La Coordinadora Obrera Sindical (COS), un sindicato que se sitúa en el ámbito de la izquierda independentista, ha iniciado una batalla contra la precariedad laboral. Y lo hace enfrentándose con uno de los grandes gigantes de la distribución: el grupo Decathlon. La organización sindical quiere denunciar el alto número de contratos temporales que el grupo tiene en sus centros y insta a la sociedad francesa a iniciar conversaciones. En caso de que la firma no mueva pieza, ha convocado huelga indefinida en todos los establecimientos en España.
¿Qué lleva a un sindicato a enfrentarse a una gran multinacional? Oriol Pintos, su responsable de acción sindical, resume los motivos del desafío. “La empresa abusa de los contratos temporales, de los que hace una utilización en fraude de ley”, dice. Según el sindicalista, el grupo de distribución, de productos deportivos y de vestimenta, tiene a la mayoría de sus trabajadores, especialmente a los más jóvenes, con contratos precarios. “Lo usual es que se contrate a una persona por dos o tres meses y luego se la eche y se contrate a otra”. Por ello, un grupo de trabajadores de las tiendas catalanas de Decathlon decidieron afiliarse a la COS, que constituyó una sección sindical. La organización constató las irregularidades que denuncia y se intentó poner en contacto con la empresa, sin recibir respuesta. Ante esto se ha iniciado una campaña de denuncia con concentraciones a las puertas de algunos establecimientos y se ha convocado una huelga indefinida a partir del 11 de este mes.
Pintos explica: “nosotros hemos decidido actuar. Sabemos que hay otros sindicatos en la empresa pero tienen posiciones inmovilistas y está bien que se muestre que hay alternativas”. El alto nivel de personas con contratos temporales, según este responsable, hace que en tiendas con 20 empleados sólo dos o tres tengan contratos fijos y el resto tenga que pasar cada tres meses por la incertidumbre de la renovación. Quizás este alto grado de precariedad hace que haya menos miedo a un enfrentamiento directo con una empresa de la que se tiene la certeza que hagas lo que hagas no te volverá a contratar, explica uno de los empleados en la sociedad, que no quiere identificarse.
Concentraciones
Vaya como vaya la protesta, una de sus motivaciones, el reconocimiento del pequeño sindicato por parte de la empresa, quizás se logrará. Un trámite obligado antes de realizar una huelga es la conciliación entre las partes, prevista para el 10 de octubre. Allí se intentará iniciar contactos para solucionar el problema que lleva a los trabajadores a convocar el paro indefinido.
La huelga se ha convocado en todo el territorio donde opera la COS: el Principado, la Comunidad Valenciana y las islas Baleares. Por ello, han presentado la petición de paro en el conjunto del Estado español, aunque ellos hayan decidido concentrar sus esfuerzos allí donde tienen incidencia.
“Las huelgas de una jornada no sirven para nada”, afirma el responsable de acción sindical. La idea que la organización obrera tiene es presionar con acciones, tanto dirigidas al colectivo de trabajadores como los consumidores para obligar a Decatlhon a negociar y mejorar las condiciones de sus empleados.
La primera concentración ya la han hecho en Barcelona, ante la tienda de la calle de la Canuda, y no descartan hacer otras delante de la tienda de la Diagonal. Así, irán dosificando las acciones en un crecendo, aseguran.
Descenso de ventas
Decathlon facturó en España el año pasado 1.338 millones. Su beneficio fue de 97 millones. Esto supone un descenso en las ventas del 3,6% y del 5% en las ganancias. Para afrontar esta ligera caída de las ventas el grupo comunicó a sus 12.000 trabajadores que les congelaba los salarios durante tres años. Además, les hará trabajar 25 horas más al año y les retira algunos extras.
El grupo francés tiene un centenar de tiendas en España. En los últimos meses ha abierto centros en Extremadura y prevé abrir centros en Ciudad Real y Canarias. Por el contrario cerró un almacén de 3.000 metros cuadrados en Calatayud a causa de las pérdidas.