El PP cántabro insiste en que la educación concertada fue “discriminada” en el reparto de las pizarras digitales
El Parlamento de Cantabria ha rechazado una moción del PRC, apoyada por el PSOE, para desbloquear el reparto de pantallas digitales entre los escolares de menos de ocho años que está paralizada por el nuevo Gobierno que preside María José Sáenz de Buruaga (PP). Con el voto en contra del PP y Vox, no ha prosperado la iniciativa de la diputada regionalista María Teresa Noceda, quien ha asegurado que detrás de este parón está la intención de desviar recursos tecnológicos de la escuela pública a la privada, por lo que ha pedido que se reparta el material como estaba previsto la anterior legislatura.
La distribución de 450 pantallas digitales está paralizada a la espera de definir nuevos criterios de reparto, un material inmovilizado que los centros públicos con aulas de Infantil y de los primeros cursos de Primaria ya esperaban, según el criterio establecido por el anterior equipo gestor de la Consejería, dirigido entonces por Marina Lombó (PRC).
Tras unos compases iniciales en donde no faltó la confusión, dado que se afirmaba tanto que la paralización era debida al efecto pernicioso de las pantallas en el desarrollo cognitivo de los niños como a que se modificaba el criterio de reparto para derivar esta herramienta a la educación concertada, la situación sigue bloqueada y las pantallas retenidas meses después.
Transcurrido este tiempo desde que saltó la polémica, PP y Vox han defendido este lunes en el pleno del Parlamento de Cantabria que la educación concertada fue discriminada: solo el 7% de las unidades iban a ir destinadas a este sector educativo. “No se puede ignorar al 30% del sistema en Cantabria”, ha manifestado el diputado Álvaro Aguirre (PP), en referencia a la educación concertada, y en sintonía con el planteamiento de la extrema derecha.
Mara Teresa Noceda, por el PRC, no ha compartido la premisa del efecto pernicioso del uso de pantallas en el desarrollo cognitivo de los escolares. Para ella, se trata más bien de “una argucia tramposa para justificar que se las quitan a los colegios públicos para dárselo a los privados”. Hay estudios, ha añadido, que avalan el uso de pantallas en las etapas iniciales para hacerles más atractiva la impartición de contenidos dado que su atención es más dispersa. “No desvistan un santo para vestir a otro. Queremos que lo que estaba previsto que llegara a los centros públicos llegue a ellos”, ha reclamado durante su intervención.
El parón ha sido una decisión más ideológica que pedagógica o de gestión
El planteamiento regionalista ha sido compartido por los socialistas. El diputado Jorge Gutiérrez (PSOE) prácticamente ha calcado las palabras de Noceda: “El Gobierno del PP decide quitar recursos ya asignados a centros públicos para dárselos a los privados”, para acabar denunciado que “el parón ha sido una decisión más ideológica que pedagógica o de gestión”.
Álvaro Aguirre, por el PP, ha dirigido su crítica a la exconsejera regionalista, Marina Lombó, quien aprobó un reparto, a su juicio, “apresurado” de una PDI (Pizarra Digital Interactiva) a cada uno de los 17 centros concertados previstos. Ahora, calcula que 30 de los 70 centros concertados de Cantabria recibirán pantallas, que han sido financiadas a través de fondos europeos.
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