El 52% de la población del área de Barcelona está a favor de la unión del tranvía por la Diagonal
Más de la mitad de la población que vive en los municipios de Barcelona en los que circula el tranvía están a favor de que este transporte se conecte por la avenida Diagonal de Barcelona. Según una encuesta de Feedback encargada por la empresa Tram en octubre, el 52,4% apoya la infraestructura que este viernes se somete a votación, mientras que solo el 24,1% la rechaza y al 15,7% le resulta indiferente. Aun así, si nada cambia en el plano político, la unión del tranvía deberá guardarse en un cajón, puesto que obtendrá solo los votos favorables de Barcelona en Comú y el PSC, lejos de la mayoría del pleno.
El entusiasmo por conectar los 3,6 kilómetros de la Diagonal que separan ambos tramos de tranvía varía en función del municipio. De las nueve localidades que participan en esta encuesta, en Sant Just Desvern, Sant Feliu de Llobregat o Sant Adrià del Besòs el 'sí' al tranvía supera el 70% de los encuestados. En Barcelona lo apoya el 48,7%, mientras que los que lo rechazan son menos, el 29,5%, en una ciudad en la que el uso de este transporte es menor que en el resto del área metropolitana, puesto que cuenta con la red de metro.
Los principales argumentos que arroja la encuesta para defender la conexión de este transporte son que mejoraría la conectividad de la red pública de transportes (41%) y la movilidad de la ciudad en general (40%). Por contra, de entre los que se oponen un 46% lo hace porque teme que dificulte “todavía más” la circulación en la que es una de las principales avenidas de entrada y salida de la ciudad.
Uno de los resultados que más destaca es el grado de aceptación del tranvía según los votantes de cada partido. Formaciones como ERC, Ciudadanos o la CUP, que previsiblemente se opondrán a la obra, tienen un electorado que la apoya en un 56%, 54% y 77%, respectivamente. También hay mayoría a favor de la conexión por la Diagonal en Barcelona en Comú (58%) y PSC (52%). En el caso del PDeCAT, los que están a favor son menos del 30%.
La negativa de ERC
El Gobierno de Ada Colau está especialmente dolido con la negativa de ERC, a quienes acusan de electoralismo en su decisión. No entienden cómo la formación que representa Alfred Bosch votará en contra de una infraestructura que llevan en su programa electoral, más cuando aseguran que les han hecho concesiones, como por ejemplo conectar de entrada un tramo más reducido (de plaza Glòries a Verdaguer) y pactar un protocolo con la Autoridad Metropolitana del Transporte (ATM), el organismo de quien depende en realidad la infraestructura, para revisar la tarifa técnica (lo que cobra la empresa por cada viaje).
Pero desde ERC se mantienen en sus trece. Aseguran que lo que ellos pedían era no un protocolo, sino un convenio con la ATM en el que se especifique quién se llevará los beneficios que deje el nuevo tramo del tranvía. Bosch cree que el Ayuntamiento no debería adelantar los 200 millones que cuesta la obra si la gestión del tranvía se mantiene en manos privadas. Algo a lo que Barcelona en Comú ya ha contestado argumentando que no pueden asumir el coste de retirar la concesión a la empresa Tram –costaría entre 220 y 400 millones–, con lo que su compromiso pasa por asumir la gestión pública en cuanto venza el contrato, en 2032.
En el caso de la CUP, también se opone al proyecto actual del tranvía por la gestión privada. PDeCAT y PP ya dejaron clara su negativa y defienden como alternativa una línea de autobús eléctrico, el D30. Por último, Ciudadanos no se ha mostrado nunca contrario a la conexión, pero tampoco la ha considerado una prioridad, con lo que pocos esperan de ellos que acabe dando el 'sí' a las obras.