El Pla del Remei, radiografía del barrio donde reside el dinero de València

La València de finales del siglo XIX era una ciudad atravesada por el cambio. Las viejas murallas medievales que constreñían la ciudad histórica fueron demolidas durante el proceso de desamortización y expansión urbana de la ciudad. València se adentraba así en un nuevo siglo, un tiempo que articulaba tradición y cambio, en el que los viejos muros caían y se trazaban las calles de la que habría de ser la nueva urbe burguesa, residencial, modernista y elegante.

El Pla del Remei, en el actual distrito de L'Eixample, entre la calle de Colón y la Gran vía del Marqués del Turia, fue uno de esos nuevos barrios de trazado geométrico y amplias avenidas arboladas. Unas calles que nacían para encarnar el espíritu de la creciente burguesía valenciana, que se había enriquecido significativamente con el auge económico impulsado por el comercio de las naranjas, la seda y el arroz. Recientemente, más de un siglo después, el barrio se ha convertido en el tercero de mayor renta bruta por habitante de nuestro país, según los datos de la Agencia Tributaria (AEAT).

A diferencia de otros barrios de la ciudad, que como El Carme o Russafa, han visto transformarse por completo la demografía de sus calles, el Pla del Remei continúa cumpliendo con el propósito que lo vio nacer: ser el barrio donde habitan las mayores rentas de València. Y es que la riqueza no sólo ha resistido entre estas calles el paso del tiempo, sino que ha aumentado. Las cifras de renta bruta y renta disponible inframunicipal del barrio dibujan un perfil claro, el de una ciudad dentro de la propia ciudad.

Pese a que es necesario cierto conocimiento de las estrechas calles de Ciutat Vella, aún hoy resulta sencillo localizar vestigios de las antiguas murallas que servían para separar unos barrios de otros. En el caso del moderno Pla del Remei, lo que lo separa del resto de la ciudad no es tanto una muralla como una brecha, la de la marcada desigualdad de renta media bruta que existe con respecto a los demás barrios de la ciudad.

Una ciudad dentro de la ciudad

Si nos sumergimos en los datos de la AEAT, la renta media bruta del Pla del Remei fue de 100.317 euros por habitante en 2021, marcando un significativo aumento en comparación con los 81.775 euros registrados en 2020 -año de la pandemia-. Estas cifras lo colocan tan sólo por detrás del conocido barrio de La Moraleja, en Madrid, y de Ciutat Jardí, en Lleida.

Especialmente llamativa es la distancia -casi el doble- que existe frente al segundo grupo de mayor renta media bruta de la ciudad, el barrio del Centro, y cuyo valor cae hasta los 56.458 euros por habitante. Pero la diferencia de renta resulta todavía más significativa si la comparamos con los ingresos de los vecinos de barrios populares como Patraix o Benicalap -33.215 y 25.442 euros por persona-, cuyas cifras medias suponen cuatro veces menos que las del Pla del Remei.

La diferencia es notable también si analizamos los datos disponibles durante la última década, cuando la renta media bruta del barrio era prácticamente la mitad -53.876 euros frente a los 100.317 actuales-. Una década en la que la riqueza del barrio ha ido aumentando exponencialmente de manera constante, excepto en el año de la pandemia y en 2017. Es precisamente tras este año, cuando se produce una aceleración del aumento de los niveles de renta media bruta, llegando a dar un salto de 20.000 euros entre 2018 y 2019 -de 72.577 a 93.130 euros respectivamente-.

Pero, ¿qué ocurrió durante ese mismo periodo de tiempo en el popular barrio de Patraix? Los datos aportados por la Agencia Tributaria constatan que también se produjo un incremento estable de la renta media bruta, pero mucho más lento. No obstante, dicha subida es de apenas 5.000 euros en 8 años, 10 veces menos que el aumento de renta producido en el Pla del Remei. Durante 2021-año de mayor renta media bruta hasta la fecha para ambos barrios- la diferencia entre uno y otro fue de 67.000 euros. Pla del Remei presenta el triple de renta media bruta.

¿Quién vive ahí? El perfil del dinero

Para Antonio Ariño, catedrático de Sociología y Geografía Humana de la Universidad de València (UV) y coautor del libro “La secesión de los ricos”, la particularidad del Pla del Remei estriba en que, a diferencia de otros más segregados como La Moraleja, este barrio “se encuentra muy integrado en la ciudad y está muy ligado a las principales zonas comerciales. Hablamos de concentración de la riqueza, de un barrio que se creó extramuros, en lo que entonces era la periferia de la ciudad, para que fueran a vivir familias pudientes y la renta se ha acumulado e incrementado durante generaciones”.

Si volvemos a desgranar los datos que ofrece Hacienda, podemos esbozar un perfil del habitante del barrio en base a tres indicadores fundamentales: el rendimiento del trabajo -es decir, el salario que se percibe-, el rendimiento del capital mobiliario -a grandes rasgos, títulos de renta fija, los dividendos de acciones y las plusvalías- y el rendimiento de actividades económicas -ingresos por cuenta propia, negocios-. En el caso del Pla del Remei, las rentas de bienes inmuebles no afectos a actividades económicas suponen un porcentaje importante. Más aún si lo comparamos con otros barrios con un número de habitantes similar como Nazaret -6.301 euros de media frente a los 983 del barrio marítimo-.

Son los otros dos indicadores, sin embargo, los que completan la imagen. Y es que, si bien el rendimiento del trabajo en el Pla del Remei supone un porcentaje importante de la renta en el barrio -44.634 euros de media-, tiene todavía más peso el rendimiento de las actividades económicas, el cual se sitúa en 47.536 euros de media, superando incluso el peso del rendimiento del trabajo. En base a estos datos, el perfil del habitante del Pla del Remei sería el de un rentista, principalmente empresarios o trabajadores con sueldos altos.

Una bola de nieve

El caso de este barrio, explica el catedrático Ariño, es un claro ejemplo de que la riqueza no es meramente resultado de los salarios. De hecho, si analizamos los datos aportados por la AEAT observamos que, para la gente con rentas superiores a 60.000 euros, el porcentaje de lo que supone su salario para sus ingresos se reduce al 60% -frente al 90% que supone para la gente con salarios de entre 21.000 y 30.000 euros-. 

“Esto tiene grandes implicaciones, ya que las rentas tributan de manera diferenciada y las del trabajo tienen una fiscalidad mayor que las del capital, lo que para perfiles como el mayoritario en el Pla del Remei resulta muy beneficioso. La consecuencia inmediata es la acumulación de mucha más riqueza, entre otras cosas, porque la principal fuente de renta para ellos no es el salario”, afirma Ariño. 

En términos de desigualdad, esta situación supone que la carga del esfuerzo fiscal sobre las clases trabajadoras es proporcionalmente superior que para las grandes rentas. Pero también arroja una imagen de la situación en la que se encuentra el ascensor social en nuestro país. “Bajando los datos analizados a la ciudad de València, hablamos de un barrio que en sí mismo nació rico y que ha incrementado ese patrimonio en la medida que se ha ido acumulando durante generaciones. El Pla del Remei es la prueba de que no hay mejor forma de llegar a ser rico, que naciendo rico”, concluye el catedrático de la Universitat de València.