El Govern se plantea que la desescalada llegue más tarde a Barcelona y su área metropolitana
Barcelona y su área metropolitana tardarán en avanzar en el proceso de desconfinamiento. Así se desprende de las palabra de la consellera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, que se ha mostrado preocupada por el mayor “riesgo de rebrote” que existe en la capital catalana y los municipios que la rodean, lo que previsiblemente hará que el 11 de mayo no pasen a la fase 1 de desescalada.
Vergés ya manifestó el lunes que hay cuatro regiones sanitarias catalanas más que preparadas para pasar de fase (Lleida, Camp de Tarragona, Alt Pirineu i Aran y Terres de l'Ebre), así como otras dos, Catalunya Central y Girona, que también podrían estarlo debido a su buena tendencia pese a que la primera tiene una elevada incidencia de contagios al incluir la zona de Igualada. Aun así, la consellera no ha acabado de despejar en una entrevista en TV3 las dudas sobre cuál será la propuesta definitiva que tienen que enviar antes del miércoles al Ministerio de Sanidad.
Sobre Barcelona, lo que preocupa es la suma de una incidencia de contagios todavía elevada y la particularidad del área metropolitana, con densidad muy elevada, municipios grandes y mucha movilidad entre ellos. “La tendencia es claramente a la baja, pero aún la alta incidencia nos conduce a unos diagramas de riesgo en los que todavía no estamos en la zona verde”, ha reconocido Vergés en referencia a las tres regiones sanitarias en las que divide la conurbación de la capital catalana: Barcelona ciudad, Metropolitana Sur y Metropolitana Norte.
En cuanto a un posible aislamiento de la ciudad de Barcelona respecto a las dos regiones que la rodean, puesto que su incidencia (100 casos por cada 100.000 habitantes) es superior a la de Metropolitana Sur (76) y Norte (74), Vergés no se ha mostrado muy convencida de que vaya a ocurrir. Aun así, ha asegurado que no supondría mayor problema de movilidad, porque implicaría impedir el paso entre la capital catalana y sus municipios colindantes para actividades como el consumo o el recreo, pero no para trabajar, puesto que tampoco se restringe ahora.
Vergés ha hecho referencia también al aumento de la capacidad de hacer pruebas PCR para avanzar en el desconfinamiento, algo que deberán garantizar los centros de Atención Primaria y en las primeras 24 horas desde que los enfermos presenten síntomas. Para liberar los ambulatorios para ello ha recordado que contarán con el programa Orfeu, con los centros de investigación catalanes, que calculan que podrán hacer por su cuenta 170.000 pruebas. El problema es que este plan se anunció a mediados de abril como solución inmediata contra la saturación de pruebas y hasta esta semana no se ha puesto en marcha.
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