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Servicio sanitario, legal, de traducción y alojamiento: la acogida del Open Arms será similar a la del Aquarius

Acaba el desembarco de los 106 inmigrantes del Aquarius

Pau Rodríguez

Un operativo de acogida con servicios de asistencia médica, jurídica, de traducción y alojamiento estará esperando este miércoles la llegada del barco Open Arms a la terminal C del Puerto de Barcelona. El dispositivo será muy parecido al que recibió al Aquarius en Valencia, según detallan las administraciones implicadas, aunque el número de migrantes a bordo es esta vez mucho más reducido: 60 personas por las 630 que llegaron a bordo del barco de Sos Mediterranée el pasado 17 de junio.

El dispositivo valenciano, que movilizó a más de 2.000 personas entre profesionales y voluntarios, fue muy aplaudido por las ONG por la coordinación y la asistencia individualizada proporcionada. Como entonces, en Barcelona estará coordinado por la Cruz Roja, y del consenso ya existente entre Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento se desprende que habrá los mismos servicios de asistencia para el Open Arms que los que se pusieron a disposición del buque Aquarius, de Médicos Sin Fronteras y Sos Mediterranée. Lo que se está decidiendo a estas horas es qué asume cada administración.

En la reunión celebrada este lunes en la Delegación del Gobierno se ha solucionado la principal discrepancia existente entre los participantes en el operativo: el permiso de estancia legal excepcional en España de 45 días. Exigido primero por el consistorio barcelonés y luego por la Generalitat, el Gobierno lo ha acabado aceptando. Esto significa que los 60 rescatados tendrán un mes y medio de margen para tramitar la petición de asilo u otros papeles a Extranjería sin el miedo a que se les tramite la expulsión, como sucede con las entradas irregulares a las costas españolas.

Recepción inicial

Salvado este escollo, las tres administraciones y la Cruz Roja han creado tres comisiones de trabajo –de coordinación, de acogida en el puerto y de alojamiento– para acabar de resolver los detalles del operativo, que se harán públicos en las próximas horas, después de que una comitiva visite este martes la terminal portuaria. Fuentes de la entidad social ya adelantan, sin embargo, que se garantizarán unos mínimos, parecidos a los de Valencia, que tienen que ver con la presencia durante todo el proceso de primera acogida de servicios médicos, jurídicos y de traducción.

En cuanto atraque el Open Arms, los equipos de Sanidad Exterior –dependientes del Ministerio de Sanidad– accederán a la embarcación para comprobar si algún ocupante sufre enfermedades infecciosas o graves que requieran hospitalización inmediata. Una vez en tierra, Cruz Roja les ofrecerá una primera atención con alimentación, ropa y otras necesidades básicas.

A continuación, los migrantes pasarán al llamado punto de filiación, a cargo de la Policía Nacional. Allí es donde los agentes les identificarán, les entregarán el permiso de 45 días y les informarán de las posibilidades de petición de asilo. Todo ello será en presencia de un asesor jurídico y un traductor, dos perfiles que el Ayuntamiento de Barcelona ya ha dejado claro que puede facilitar si es necesario.

Alojamiento y atención a menores

Una vez finalizada esta primera atención, serán trasladados a centros de acogida. En Valencia, fueron la Generalitat y el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social los que facilitaron estos equipamientos. En el caso del Open Arms, se desconoce todavía a qué centros se les derivará. Pero plazas no van a faltar: la Generalitat ya ha adelantado que puede alojarlos en el Complejo Educativo de Tarragona y en la Residencia Blume de Esplugues de Llobregat, mientras que el Consistorio asegura tener también camas para todos ellos.

De lo que no hay duda es de que los dos menores no acompañados que viajan a bordo del Open Arms quedarán en manos de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA), como sucede con todos los migrantes que llegan a Catalunya sin cumplir los 18 y sin familia. En el barco hay solo dos niños en estas condiciones; los otros dos menores a bordo están con sus progenitores.

60 de 500 personas llegadas a Barcelona

“El operativo no ha de ser complicado, no ha de ser diferente al de Valencia”, resumía este lunes el responsable del plan Barcelona Ciutat Refugi, Ignasi Calbó, que vaticinaba que será “sencillo y rápido” y sin complejidades logísticas.

Las 60 personas, que fueron rescatadas en aguas internacionales frente a Libia el pasado sábado, tal y como contó eldiario.es desde el barco, se sumarán a las alrededor de 500 que han llegado a Barcelona en situación de emergencia en los últimos quince días. El Ayuntamiento ha alojado desde el 15 de junio a casi medio millar de migrantes procedentes de la costa andaluza. La diferencia respecto a los del Open Arms es que estos no llegan con un permiso de estancia de 45 días, sino que en algunos casos lo hacen ya con un expediente abierto para su expulsión.

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