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El cómico Joaquín Pajarón y el peaje del Huerna: “Asturias no es sumisa, es dinamitera y hay que reventarlo”

Joaquín Pajarón, durante un monólogo, en Bilbao, en una imagen de archivo.

Pilar Campo

Oviedo/Uviéu —

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Joaquín Pajarón es un actor, cómico, productor y guionista asturiano, conocido por sus monólogos contados en la mayoría de las ocasiones en clave humorística, aunque hay temas que no dan la risa, ni están para tomarlos a broma. Con miles de seguidores en las redes sociales, en una de sus últimas publicaciones bajo el descriptivo titular “Fuera el peaje del Huerna”, cambia el tono y se pone serio.

Mira fijamente a la cámara para dirigirse a los asturianos y las asturianas a los que anima a rebelarse haciendo gala del espíritu luchador de esta tierra contra el cobro de la autopista y como si fuera un grito de guerra espeta: ¡Ya está bien!.

Para que los lectores de elDiario.es Asturias puedan opinar con conocimiento de causa, reproducimos literalmente sus palabras. Este es el mensaje, en lenguaje claro y directo, del humorista asturiano.

La prórroga hasta 2050

“Asturianos y asturianas. Ya está bien. Asturias, no es un parking. Asturias no puede ser una tierra donde se pasa por debajo de una barrera y metiendo una tarjeta. Aquí hubo un contrato que firmaron una empresa y el gobierno. Si ese contrato tenía una fecha final es porque salían las cuentas y porque alguien hizo las cuentas. Ese contrato acaba y de repente la empresa dice que no ganó lo suficiente”.

“Pues a mí, como si te operan. No voy a ir a verte. Resulta que cuando esto acaba en el 2000, el gobierno de Aznar, con Cascos a la cabeza, renuevan ese contrato hasta 2050. Un asturiano decidió que los asturianos y asturianas saliéramos y entráramos en Asturias pagando y todavía lo hicisteis presidente de Asturias. Home, no me jodas”.

La legalidad cuestionada por Europa

“Y a todo esto Europa, que no es que sea muy hippies, cuestiona la legalidad de ese contrato de renovación hasta el 2050. Pues Óscar Puente, socialista, defiende ese contrato que renovaron el Gobierno del PP de Aznar”.

“Esto es como si hubieras consumido sustancias, para poder entender. Yo flipo. Un socialista que defiende una decisión del gobierno del PP de Aznar frente a Europa y frente a un gobierno socialista en Asturias. Pa mear y no echar gota”.

¿Quién paga?

“Y esto es muy fácil. Al gobierno no le cuesta dinero la carretera. ¿Quién paga la carretera?: Los ciudadanos. ¿Quién gana dinero?: Una empresa privada”.“¿Qué hacen los ciudadanos?: Pagar el peaje para la empresa privada y pagar los impuestos para el gobierno, que el gobierno con los impuestos debería de pagarles carreteras. Total, que la empresa privada paga impuestos, los ciudadanos pagamos impuestos y el gobierno no tiene que pagar la carretera y por encima recauda impuestos del ciudadano y de la empresa. Esto mete miedo”.

“El gobierno de Asturias se opone, está en contra, está a favor de Europa, pero igual estás diciéndolo muy bajo, igual es que no te están escuchando. Al Gobierno de Asturias le digo si no te escuchan hablando, pega voces, y si pegando voces no te escuchan, rompe un vaso”.

Carreteras seguras, libres y sin barreras

“Asturias no es una tierra sumisa. Asturias es huelguista y dinamitera. Aquí se luchó por los derechos, por la dignidad, por la libertad”.

“Aquí no agachamos la cabeza para pasar por debajo de la barrera de un peaje. Aquí la reventamos. Cuanto más crece Asturias, más gana Aucalsa. Cuanto más turismo tenemos en Asturias, más nos cobran”.

“Asturias pide carreteras seguras, libres y sin barreras. Asturias no es un negocio. Asturias no es un parking. Asturias es una tierra orgullosa y ya está bien de pagar por serlo. ¡Puxa Asturies!, ¡Fuera el peaje del Huerna!”, concluye.

Joaquín Pajarón se sumaba así a otras voces que, desde Asturias, se pronunciaron en contra del peaje del Huerna, desde políticos asturianos a integrantes de asociaciones y a las miles de personas que participaron en las movilizaciones sociales que se han desarrollado en Oviedo para exigir su supresión.

Óscar Puente, ministro de Transportes, en una imagen de archivo

Óscar Puente entró en la polémica

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, no tuvo reparo alguno en discrepar abiertamente frente a los posicionamientos de los políticos asturianos y alinearse a favor de la ampliación del peaje hasta 2050 en una decisión adoptada durante el gobierno del PP, con José María Aznar como presidente y el asturiano Francisco Álvarez-Cascos como ministro.

“Los políticos asturianos tienen derecho a defender lo que quieran”, manifestó Óscar Puente, el pasado mes de octubre, cuando oficialmente entró de lleno en esta polémica, donde mostró abiertamente sus dudas de que la supresión del peaje del Huerna fuera “un problema central” para Asturias y los asturianos.

“No está justificado que Asturias esté con este tema en el centro del debate. No creo que esto sea un problema central para Asturias ni para los asturianos”, explicó el titular de Transportes en una entrevista en Onda Cero concedida la víspera de una de las masivas movilizaciones celebrada en Oviedo a favor de la supresión del peaje.

“Y Cascos llegó a presidente”

“Soy el ministro de Transportes, no soy el del dinero. Si alguien nos dice de dónde sacamos los 20.000 ó 30.000 millones que costaría rescatar las autopistas españolas, pues nada, fenomenal”, añadió.

“Igual la agenda de los políticos asturianos está un poco desenfocada, igual creen que es un asunto muy importante, pero para Álvarez-Cascos no lo fue porque después de fundar el partido le dieron el Gobierno de Asturias. No parece que le pasara mucha factura. Le hicieron presidente”, aseveró.

El titular de Transportes recordó igualmente que ya existe una bonificación del 60 por ciento a partir del tercer trayecto y aseguró que el Gobierno ha tomado decisiones en materia autopistas “muy claras” para que al vencimiento de cada concesión no haya renovaciones.

Adrián Barbón en un pleno de la Junta General del Principado.

Barbón no se dio por aludido

Por su parte, el presidente del Principado, Adrián Barbón, no se dio por aludido ante las respuestas de su compañero de partido, Óscar Puente, cuando dijo que el peaje del Huerna no es “un tema central que preocupe a los asturianos” y por tanto “tiene su agenda desenfocada”.

“Los ciudadanos y ciudadanas de Asturias saben que siempre he estado dispuesto a escucharles, a liderar las reivindicaciones de nuestra tierra y yo no me doy por aludido, ni mucho menos, porque en el año 2023 hubo elecciones autonómicas donde en Asturias subimos en votos y somos una de las pocas comunidades que en aquel momento mantuvo un gobierno liderado por los socialistas”, dijo.

Asumió el liderazgo

Barbón se comprometió el pasado mes de octubre a asumir el liderazgo para lograr “de una vez por todas” la supresión del peaje del Huerna. Anunció que antes de fin de año, el Gobierno de Asturias solicitará directamente a la Comisión Europea (CE) su revocación, “con toda la coherencia política y con el aval jurídico de un informe encargado expresamente para ese fin”.

Además, buscará forjar “el máximo consenso político y social” para poner fin a una prórroga “injusta e ilegal”. Una defensa a ultranza en contra del peaje que supuso uno de los puntos fuertes de su intervención en la primera sesión del debate de orientación política del año legislativo 2025-2026.

Dispuesto a que “le partieran la cara”

“Hablamos de una causa justa, de una prioridad irrenunciable para garantizar que Asturias tenga las mismas oportunidades que el resto de España”, señaló Barbón, quien se mostró dispuesto a dar la batalla “en todos los frentes: el político, el administrativo y el jurídico”.

Barbón incluso llegó a invitar al presidente regional del PP, Álvaro Queipo, a reconocer que la prórroga del peaje del Huerna es contraria al derecho comunitario, como concluye un dictamen de la Comisión Europea.Y llegó a afirmar que estaba dispuesto a dar la cara por Asturias “hasta que me la partan”.

Aunque Joaquín Pajarón anime a “reventar” el peaje y Barbón esté dispuesto a que le “partan la cara”, los asturianos confían en que la sangre no llegue al río. No están los tiempos para bromas.

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