La importancia del relato

Ante un mismo hecho encontramos distintas explicaciones, unas intentan ser objetivas, otras formuladas desde el conocimiento o desconocimiento parcial de las cosas hacen una interpretación sesgada de los hechos, en cambio otras conociendo todos los hechos se traducen en explicaciones ventajistas que sirven, a menudo para disfrazar o diluir otras realidades.

Tomemos como ejemplo las declaraciones del Secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, en las que apuntaba a la supuesta preferencia del Partido Socialista en recibir el apoyo de Ciudadanos, en una hipotética investidura de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno, respecto del apoyo que supondría el voto a favor o abstención, en su caso, de los votos independentistas.

Ante un mismo hecho distintas explicaciones. Para algunos, sobre todo los vinculados a la izquierda política, es una declaración de gravedad puesto que indica la preferencia del previsible ganador de las elecciones generales del 28 de abril a la hora de celebrar futuros pactos de gobierno. En cambio, para otros, sobre todo vinculados al universo de la derecha, no es más que una señal de la ansiedad del PSOE por asegurarse la gobernanza aunque sea pactando con un partido de derechas como es Ciudadanos.

Como podemos apreciar ante un mismo hecho distintas explicaciones lo que concluye inevitablemente en distintos relatos.

Cuando analizamos los hechos pasados e intentamos encontrar una explicación, es frecuente que nos encontremos también con relatos distintos, incluso contradictorios que dificultan analizar con objetividad los hechos.

Suele pasar que la “verdad” de las cosas permanece oculta bajo los intereses que de parte o partes se ocupan en lanzar rápidamente el relato que facilite la explicación de lo sucedido evitando así el análisis.

Utilizando el ejemplo tomado al inicio de este artículo podríamos afirmar que los relatos del mundo de la derecha y también los del de la izquierda no hacen más que aprovechar la descripción de los hechos con el claro objetivo de intentar sacar el máximo rédito político, cada uno en su línea. Así a las tres derechas les interesa confeccionar un relato que dibuje al Partido Socialista como alguien ajeno a la legitimidad y capaz de hacer una cosa y su contraria con tal de “okupar” el timón del gobierno español el máximo tiempo posible. ¿Por qué razón? Pues por algo obvio, porque quiere evitar que la gente que se sitúa en el universo de la centralidad política y de la moderación pueda verse reflejado en las posturas del partido socialista y migre con ello su voto, lo que supondría un flujo importante de votos hacia el PSOE.

Por otro lado, las izquierdas que se declaran ubicadas a la izquierda del propio PSOE esbozan el relato realzando la capacidad de los socialistas para llegar a acuerdos como un peligro para sus reivindicaciones, como una clara declaración de renuncia política que hace presagiar un futuro gobierno débil frente a los poderosos. ¿Cuál es su interés? Pues evitar que los y las españolas que defienden los principios básicos de igualdad de oportunidades y justicia social, los que aspiran a un estado moderno y solidario, puedan ver en estas declaraciones un proyecto de futuro sólido y estable que consolide el estado de bienestar y avance en el camino de la corrección de las desigualdades, evitando así un flujo de votos que en anteriores ocasiones buscaron refugio en opciones más extremas y que hoy afrontan el futuro con mayor pragmatismo.

Solo la capacidad de análisis puede ayudar a construir los propios relatos sin engullir los que otros fabrican para nosotros y nosotras, pero me temo que esto ya es materia de otro artículo.