La Generalitat Valenciana quiere copiar el modelo de aparcamiento de aviones de Teruel en el aeropuerto de Castelló

El aeropuerto de Castelló, rescatado el pasado mes de diciembre después de que la Generalitat Valenciana asumiera su gestión (hasta entonces en manos de la multinacional canadiense Edeis), podría seguir los pasos del aeródromo de Teruel para convertirse en un 'aparcamiento' y taller para aeronaves. Así lo ha anunciado este martes el president Ximo Puig, quien ha avanzado la tramitación de un proyecto para la puesta en marcha de un centro de mantenimiento en esta infraestructura.

El consejo de administración de la sociedad pública Aerocas, que gestiona el aeropuerto, ha acordado impulsar nuevas iniciativas de desarrollo y diversificación del aeropuerto de Castellón, entre las que se encuentra también una plataforma industrial. Se trata de diversificar la actividad del aeródromo para consolidarlo como un “elemento de vertebración del territorio y de generación de puestos de trabajo cualificados”.

Uno de los “objetivos estratégicos” del Consell es generar en torno a esta infraestructura, en colaboración del sector privado, “un polo logístico y empresarial vinculado al sector aeronáutico, compatible con su orientación turística”, tal y como ha explicado el presidente.

2,4 millones de euros

El consejo de administración de Aerocas ha aprobado los pliegos de condiciones para licitar las obras y la dirección de obra de la nueva plataforma industrial del aeropuerto. Este proyecto, con un presupuesto de licitación de 2,4 milones de euros, permitirá habilitar una zona dedicada al estacionamiento, mantenimiento y desmantelamiento de aviones.

La actuación abarca una superficie de casi 28.000 metros cuadrados, ampliables en posteriores fases, e incluye la creación de una zona pavimentada de 6.000 metros cuadrados, una explanada anexa en zahorras de 21.900 metros cuadrados para estacionamiento de aeronaves y una vía de acceso. El plazo de ejecución de las obras es de cinco meses.

La nueva plataforma concentrará la actividad industrial del aeropuerto, atendiendo la demanda de espacio de las empresas que operan en la actualidad y de otras que puedan incorporarse. Además, permitirá liberar la plataforma comercial de estas actividades.

En la actualidad, el aeropuerto acoge a dos empresas dedicadas al estacionamiento y desmontaje de aviones: eCube Solutions y Jet Aircraft Servicies (JAS).

Centro de mantenimiento

Por otra parte, el consejo de administración de Aerocas ha aprobado la aceptación y publicación de la solicitud presentada por la empresa Brok-air Aviation Group para el alquiler de espacio, durante un periodo de 15 años, con el fin de poner en marcha un centro de mantenimiento de aviones.

Las normas de Aerocas establecen que, cuando se reciben propuestas de este tipo, una vez analizadas y aceptadas, se publicitan para que cualquier empresa pueda formular ofertas alternativas.

Brok-air es una empresa española especializada en servicios de mantenimiento aeronáutico. La compañía ha presentado a Aerocas un proyecto de implantación en el aeropuerto en tres fases.

La primera abarca una superficie de 22.000 metros cuadrados e incluye la construcción de un hangar de dos posiciones, de 60 metros de largo por 120 de ancho, para mantenimiento de aviones de la familia A320 y B737. En las siguientes fases hay previstas nuevas instalaciones hasta completar los planes de expansión de la empresa.

La previsión de la compañía es generar, entre puestos directos e indirectos, alrededor de 200 empleos en la primera fase del proyecto.

La materialización de esta iniciativa está ligada a la ejecución de la plataforma industrial. Para poder operar antes en el aeropuerto de Castellón, Brok-air ha formulado una segunda petición consistente en la construcción de un hangar provisional, de 60 metros de ancho por 60 de largo, donde desarrollar transitoriamente su actividad durante un plazo aproximado de un año.

Conexión con Bilbao

El consejo de administración de Aerocas ha ratificado un acuerdo con la aerolínea Volotea para operar este verano, si las circunstancias lo permiten, una ruta a Bilbao en sustitución de la prevista a Marsella, que se retomará el próximo año. Esta decisión responde a la necesidad de adaptarse a las actuales circunstancias excepcionales y a las perspectivas del sector aéreo y turístico, derivadas de la crisis de COVID-19.

La de Bilbao se convertirá en la primera conexión nacional regular que ofrece el aeropuerto. La ruta operará durante 15 semanas, entre julio y octubre, con dos frecuencias semanales. La prevision de la aerolínea es alcanzar los ocho mil pasajeros y pasajeras en el tiempo en que esté vigente.

Volotea planteó a Aerocas la necesidad de modificar este año la ruta prevista a Marsella, apostando por un destino nacional, “ya que todo apunta a que la reactivación del tráfico aéreo comercial empezará por los vuelos domésticos y que la demanda internacional tardará en recuperarse”, ha explicado el conseller de Política Territorial, Arcadi España, quien considera que la presente campaña turística “va a estar muy ligada al mercado nacional, de ahí la importancia de una conexión aérea con un mercado emisor tradicional para Castellón como es el País Vasco”.