El voluntariado andaluz se choca con la burocracia
En 1985, la Asamblea General de las Naciones Unidas decretó el 5 de diciembre como Día Internacional del Voluntariado para el Desarrollo Económico y Social. En Andalucía, la pasada semana se han celebrado actos para la puesta en valor de las acciones que personas desinteresadas desarrollan hacia colectivos desfavorecidos. Pero la plataforma regional que integra a 450 entidades que realizan esta labor y agrupa a unos 130.000 voluntarios denuncia “retrasos” en la asignación de las ayudas concedidas por la Junta de Andalucía. En concreto, las “deudas” de convocatorias anteriores, que la Administración ni confirma ni desmiente, rondan el millón de euros.
Muchas de estas entidades viven directamente de las subvenciones y, sin esta financiación, los programas sociales mueren por inanición. Desde la plataforma argumentan que las personas que se benefician de la acción voluntaria (mujeres, inmigrantes, personas con discapacidad, entre otros), son los que directamente sufren las consecuencias. “La segunda convocatoria de 2014 aún no se ha resuelto y, aunque se hiciera en breve, se ejecutaría ya en 2016, lo que supone un grave deterioro del mundo del voluntariado”, expresa Armando Rotea, vicepresidente de la la Plataforma Andaluza de Voluntariado.
Desde la plataforma apuntan que hacer pública la deuda de la Junta se ha tomado después de intentar “por activa y por pasiva” contactar con la Administración, “tocando todas las puertas posibles” hasta que han apostado por sacar a la luz pública la situación. “Es más rentable organizar una rifa en el barrio que esperar una ayuda de la Junta”, comenta gráficamente Rotea. La Junta, consultada al respecto por este periódico, no ha querido comentar nada al respecto.
“Respaldo” de la Junta
La “excesiva burocracia” que rodea a las ayudas públicas, si bien es una vieja reivindicación de la plataforma, conlleva que “para una subvención de 500 euros, por ejemplo, haya que emplear más tiempo y dinero en trámites que en la propia labor social”. En ese sentido desde la plataforma indican que la mayoría de las entidades carecen de un modelo documental y “tienen que ir de ventanilla en ventanilla” para hacer frente a los requerimientos administrativos.
La respuesta de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales vino el pasado sábado, coincidiendo con el Día Internacional del Voluntariado, en forma de comunicado. Sin alusión a la mencionada “deuda”, sobre la que la Junta, consultada por este periódico, ha evitado pronunciarse, la Junta ha señalado que “apuesta” por el voluntariado andaluz, al que destinará en el presupuesto del próximo año, junto con las políticas de participación ciudadana, unos tres millones de euros que “van a permitir asegurar el respaldo a las organizaciones civiles que desempeñan una labor esencial en la sociedad”. La Junta, contradiciendo a los voluntarios, alude a un encuentro mantenido recientemente con representantes de la Plataforma Andaluza del Voluntariado, a quienes ha trasladado el “compromiso” del Ejecutivo andaluz en esta materia.
Sin director general
La plataforma también se queja de la falta de nombramientos de cargos públicos en la Dirección General del Voluntariado desde hace casi un año, una circunstancia que, a su juicio, también dificulta la interlocución con los representantes de esta Administración. Desde el último cambio de Gobierno en Andalucía, el puesto de director general de Voluntariado está sin ocupar. Las competencias en este ámbito, además, han bailado entre Presidencia, Justicia, Administración Local o Igualdad, donde actualmente residen. Esos movimientos a buen seguro tampoco han colaborado en que las relaciones con la Junta no sean especialmente fáciles.
La plataforma del voluntariado social de Sevilla ha reconocido públicamente la labor solidaria de entidades de la provincia este miércoles en la Fundación Cajasol, coincidiendo con la conmemoración este sábado del Día Internacional de la acción voluntaria, que en Andalucía contará con el lema “Somos, hacemos, estamos…”. Durante el acto se leyó un manifiesto y voluntarios de diversas asociaciones formaron una gran V roja para simbolizar la entrega siempre altruista de estos colectivos hacia las personas más desfavorecidas. Entre los retos de esta entidad profundizar en el voluntariado medioambiental, cultural y corporativo, así como la implantación de unidades didácticas en los colegios.
