Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

La deportación a Alemania de un guardia nazi del campo de Neuengamme anima a los descendientes españoles de las víctimas a investigar

El exguardia del campo de concentración de Neuengamme, Friedrich Karl Berger.

Lucas Marco

8

Friedrich Karl Berger, un anciano de 94 años que vivía desde 1959 en Estados Unidos, será deportado a Alemania por el Departamento de Justicia al haber prestado un “servicio voluntario como guardia armado en un campo de concentración”, según la jueza estadounidense Rebecca L. Holt.

El hombre vivía en Tennessee y seguía cobrando una pensión de Alemania que incluía su servicio durante la II Guerra Mundial. “Berger era parte de la maquinaria de opresión de las SS que mantenía a los prisioneros de los campos de concentración en condiciones atroces de confinamiento”, dijo el fiscal general adjunto Brian A. Benczkowski, de la División Criminal del Departamento de Justicia.

Desde 1979, cuando se puso en marcha el programa del Departamento de Justicia para investigar a los “perseguidores nazis”, ha habido casos contra 109 personas. “En los últimos 30 años, el Departamento de Justicia ha ganado más casos contra personas que participaron en la persecución nazi que las autoridades judiciales de todos los demás países del mundo juntas”, indica el comunicado que anuncia la deportación a Alemania del exguardia nazi.

El tribunal estadounidense que ordenó la deportación de Berger sostiene que el anciano sirvió en un subcampo de Neuengamme, cerca de Meppen, en el que había “judíos, polacos, rusos, daneses, holandeses, letones, franceses, italianos y opositores políticos”.

La lista de nacionalidades olvida a los, al menos, siete españoles que pasaron por aquel recinto del horror nazi. El investigador Antonio Muñoz Sánchez, de la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, ha localizado a siete ciudadanos españoles que figuran en los Arolsen Archives, el mayor archivo del mundo sobre víctimas de la II Guerra Mundial y del nazismo y con el que la URV mantiene un convenio para investigar sus fondos.

“Nos está permitiendo encontrar decenas y decenas de nuevos deportados españoles”, explica a eldiario.es por correo electrónico el historiador Antonio Muñoz. La investigación también se centra en localizar a los descendientes de las víctimas españolas para que puedan heredar los objetos que les fueron requisados, tal como informó este diario.

El campo de Neuengamme tenía a su vez una red de 80 subcampos, explica Muñoz. El de Meppen, al que fue destinado Friedrich Karl Berger, estaba situado cerca de la frontera holandesa y fue muy efímero: “Se creó para presos que tenían que construir infraestructuras para parar el avance de los aliados”, señala el historiador de la URV.

Así, en los Arolsen Archives el investigador ha localizado a siete españoles que pasaron por aquel subcampo. De algunos poco se sabe más allá de su identidad y su fecha de nacimiento. Pedro Tola González, nacido en Valladolid el 20 de octubre de 1891, era panadero y probablemente fue deportado desde Burdeos (Francia). Miguel Sosa Tostado, nacido en Miajada (Cáceres) el 1 de diciembre de 1915; Vicente Ferrando Bostella, nacido en Maó el 5 de enero de 1908; y otro hombre sin identificar nacido en 1904, completan la lista de aquellos españoles de los que no se tienen, por el momento, demasiados datos.

Los descendientes de otros españoles que pasaron por el subcampo de Meppen han podido recuperar algunos objetos personales de sus seres queridos. Es el caso de los familiares de Ángel Casaus García, nacido en Uncastillo (Huesca) el 1 de marzo de 1903, que el pasado año recuperaron su reloj. Los descendientes de Juan Vila Bataller, nacido en Girona en 1921 y deportado a Neuengamme en 1944, también recuperaron sus objetos recientemente.

El investigador de la URV Antonio Muñoz intenta ahora localizar, entre muchos otros, a los descendientes de Antonio Jiménez Ramos, nacido en Baena (Córdoba) el 18 de diciembre de 1910 y deportado al subcampo de Meppen, para que recuperen una estilográfica depositada en los Arolsen Archives.

Balbina Rebollar, del Amical de Neuengamme e hija de una víctima de los campos nazis, celebra la deportación del ex guarda nazi y destaca el infatigable trabajo del historiador Antonio Muñoz para localizar a los familiares y entregarles los objetos requisados. “Somos un grupo de familias, algunos amigos y colaboradores e intentamos que la gente conozca la historia de este campo”, cuenta por teléfono.

Balbina, hija de Evaristo Rebollar (deportado en 1944 a Neuengamme) se dedica ahora a divulgar mediante charlas y conferencias la experiencia de los españoles en los campos de concentración nazis y la historia de su padre. Una de las familias que forman parte del Amical de Neuengamme ya pudo recuperar los objetos que los nazis requisaron a su ser querido.

“Todos tenemos la misma sensación de que hay un gran olvido en este país sobre los españoles que hubo en Neuengamme”, dice Rebollar.

Etiquetas
stats