Carlos Mazón inicia su particular campaña electoral en la convención del PP en Valencia
Si una persona algo despistada paseara estos días por València, podría pensar que hay convocadas unas elecciones pronto. En las últimas semanas han brotado por la ciudad, incluso en sus estaciones de metro, carteles que anuncian “Carlos Mazón: el presidente de todos”. El presidente del PP valenciano y de la Diputación de Alicante quiere darse a conocer ante sus futuribles votantes y aprovecha todos los medios a su alcance, como la convención nacional que el PP clausura este fin de semana en València.
Mazón, con un carácter desenfadado, presume de haber convencido a Pablo Casado para celebrar el acto de cierre en la plaza de toros de Valencia con una llamada telefónica. El coso fue testigo de las grandes victorias de los populares en la ciudad, la Generalitat Valenciana y el Gobierno de España, pero la crisis del bipartidismo y el declive electoral de la formación como consecuencia de los casos de corrupción, nadie se ha atrevido a convocar actos en ella. El último mitin de los populares ante el ruedo fue en 2015, en la campaña de Mariano Rajoy junto a Alberto Fabra y Rita Barberá. El aforo de las gradas y la pista se estima en unas 12.000 personas, aunque los populares han asegurado desbordar la cifra en citas anteriores. Esta vez, y con la última ampliación de aforo aprobada por la Generalitat Valenciana, el PP aspira a concentrar a 9.000 simpatizantes.
El presidente de la Diputación de Alicante, que quiso ejercer de maestro de ceremonias de la penúltima jornada de la convención, apela al capital simbólico de la plaza de toros para los populares y cree que Valencia será la punta de lanza para la recuperación del gobierno de la Generalitat Valenciana y el Gobierno central. Mazón escucha “vientos de cambio irreversible” que llegan por el Mediterráneo y confía en que Pablo Casado será “el presidente de la plaza de toros”. En el mismo sentido insistió la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Valencia y en las Corts Valencianes, Maria José Catalá, que remarcó la “necesidad desde el punto de vista emocional” y el “simbolismo” de recuperar la autonomía.
Para Mazón, el cierre de la convención del PP fue su oportunidad de darse a conocer. Arropado por otros dirigentes, especialmente por el secretario general, Teodoro García Egea, aprovechó el espacio para comunicar sus intenciones y trasladar su agenda. En una intervención en valenciano, García Egea anunció: “Carles Mazón, seràs president de la Generalitat i amb tú guanyarem la Generalitat”. El dirigente alicantino, que ejerce de oposición al Consell desde la Diputación, interpela constantemente a Ximo Puig, retándole a anticipar las elecciones autonómicas; su portavoz en las Corts Valencianes y mano derecha, trasladó el planteamiento el lunes en el debate de política general: “Apriete el botón”, le espetó Catalá a Puig.
Presentado como el próximo presidente de la Generalitat Valenciana en sus intervenciones, el popular reivindicó ante Pablo Casado la reforma del sistema de financiación autonómica, un debate que el líder de los populares esquiva. Su agenda, que desarrollará en el cierre de convención este domingo, se resume en tres pilares: trasvase Tajo-Segura, reforma de la financiación autonómica e inversión en infraestructuras. Guardó balas para los socialistas y su cónclave, tildando de irrelevante a Puig y criticando sus palabras sobre la convención, que definió como “un desfile de vanidades”. “Yo les doy la bienvenida porque en mi comunidad todo el mundo es bienvenido”, dijo Mazón en referencia al 40 Congreso Federal del PSOE, que se celebrará en Valencia del 15 al 17 de octubre.
Eclipsado el protagonismo de la jornada por Isabel Díaz Ayuso, que anunció su decisión clara y meridiana de apartarse de una pugna por el poder que a menudo ha alimentado, el alicantino fue trabajando discretamente los preparativos del acto del domingo, donde tendrán presencia otros líderes del PP y expresidentes como Alberto Fabra y Francisco Camps, a los que se reserva un lugar destacado en el coso.
Los populares agitan sondeos internos que, aseguran, les darían la victoria en las Corts Valencianes sumando con el partido de ultraderecha Vox, aunque aspiran a liderar el Parlamento en solitario. Curiosamente, el mismo sondeo también prevé otra victoria del actual pacto progresista que ha dado lugar al Gobierno del Acuerdo del Botánico, la suma de PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem-Esquerra Unida. En sus cuentas apenas bailan dos escaños entre bloques, prácticamente empatados en el muestreo electoral, Podemos aguantaría en el parlamento valenciano y Ciudadanos desaparecería, alimentando al PP y a la ultraderecha, pero no al PSPV.
Los tránsfugas de Ciudadanos también acudieron a arropar al presidente de los populares valencianos y tendrán presencia en el cierre de la convención. Entre los asistentes a las jornadas del sábado destacó un conocido 'fontanero': Emilio Argüeso, senador y exsecretario de Organización de Ciudadanos, el artificiero de la contramoción de censura de Murcia que derivó en un goteo de marchas de los grupos parlamentarios. La dirección de Ciudadanos lo expulsó el pasado marzo acusándolo de incitar al transfuguismo entre sus cargos.
“El futuro de España se escribe desde Valencia”, insistió Mazón en su intervención, en referencia al acto de cierre, que adopta el formato de un mitin. Los populares arrancaron la convención en Galicia, su terreno más fértil, y la cierran en la ciudad donde hace seis años perdieron el Gobierno municipal y autonómico tras dos décadas de mayoría absoluta. Ahora aspiran a salir de la plaza por la puerta grande y con la oreja del astado. Este domingo, volverán a sacar la calculadora electoral. No serán los únicos.
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