“Las elecciones no son un castigo pero si un toque de atención para Puig y Oltra”
El PP ha ganado las elecciones generales en la Comunidad Valenciana con un 40% más de votos que hace 13 meses, cuando perdió estrepitosamente la Generalitat en los comicios autonómicos. Mejora en la autonomía sus resultados en España -35,39% contra 33,03%- y, de sumar sus votos con Ciudadanos (en total, 1.300.000), el centroderecha superaría claramente a la izquierda: A La Valenciana más el PSOE se quedan en 1.200.000 apoyos. ¿Han castigado el 26 de junio los valencianos al Consell de Ximo Puig y Mónica Oltra? ¿Han premiado al PP liderado por Isabel Bonig?
La respuesta a ambas preguntas es no. “Se ha votado en lógica española”, dice Anselm Bodoque, profesor de Ciencias Políticas en la Universitat de València. De la misma opinión es Antonio Alaminos, catedrático de Sociología Matemática en la Universidad de Alicante y especialista en métodos y técnicas de investigación social. “El debate autonómico no ha influido en estas elecciones”.
“Históricamente, en las generales la Comunidad Valenciana siempre vota en clave estatal. Otra cuestión es que A La Valenciana haya defraudado las expectativas a la hora de movilizar el voto con un discurso inspirado en el Consell”, el gobierno a la valenciana tanta veces invocado por Pablo Iglesias, explica Aida Vizcaíno, también profesora de Ciencias Políticas en la Universitat de València.
En resumen, los valencianos no han votado contra la gestión del gobierno del Botànic, formado por PSPV-PSOE y Compromís con el apoyo parlamentario de Podemos. Ni a favor de Isabel Bonig, la líder regional del PP. Extrapolar los resultados de unas generales al ámbito autonómico es un ejercicio técnicamente arriesgado, incluso incorrecto, pero el 26J deja otra lectura: Los populares no están, ni mucho menos, políticamente muertos en la Comunidad Valenciana.
“El electorado del PP está ahí. Ha sufrido mucho, pero si el partido hace sus deberes con renovación de liderazgo, mejora de imagen y cierta regeneración podría ganar, para gobernar, las autonómicas de 2019. Es un partido que depende de si mismo ya que tiene una base de votantes muy fuerte, lo que sucede es que en la Comunidad Valenciana ha sido un desastre”, dice Alaminos.
“Por debajo de un 70% de participación siempre gana el PP”, dice Vizcaíno. “No creo que haya habido voto de castigo a Puig y Oltra, pero el suelo electoral de la derecha es muy alto. Ahora, además, tiene un liderazgo fuerte con Bonig, que da la sensación de haber limpiado el partido de corrupción y proyecta una imagen nueva. Nadie sabe lo que pasará, pero no es descabellado pensar que el PP pueda ganar” las próximas elecciones autonómicas.
Bodoque descarta “cualquier voto de castigo” al Consell, pero cree que sí se puede hablar de “toque de atención”. “Los resultados deberían alertar al gobierno valenciano, que parece tener problemas para rentabilizar su discurso y acción de gobierno”. La tesis de Bodoque es clara: El pacto del Botànic ya perdió las elecciones de diciembre y ahora ha perdido las de junio. Aunque la extrapolación de resultados es muy discutible, los análisis que preveían, tras la “hostia” de mayo de 2015, una larga travesía por el desierto para el PP, fueron, tal vez, prematuros y exagerados.