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La pandemia reabre el debate sobre la precariedad del personal sanitario

Concentración del personal del hospital Clínic de Barcelona para pedir la devolución del 5% del salario.

Pol Pareja

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Cada tarde, a las 20h, buena parte de los trabajadores de los hospitales catalanes suspenden durante cinco minutos el ritmo frenético de las últimas semanas y se concentran en la puerta de sus centros con una petición muy sencilla: recuperar el 5% del salario que les quitaron en 2010. La protesta, que empezó en el hospital Clínic de Barcelona, se ha expandido al resto de recintos hospitalarios catalanes y pone de relieve la contradicción que sobrevuela al personal sanitario: a la misma hora en que todo el mundo les aplaude y les llama héroes, ellos salen a reclamar lo que se les debe.

Las reivindicaciones son diversas y afectan de manera distinta al personal sanitario, pero el descontento es transversal y coincide con las palabras de alabanza de las todas las formaciones políticas. A la reivindicación del 5%, que concierne a todo el personal, se le suma el descontento de muchos médicos que han visto como se ha reducido sustancialmente su nómina –en ocasiones hasta la mitad– durante las últimas semanas a pesar de los esfuerzos y los riesgos tomados durante este periodo.

La razón es que casi todos los médicos se han reorganizado en turnos de 12 horas y han perdido la posibilidad de hacer guardias, que servían a muchos profesionales –especialmente los más jóvenes– para complementar el sueldo. “Para un médico joven, las guardias pueden suponer casi la mitad de su nómina”, apunta Jordi Cruz, médico de urgencias en el hospital de Mataró y presidente del sindicato Metges de Catalunya.

En el colectivo médico no solo cunde la sensación de que no les pagan como merecen, sino de que la pandemia está empeorando unas condiciones laborales ya de por sí precarias. “Algunos residentes se han quedado estos meses con un sueldo de 1.000 euros pelados a pesar de estar en primera línea”, remacha Cruz.

Un recorte que nunca se revirtió

Hace 10 años, en lo más profundo de la Gran Recesión, todos los funcionarios del Estado vieron recortado su salario un 5%. La Generalitat hizo lo propio y también decretó la misma bajada para los trabajadores públicos catalanes. Desde entonces, nadie ha recuperado este porcentaje. “La medida del 5% era en principio algo transitorio para la crisis de 2008 pero se ha acabado consolidando”, apunta Xavi Tarragón, del comité de empresa del Hospital del Mar.

La reivindicación de recuperar esta parte del salario hace años que existe, pero había quedado invisibilizada hasta el punto de que algunos trabajadores que se han incorporado al mercado laboral durante la última década ni siquiera eran conscientes de ese recorte. El porcentaje puede llegar a suponer entre 3.000 y 4.000 euros menos al año para un médico y unos 1.500 para un auxiliar sanitario.

La petición, surgida desde el Clínic pero que afecta por igual a todos los trabajadores públicos catalanes, logró incluso llegar al Parlament: en octubre se aprobó una moción de la CUP -con el apoyo de PP, Comuns y la abstención del resto de fuerzas- para devolver a los funcionarios ese 5% . La indignación, sin embargo, surgió la semana pasada cuando JxCat, ERC y los Comuns dejaron fuera de los nuevos presupuestos esa recuperación salarial.

“A las 20 h pararon el pleno de los Presupuestos para salir a aplaudir a los sanitarios, pero al mismo tiempo votaban en contra de mejorar nuestras condiciones”, se queja Vicenç Ortega, auxiliar sanitario del Clínic y uno de los impulsores de la reivindicación. “Este doble discurso ha crispado mucho al personal”. Fue entonces cuando la protesta empezó a extenderse por el resto de hospitales catalanes.

“Habíamos sido muy respetuosos, pensábamos que tal vez no era el momento para protestar pero nos ha tocado mucho las narices la hipocresía de los políticos”, añade Tarragón, del hospital del Mar. “Han desaprovechado una oportunidad real para materializar todos los halagos en algo tangible”.

Las fuentes consultadas recuerdan que, aparte del mencionado 5%, hay que sumarle los recortes que lastraron el sistema sanitario catalán a principios de la década y el hecho de que Catalunya tiene, de momento, los presupuestos prorrogados desde 2017. Entre 2011 y 2013, los recortes en la sanidad catalana superaron los 1.600 millones de euros. Desde 2015 se empezó a recuperar la inversión pero sin llegar nunca a los niveles de la década pasada.

El Govern ofrece 30 millones

El lunes, el conseller de Polítiques Digitals i Administració Pública, Jordi Puigneró, propuso dedicar al personal sanitario una retribución extraordinaria, presupuestada en 30 millones de euros, sacados de los llamados fondos adicionales de incrementación salarial del personal público, unos fondos asignados por el Estado y que se quedaron pendientes de distribuir en 2019.

La propuesta no ha gustado ni a los médicos ni al resto del personal sanitario, que insisten en que no quieren “limosnas”, sino recuperar el salario que les corresponde. “Lo que pedimos es una medida estructural y consolidada, no un premio puntual”, responde Jordi Cruz, de Metges de Catalunya.

Los representantes sindicales también explican que estos 30 millones solo se aplicarían a los trabajadores del ICS, quedando todo el resto de personal y empleados de centros concertados fuera de la medida. “Será un parche que no arreglará el problema y no dejará a nadie contento”, añade Ortega, del Clínic.

Aparte de la recuperación del 5%, los médicos han pedido al Govern acabar con la reducción de salarios que les ha supuesto el fin de las guardias. En una reunión telemática con el 'número dos' de Salut, Adrià Comella, y la directora del área de organizaciones profesionales, Sara Manjón, reclamaron que los salarios se paguen teniendo en cuenta lo que cobró cada facultativo de media en enero y febrero. También han solicitado un criterio único para determinar a cuánto se paga cada hora extra que están trabajando estos días.

“Que se dejen de golpecitos en la espalda y palabras de agradecimiento”, remacha Jordi Cruz, el médico de urgencias de Mataró. “La mejor manera de premiar nuestro esfuerzo es devolviendonos el salario que nos corresponde”.

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