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La Comunitat Valenciana sufre su peor verano de incendios de la última década con cerca de 35.000 hectáreas arrasadas

Los bomberos combaten el fuego en la zona de Bejís.

Miguel Giménez

València —

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España sufre este verano el peor año en superficie quemada a causa de los incendios forestales en casi tres décadas, y la Comunitat Valenciana no es una excepción. Con más de 285.000 hectáreas arrasadas este año, España se ha convertido en el epicentro de los fuegos más salvajes que asolan el suroeste de Europa desde el pasado mes de junio.

La Comunitat Valenciana está padeciendo su peor temporada, en lo que a la lucha contra el fuego se refiere, de la última década. Con unas 35.000 hectáreas arrasadas y tres grandes incendios -el Ministerio de Transición Ecológica sitúa en este ámbito a aquellos fenómenos que afectan a una superficie mayor a las 500 hectáreas-, hay que retrotraerse a 2012 para encontrar un verano más aciago Esta cifra de terreno devastado supone que este año se ha quemado mucha más masa boscosa (unas 15.000 hectáreas más) que en los nueve años anteriores -entre 2013 y 2021-.

En junio de 2012 se registraron los dos mayores incendios en territorio valenciano de las últimas décadas: en Cortes de Pallás, en el Valle de Ayora-Cofrentes, el fuego -causado por maquinaria- arrasó 29.867 hectáreas en el que es el tercer mayor incendio de lo que llevamos de siglo en España; y 20.065 hectáreas fueron pasto de las llamas en un fuego provocado por una negligencia y declarado en la localidad de Andilla, en la comarca de Los Serranos. En total, cerca de 60.000 hectáreas de masa boscosa fueron pasto de las llamas aquel aciago verano.

En lo que llevamos de año -todavía no ha finalizado la temporada de peligrosidad por incendios forestales- se han registrado más de 1.150 fuegos a lo largo y ancho del territorio valenciano, tal y como reconocía esta misma semana el president Ximo Puig en declaraciones a la Cadena Ser, una cifra que dobla la cantidad de fuegos detectados en los últimos años. Y más importante que la cantidad de focos detectados, es la magnitud de los mismos: En Bejís -el incendio se declaró el pasado lunes 15 de agosto- ya son alrededor de 20.000 las hectáreas afectadas -con un perímetro de 140 kilómetros- y el fuego todavía no está controlado, mientras que en la Vall d'Ebo -el fuego, ya estabilizado, se inició el sábado 13 de agosto- las llamas arrasaron más de 12.000 y abarcaron un perímetro próximo a los 100 kilómetros. El primer gran incendio del verano en el territorio valenciano se produjo a principios de julio, en Venta del Moro amenazando al parque natural de las Hoces del Cabriel, y quemó una superficie próxima a las 1.500 hectáreas.

Incendio de Bejís

Más de 19.000 hectáreas quemadas en Castellón

Fuente: Copernicus

Incendio de Vall D'Ebo

Más de 12.000 hectáreas quemadas en Alicante

Fuente: Copernicus

Las llamas y el humo, además de amenazar a parajes naturales de enorme valor medioambiental, como las Hoces del Cabriel o la Sierra Calderona, han afectado directamente a la vida de las personas. Los dos grandes fuegos sufridos esta pasada semana, en el interior de Castellón y en el interior de Alicante, han obligado a confinar algunas localidades y a desalojar otras por la proximidad de las llamas -más de 3.000 personas han tenido que abandonar sus hogares en un momento determinado por la peligrosidad de la situación-.

Por suerte, no ha habido que lamentar daños personales fatales. Sí que se han registrado, sin embargo heridos de diversa consideración. En Bejís, tres bomberos tuvieron que recibir atención sanitaria al resultar heridos cuando trabajaban en las tareas de extinción, otros consiguieron huir 'in extremis' de las llamas.

Y no sólo ellos. Seis personas todavía permanecen ingresadas en hospitales valencianos -cinco por quemaduras, una de ellas en estado grave, y otra por una fractura- por las heridas ocasionadas cuando salieron huyendo de un tren que circulaba entre València y Zaragoza el pasado martes y cuya maquinista decidió, con la autorización de sus superiores, parar y retroceder a la estación de Caudiel, en la comarca castellonense del Alto Palancia, ante la proximidad de las llamas y el humo. La Policía Judicial investiga lo sucedido y el president de la Generalitat ha encargado un informe a la dirección técnica del informe para intentar esclarecer lo sucedido ante las “versiones contradictorias” que existen sobre este suceso.

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