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“Por sus gestos los conoceréis”. Quizás nunca esta expresión, tan antigua como el tiempo, haya “retratado” tan certeramente el ADN ideológico de los responsables de un partido político en relación a un sector de la sociedad como son las personas dependientes. Lo ocurrido en el último pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha ha dejado al descubierto la “importancia” que para la Secretaría Nacional del Partido Popular, Sra. (de) Cospedal y para su “brazo armado”, el Secretario Nacional de Sanidad y Asuntos Sociales del mismo partido, Sr. Echániz , supone las terribles situaciones a las que están llevando a una parte de la sociedad que en muchas ocasiones vive en el filo entre la vida y la muerte. De esto ya hemos tenido un dramático ejemplo hace muy pocas semanas.
En el corazón de la democracia y la soberanía castellano-manchega la residenta (de)Cospedal, aunque sea únicamente para engordar su espléndida cuenta corriente, y su Consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, Sr. Echániz, han hecho el último gran desprecio a Alvaro, 17 años, gran dependiente, a Alberto, 7 años, gran dependiente, a Anastasio, 79 años, encamado las 24 horas del día, a miles y miles de personas grandes dependientes a los que sus políticas canallas, inhumanas, perfectamente diseñadas y que rozan comportamientos de lesa humanidad están acabando, día a día, con la posibilidad de tener una vida digna. Se iba a debatir una propuesta no de ley sobre la paralización de las revisiones de oficio que están sufriendo de forma sistemática todas las personas ya valoradas y con prestaciones en el marco de la Ley de Dependencia.
Esa “política” de revisiones, manifiestamente ilegal como así lo están sentenciando los tribunales de justicia, debería haber ido “asumida”, “explicada” y “defendida” por la máxima responsable del Ejecutivo y por supuesto por el número uno de la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales. Sin embargo, y con un desprecio, una prepotencia y una desfachatez absoluta hacia este colectivo y hacia la asociación representantiva del colectivo de personas dependientes, presente en la tribuna de invitados y ávida de escuchar las “explicaciones” oportunas, la Sra. (de) Cospedal ABANDONO EL PLENO y el Sr. Echániz SE ESCONDIÓ “VALIENTEMENTE” en un “obediente” diputado de su grupo parlamentario al que había escrito anteriormente lo que tenía que decir. La Presidenta de nuestra
Comunidad no volvió a su escaño hasta momentos antes de la votación y el Consejero de Sanidad y Asuntos Sociales se “reservó” para subir a la tribuna de oradores para “demostrar” su excelsa oratoria y “lucir” su magnífico palmito en un tema de “máxima trascendencia” como es un código ético para trabajadores del SESCAM que no se sabe de donde ha salido.
Podría parecer que estas ausencias y estos desmarques son un tema baladí, sin embargo, no podemos olvidar que una es la número dos nacional del partido que sustenta al Gobierno de España, y el otro es el máximo responsable de las políticas del Partido Popular en dependencia. Por tanto, su obligación y la decencia política debería, al menos, haberles hecho dar la cara y exponer las razones y argumentos para explicar sus políticas hacia las personas en situación de dependencia. La verdad es que oír las consecuencias, en algunos casos con finales dramáticos, que está sufriendo los más débiles, frágiles y sobre todo indefensos, no debe ser agradable aunque hayan demostrado ambos suficientemente su desprecio más absoluto hacia las condiciones de vida de las personas dependientes, pero la dignidad y decencia política les obligaba a ello, sin olvidar, por supuesto, los espléndidos ingresos asociados a sus cargos.
El desprecio y la displicencia con la que han actuado la Sra. (de) Cospedal y el Sr. Echániz, agravadas por el lugar sagrado en democracia donde descansa la soberanía popular como son las Cortes, ponen de manifiesto la importancia que dan a la vida de todos y todas las personas en situación de dependencia. ponen de manifiesto, de forma clara y diáfana, la verdadera ideología y el ADN intrínseco del Partido Popular en este tema. Ya lo adelantó el Sr. Rajoy días antes de las elecciones cuando dijo “la ley de dependencia es inviable” y que remató cuando en sede parlamentaria llamó a la Ley de Dependencia “LA CUARTA PATA” del Estado del Bienestar. Parece que sus “fieles escuderos” captaron perfectamente sus mensajes.
Qué lástima que no sean igual de perspicaces para “captar” las consecuencias de su política canalla, aunque como dijo Cicerón “La vida de los muertos perdurará en la memoria de los vivos”. Qué razón tenía Rousseau. “Es muy difícil pensar noblemente cuando no se piensa más que en ganarse la vida”.