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La cruz franquista que ha fraguado la confluencia ultra de PP y Vox para gobernar en Elche

Pablo Ruz (PP) a la derecha y Aurora Rodil (Vox) en el centro, con la candidata de Ciudadanos, en un acto de defensa de la cruz franquista.

Toni Cuquerella

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Alcanzar el gobierno de Elche evitando que lo haga la lista más votada –la del PSPV– no es lo único que une al PP con la extrema derecha. En la capital del Baix Vinalopó, durante los últimos años, otra lucha ha unido a toda la derecha: salvar la cruz franquista del paseo de las Germanías del cumplimiento de la ley.

El símbolo de la dictadura, levantado en 1939, fue como todas las cruces de ese tipo, un homenaje dedicado a 'los caídos' del bando franquista. Así fue incluida en el catálogo de vestigios de la Guerra Civil y la dictadura aprobado por la Generalitat Valenciana el pasado mes de noviembre, por lo que se dio un plazo de un mes al ayuntamiento para retirar este monumento franquista. Pero tanto PP como Vox niegan la mayor en Elche y la defienden como todo lo contrario, como un símbolo de unión.

El candidato del PP y futuro alcalde de la ciudad, Pablo Ruz, afirmó que “con el advenimiento de la democracia la cruz fue desprovista de los elementos políticos que la vinculaban con el régimen de 1939 y convertida, de hecho, en cruz en memoria de todos los fallecidos en la Guerra Civil. Así, todos los alcaldes socialistas (Pastor, Rodríguez, Maciá y Soler) la entendieron y la preservaron. No queda ningún elemento que pueda asociar esa cruz con ningún régimen ni doctrina política. Además, la cruz es un signo religioso incardinado en nuestra cultura occidental”.

Por su parte Aurora Rodil, número uno de Vox en Elche, aseguró: “La cruz es un símbolo cristiano de paz y concordia, por mucho que este gobierno socialcomunista quiera enfrentarnos ocultando la realidad. Una cruz jamás tendrá ideología. Seguiremos al frente en la defensa de esta cruz y de cualquier otro símbolo religioso ante los que pretendan borrar de nuestra memoria, nuestra historia y nuestros valores. Logramos que persista en pie y estamos convencidos que con el apoyo de los ilicitanos así seguirá”.

Un monolito para 'la Pasionaria'

Esta posición contrasta con la que tuvo el anterior gobierno municipal del PP, que en julio de 2011, menos de un mes después de asumir la alcaldía Mercedes Alonso, retiró un monolito dedicado a Dolores Ibárruri 'la Pasionaria'. Una retirada que fue calificada de “exilio” por las fuerzas progresistas, que devolvieron el homenaje a la dirigente comunista en 2017 cuando volvió el gobierno progresista y le puso su nombre al jardín donde estaba ubicado el homenaje

¿Pero, por qué sigue en pie esta cruz franquista? El gobierno municipal de Elche, conformado por PSPV y Compromís hasta ahora, mostró su decisión de retirar este homenaje fascista durante este mandato, y así lo manifestó el todavía alcalde de la ciudad en funciones, el socialista Carlos González, en 2021 cuando afirmó en la televisión local que “todo el mundo sabe por qué está esa cruz en la plaza. Es un símbolo del franquismo”. A partir de aquí el gobierno local se puso manos a la obra para retirarla y la derecha a organizarse para impedirlo.

El medio para sacar a la cruz del espacio público se pensó a través de una reurbanización del paseo de las Germanías que modernizara el actual, que data de los años 60 del siglo XX. En este proyecto, además de la retirada de la cruz, se ha proyectado la musealización del refugio antiaéreo que existe en el subsuelo, pero ha tropezado con numerosos escollos.

El PP ha sido el primero en querer evitar el proyecto y por ello llegó a pedir en un pleno que el paseo fuera declarado Bien de Relevancia Local “para todo el conjunto del actual Paseo de Germanías: cruz, refugio y árboles singulares”, y “también confirmar la resignificación de la Cruz” como “Cruz de la Concordia: como signo de reconocimiento del gran pacto nacional conseguido en la Transición”. Como representante de Vox, Rodil, en la misma sesión municipal, criticó las intenciones del ejecutivo local afirmando: “Nuestros abuelos se han reconciliado mientras que sus nietos o bisnietos quieren la guerra”. Palabras que fueron calificadas de “guerracivilistas” por parte del alcalde, que ordenó que se retiraran del acta de la sesión.

Con todo, el proyecto de remodelación del paseo fue impulsado en 2022 y hubo un intento fallido de licitación en septiembre, después de que se presentara una única empresa y el ayuntamiento la descartara por no cumplir con todos los requisitos mercantiles. Vuelta a empezar, pero con cambios.

Tras este primer intento, empezaron los problemas en los tempos de las obras: el proyecto tiene una financiación del 50% de fondos europeos, pero supone que deben estar terminadas a finales de 2023, y quitar la cruz podría retrasar el inicio de las obras al tercer o cuarto trimestre de 2023, cuando durarían entre 8 y 10 meses. Por ello el alcalde manifestó que la retirada de la cruz iría “en paralelo” a las obras, y esto supuso que se posponía la cuestión al siguiente mandato, sorteando la ejecución de un tema polémico durante las elecciones. La nueva licitación se publicó en diciembre, todavía no está adjudicada a mitad de año y el Ayuntamiento ya empezó a gestionar la prórroga a través de la Federación Española de Municipios y Provincias.

Por el camino se constituyó la plataforma ‘Defiende la cruz de Paseo de Germanías’, impulsada por la propia dirigente de Vox. Eso ha supuesto la judicialización del caso y ha contado con apoyos como los de Abogados Cristianos en la recogida de firmas para pedir que no se retire el monumento franquista. PP, Vox y Ciudadanos apoyaron una manifestación que tuvo lugar el pasado 23 de abril para reivindicar la pervivencia del símbolo franquista.

En la campaña electoral la polémica cruz fue uno de los temas de más ardor local. Vox incluso se hizo la foto electoral a los pies del monumento franquista. Con las elecciones se ha producido un vuelco de mayorías y un pacto PP-Vox (Ciudadanos desaparece del pleno municipal). El nuevo gobierno local hereda los proyectos que proceden del anterior mandato. El popular Pablo Ruz, que será alcalde, ya se ha referido a la reurbanización del paseo de las Germanías y ha afirmado que mantendrá la intervención, pero que la cruz de los caídos no se toca.

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