Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La guerra entre PSOE y PP bloquea el acuerdo entre el Gobierno y las comunidades
Un año en derrocar a Al Asad: el líder del asalto militar sirio detalla la operación
Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

Compromís desconfía de los datos aportados por la Comisión Europea y mantiene la apuesta por conseguir la cláusula de salvaguarda

Jordi Sebastià, de Compromís.

Borja Ramírez

0

Compromís apunta que Europa hace trampa con respecto a los datos generales que aporta sobre el aumento de las exportaciones de naranjas sudafricanas durante las primeras fases de la campaña. Si bien recela de los datos aportados por Bruselas y los contrapone a los del Ministerio de Comercio español -que tanto ellos como las asociaciones de agricultores manejan-, advierten de que tan solo un 5% de aumento de las exportaciones ha provocado que la campaña comience viciada y que el mercado haya podido tirar los precios.

Jordi Sebastià, portavoz de Compromís en el Parlamento Europeo, afirma que lo más fundamental es que, en función de los actuales acuerdos, Sudáfrica cada año tendrá más tiempo de entrada libre hasta 2026, año en que podrá acceder al mercado sin restricción. De los datos aportados por Bruselas afirma que “no tienen nada que ver con los del Ministerio de Comercio español” y apuntilla: “yo no sé si hay gente que se fía más de la Comisión Europea que de su propio ministerio”. Además, remarca, los productores sudafricanos estarían adaptando ya sus cultivos para producir variedades tardías en un futuro.

La viabilidad de la aplicación de la cláusula de salvaguarda es, sin embargo, uno de los puntos en que los socios de gobierno parecen diferir. Si bien socialistas como la eurodiputada Inmaculada Rodríguez-Piñero se muestran escépticos con la posibilidad de aplicación de la cláusula, en sintonía con la ministra Calviño, que negó a finales de enero que los datos justificasen su aplicación, Jordi Sebastià se muestra optimista, si bien admite que “Sudáfrica no es el único problema ni la cláusula de salvaguarda es la solución para el sector”.

Desde la formación valencianista temen que la progresiva entrada de fruta Sudafricana pueda ser la puntilla para los agricultores. En ese sentido, Sebastià ha señalado: “Aunque arreglásemos el sector, si los de fuera continúan sin cumplir los estándares que nosotros cumplimos, vamos a perder. Sudáfrica es un símbolo, una oportunidad, con la que el sector se ha movilizado como nunca, y, si ganamos esta batalla, el sector puede ver que tanto el ministerio como la Comisión le hacen caso y que aprendan de esta organización que han tenido”.

¿Falta de condiciones necesarias o de voluntad política?

A finales del pasado mes de enero la ministra de Economía, Nadia Calviño, en respuesta a una interpelación del diputado Joan Baldoví, ya advertía de que no se dan las circunstancias adecuadas para la aplicación de las cláusulas de salvaguarda. Sebastià, sin embargo, mantiene una posición contraria y recuerda que al día siguiente de las declaraciones de Calviño, el ministro de Agricultura, Luís Planas, apuntó a la necesidad de revisar esa posibilidad.

Europa, recuerda el portavoz, es deficitaria en fruta y verdura y, “aunque lo hiciéramos mal como lo estamos haciendo”, nuestros productos podrían ser competitivos si no se permitiese entrar a quien no cumple los estándares. Esto, asegura, sentaría un precedente para abordar otros problemas de sector como la entrada de producto egipcio.

 “La cláusula de salvaguarda al arroz procedente de Camboya y Myanmar se aplicó después de que a mí me dijeran que era imposible y se llevó a cabo en un año. A veces se cuentan cosas de Europa que no son ciertas. La cláusula de salvaguarda por Italia se pidió hace un año, ya se está aplicando y Europa se sumó posteriormente”, recuerda el portavoz.

Diferentes perspectivas ideológicas

Desde la formación valencianista creen que esta situación es resultado de una apuesta clara del PSPV por el neoliberalismo y el comercio internacional abierto y desregulado “que les llevó a firmar el Acuerdo Económico y Comercial Global (Ceta)”. Si bien Jordi Sebastià admite que el tratado ha sido beneficioso, mantiene que no tiene ningún sentido “exportar a Canadá y perder el mercado europeo” –que en la actualidad supone cerca del 90% del mercado citrícola valenciano-.

“Es un tema ideológico y nosotros pensamos que el Partido Socialista Europeo, que está de caída y va a seguir estándolo, entre otras cosas lo está por apostar por este modelo. Europa ha ganado un montón de riqueza gracias a esto, pero no ha ganado bienestar. Hay que solucionar los problemas internos, pero si los problemas de competencia no se arreglan no hay nada que hacer. Además, echarle la culpa a los agricultores, como hacen desde ciertos sectores, me parece agresivo”, ha asegurado Sebastià.

Etiquetas
stats