros.
A la espera de que el proceso siga adelante, a la enfermera se imputan sendos delitos de lesiones y contra la salud pública.
Las fuentes han precisado que la mujer se dio de baja antes de las fiestas navideñas, por motivos que no se han precisado, y fue detenida a finales de año, para ser puesta en libertad tras declarar ante el juez.
Desde entonces, tiene que presentarse los días 1 y 15 de cada mes en el juzgado, y se mantiene de baja en su puesto en el área de enfermería de la prisión.
Denuncia de Acaip
El suceso provocó que se suspendiese la realización de consultas médicas a la población reclusa de Huelva, según la denuncia del sindicato Acaip, que indicaba que la baja de los seis enfermeros reducía a tres la cantidad para atender a 1.200 presos.
Acaip considera que “existe un grave problema de déficit de personal sanitario” en el centro penitenciario de Huelvaque afecta también a los enfermeros, y actualmente “sólo se atienden las urgencias”, por lo que “la administración penitenciaria no garantiza la atención sanitaria y especializada que necesita una población reclusa donde un número importante padece enfermedades crónicas o psiquiátricas que necesitan un seguimiento sanitario continuo”.
Asimismo, y también por la falta de personal sanitario, “se ha agudizado el problema del reparto de medicación psicotrópica entre la población reclusa”.
Una situación que niega Instituciones Penitenciarias, que sostiene que la asistencia sanitaria está “garantizada”, aunque la situación en materia sanitaria es “atípica” desde el envenamiento.
Asimismo, reconocen que, como se ha manifestado desde Acaip, que fruto de esta situación han habido momentos en los que no se han planificado consultas, pero “esto no quiere decir que sólo se atiendan a las urgencias, entendidas como los casos más graves; cualquier interno que requiera asistencia médica y se presente en la consulta es atendido, por lo que la atención está garantizada”.
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