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El dinero del fondo 'para fines climáticos' de Correos no se destina al cambio climático sino a la COVID

El datáfono de una oficina de Correos de Valencia ofrece en el momento del pago la opción del 'redondeo climático'.

Marta Montojo

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Desde el mes de marzo, enviar un paquete desde cualquier oficina española de Correos puede salir unos céntimos más caro si se opta por hacer una donación 'para fines climáticos'. Es una herramienta nueva con la que la empresa pública ofrece la posibilidad de aumentar ligeramente el coste de un envío e impulsar, con ese dinero extra, acciones para frenar la crisis climática. En la práctica, sin embargo, Correos no lo está destinando a tales fines sino que lo invierte en otras causas solidarias en vista de la “necesidad y las circunstancias actuales”.

La medida arrancó en noviembre de 2019 en fase piloto, poco antes de que se celebrase la Cumbre del Clima en Madrid. Entonces se aplicaba únicamente en nueve oficinas españolas de Correos: las principales de Barcelona, Santiago, Tenerife y Madrid; la sucursal 12 madrileña, la de IFEMA —porque coincidía con la celebración de la COP25—, la de Sevilla, la de Valencia y la de Bilbao.

En esos primeros meses de prueba hasta marzo, las donaciones del redondeo climático se destinaron a financiar una campaña ambiental, aunque no climática. En concreto, contribuyeron a financiar un proyecto de conservación de SEO/BirdLife centrado en la protección de aves en peligro, según explica María García, técnico de sostenibilidad de Correos y responsable de esta iniciativa de recaudación. Reunieron en total 915 euros que aportaron 3.591 personas.

El despliegue al resto de oficinas del país estaba programado para el 20 de marzo, pero la pandemia del coronavirus alteró el rumbo del proyecto sin que los cambios —el despliegue y los fines no climáticos— se llegaran a comunicar de manera masiva.

Desde esa fecha, los 10 ó 50 céntimos adicionales que se pueden pagar al emitir un paquete se destinan a una campaña de IrsiCaixa que investiga para “desarrollar fármacos, anticuerpos y una vacuna contra el nuevo coronavirus”. Los datáfonos de Correos, no obstante, siguen formulando la misma pregunta: “¿Desea redondear con fines climáticos?”.

Lo corroboró esta semana el ambientólogo Andreu Escrivà, quien también es divulgador sobre cambio climático. Al enviar un paquete desde la oficina de Correos de Valencia, se topó con esa pregunta. “Respondí que sí y la persona que me atendía en la oficina se puso contentísima porque era el primero al que veía hacerlo”, cuenta. Después comprobó que el cobro, que en su caso fue de 20 céntimos, se le notificaba como algo separado del paquete que había enviado, una primera buena señal “porque significa que Correos no se lo queda, sino que es un cobro independiente”.

Pero una vez hecha la donación el cliente puede hacer un seguimiento de su redondeo y ver que, efectivamente, el dinero no ha favorecido ningún proyecto para combatir la emergencia climática sino que sirve para apoyar la investigación para contener la expansión de la COVID-19. De momento  se han contabilizado 200.648 aportaciones voluntarias de remitentes de Correos que han pagado en total 51.786 euros (de los 70.000 que Correos se había puesto como meta).

Desde Correos explican que la tecnología ya estaba desarrollada para el redondeo climático y, cuando se convirtió —por las actuales circunstancias— en “redondeo solidario”, se aprovechó el mismo mecanismo pero no se cambió la pregunta del PIN pad. “La idea es que los empleados aclaren a los clientes en qué consiste ahora el cobro”, justifica María García, y añade que además instalaron cartelería en las oficinas para informar sobre este cambio en la dirección del proyecto. Aún así, asegura que valorarán con el servicio técnico reformular la pregunta del aparato de forma que en lugar de “fines climáticos” se pueda leer “fines solidarios”.

La campaña para dar con la vacuna contra el virus se mantendrá hasta septiembre y después se volverá a los proyectos ambientales, no necesariamente relacionados con el calentamiento global. “Estamos pensando en apoyar campañas de batidas de playas, ahora que con el coronavirus se están generando tantos residuos de mascarillas y guantes”, comentan desde la empresa.

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