Desalojan hasta tres bloques cercanos al que se hundió en Badalona ante la propagación de grietas
Las alarmas han saltado definitivamente en los bloques de viviendas contiguos al edificio que se hundió el pasado 6 de febrero en Badalona. En poco más de 24 horas las autoridades han optado por desalojar dos edificios por la propagación de unas grietas que preocupan a los técnicos, y ya son cuatro los inmuebles vaciados (entre ellos, el que se derrumbó y dejó tres víctimas mortales).
La Generalitat ha creado un gabinete de crisis para gestionar la situación, puesto que ya se cuentan hasta 76 pisos desalojados y el temor es que estén en riesgo todos los 22 bloques de la misma manzana –con 420 viviendas– que se construyeron en la misma época, durante la década de 1950. Esta miércoles cundía la preocupación también entre los vecinos.
Después de desalojar los bloques 7 y 11 de la calle Canigó, contiguos al que se hundió, el Ayuntamiento estaba llevando a cabo una inspección de urgencia a todos los edificios de la manzana. Precisamente en la primera supervisión, la del bloque 5, los técnicos de la empresa SeguiArc han detectado las grietas y se ha ordenado su evacuación. Las grietas que se han detectado en ese bloque estaban en uno de los bajos, según ha detallado el concejal de Territorio del Ayuntamiento de Badalona, Dani Gracia.
“Las grietas son preocupantes. Podría haber un derrumbe en cualquier momento”, ha explicado el concejal. Por ahora no se puede descartar “ningún escenario”, ha añadido, “iremos bloque a bloque y trabajarán tres equipos para ir lo más rápido posible”.
Otra actuación en marcha es el análisis de las cubiertas de los edificios con el dron de la Guardia Urbana. Los técnicos quieren evaluar el estado de las terrazas y los tejados, los pesos que soportan y si se han realizado modificaciones que puedan afectar a la fragilidad de la estructura, de acuerdo con lo que se cree que pudo ocurrir en la finca derrumbada. Por otro lado, y con los vecinos ya fuera de casa, los bomberos han empezado a apuntalar el edificio por dentro.
Como en el resto de casos, el desalojo es “indefinido” hasta que no se pueda garantizar la seguridad de los inquilinos. Una de las vecinas afectadas del bloque del número 5, Soledad Fernández, asegura estar “asustada” y al mismo tiempo “agradecida” por la prevención con la que se está trabajando. “Ya nos lo temíamos”, añade otro de los vecinos de la finca, que alerta del “efecto dominó” de desazón y desalojos: “Ahora ya sufren los del 3 y los del 1”.
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