La Audiencia Nacional rechaza que el jefe policial condenado por adulterar el caso Pujol declare en el juicio a la familia
El jefe de la brigada política que anidó en el Ministerio del Interior en el Gobierno de Mariano Rajoy no testificará en el juicio del caso Pujol. Así lo ha decidido la Audiencia Nacional, que ha rechazado la comparecencia, con obligación de decir verdad, en la vista sobre el origen de la fortuna familiar de Eugenio Pino, la única persona condenada en firme por intentar adulterar la causa en el marco de las maniobras policiales contra el procés.
La Audiencia Nacional celebrará, a partir del próximo 10 de noviembre, el juicio contra el expresident de la Generalitat Jordi Pujol, sus siete hijos y varios empresarios. A lo largo de varios meses desfilarán ante el tribunal 254 testigos. Las magistradas han rechazado la comparecencia de Pino y otros policías de la brigada política “porque lo que se pretende no es objeto de este procedimiento”. En otras palabras, que el intento de introducir pruebas de dudoso origen, que fue abortado por el juez instructor y terminó con la condena de Pino, no formará parte de la vista.
En su resolución, las magistradas dejan claro el terreno de juego del juicio: “La posesión de los fondos en Andora y el desconocimiento de su origen, que la Fiscalía ha vinculado a posible actividad de corrupción”. La familia, por el contrario, insiste en la misma tesis desde el año 2014: la fortuna procede del legado del abuelo Florenci Pujol.
Tampoco ha aceptado el tribunal que declare como testigo la exlíder del PP catalán Alícia Sánchez Camacho, quien en conversaciones grabadas por el comisario jubilado José Manuel Villarejo le encargó investigaciones sin control judicial a varios políticos, empresarios y directivos de medios de comunicación.
Sí comparecerán, entre los 254 testigos, la expareja de Jordi Pujol Ferrusola, Victoria Álvarez, quien denunció en diciembre de 2012 que lo había acompañado en viajes a Andorra, adonde, según su relato, el primogénito llevaba mochilas con una gran cantidad de billetes de 500 euros.
Posteriormente, admitió que acudió a denunciar la supuesta corrupción de los Pujol en la Comisaría General de la Policía Nacional en Madrid a instancias del excomisario Villarejo, que contactó con ella haciéndose pasar por periodista, y un socio suyo. Y en 2014 elDiario.es desveló que el entonces jefe de gabinete de Mariano Rajoy, Jorge Moragas, había animado por SMS a la exnovia de Álvarez para que denunciase los manejos de dinero opaco ante la Policía
Las declaraciones de la ex de Jordi Pujol Ferrusola y las del empresario Javier de la Rosa dieron pie a que la Audiencia Nacional abriera una investigación en 2012 sobre las actividades económicas del primogénito. En paralelo, un juzgado de Barcelona abrió diligencias a raíz de la carta de confesión de julio de 2014 en la que Jordi Pujol reconocía la fortuna oculta en Andorra, una causa que permitió expedir comisiones rogatorias y obtener información bancaria sobre los movimientos de sus cuentas en el Principado y que acabó unificándose con la que tenía en marcha la Audiencia Nacional.
En el escrito en el que pide penas de entre ocho y 29 años para los Pujol, la Fiscalía inicia su exposición de hechos remitiéndose precisamente a la carta de confesión de Jordi Pujol, una prueba que resulta clave para las acusaciones y que fue realizada por el propio expresident sin intervención de la brigada política.
La Fiscalía apunta que con el objetivo de determinar la veracidad de la denuncia formulada por la expareja del primogénito de los Pujol se acordaron varias diligencias para acreditar el blanqueo de fondos. La relación de Victoria Alvarez con el comisario Villarejo coloca su testimonio en una posición delicada, dado que las defensas podrían enmarcarlo en las maniobras parapoliciales del grupo de mandos liderado por Villarejo que ya estuvieron a punto de contaminar la causa por el pendrive con información de los Pujol.
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