Los presupuestos “de aire keynesiano” del Botànic prevén un 25% más de inversión pública
El pleno del Consell de este miércoles ha aprobado el proyecto de Ley de Presupuestos para 2019, los últimos de la legislatura y los primeros que tienen todos los votos garantizados antes de presentarse. Tras firmar el acuerdo con Podemos, que incluye 66 medidas para blindar las políticas sociales, el conseller de Hacienda y la vicepresidenta del Ejecutivo han explicado, a grandes rasgos, cuáles serán los objetivos y su cuantía prevista para el próximo año.
La idea de los tres socios del Botánico (PSPV, Compromís y Podemos) es que estas cuentas supongan un impulso al tejido productivo autonómico y sienten las bases de la transformación del modelo productivo para la próxima legislatura. Un modelo que deberá 'tirar' de los pilares del Estado de Bienestar y conseguir la recaudación suficiente para financiar la sanidad, educación y políticas sociales públicas.
Como era previsible, dada la cercanía electoral, el Ejecutivo autonómico ha aumentado el gasto y la inversión pública, incrementando el total del presupuesto un 10% respecto al pasado año. “Es un presupuesto 100% Botánico”, repiten los dirigentes. La Generalitat Valenciana eleva la previsión de gasto no financiero -gasto público- para 2019 un 9,9%, hasta 16.708 millones de euros. Es un soplo de “aire keynesiano” para para paliar el descenso del crecimiento previsto para el próximo año, ha explicado Vicent Soler.
La inversión en infraestructuras para servicios públicos y economía productiva que prevé el Consell crece un 44% y se sitúa en 1.610 millones de euros. En total, las inversiones reales crecen un 25% respecto al último año, un aumento que supone 645 millones de euros. Es el capítulo que más crece en estas cuentas, principalmente destinado a Sanidad y Vivienda, donde se contempla la compra de edificios para destinarlo al alquiler social. Además, el plan estratégico de la industria valenciana estará dotado con 35 millones de euros.
Consolidación de las políticas de bienestar
Por consellerias, se sitúa a la cabeza la Conselleria de Sanidad, con 6.635,4 millones (un 3,1 más que el año pasado), seguida de Educación, con 5.121,6 millones (un 7,1%) y Vicepresidencia e Igualdad y Políticas Inclusivas, con 1.528,2 millones (un 27,7% más). De hecho, la conselleria de Mónica Oltra ha duplicado su presupuesto en cuatro años.
Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio contará con 516,8 millones (un 32,8% más), el departamento que más aumenta su presupuesto; Economía Sostenible cuenta con 444,9 millones (un 13,7% más), Agricultura con 404,3 millones (un incremento del 14,3%), Justicia con 364,5 millones (aumenta un 15,1%), Presidencia con 353,9 millones (suma un 14,2%), Hacienda con 332,3 millones (+10%) y Transparencia con 51,9 millones (un 30% más).
La deuda, la segunda conselleria
La deuda pública es uno de los lastres con los que debe cargar el Consell. Una “losa”, ha preferido este miércoles Soler. La deuda prevista para 2019 vuelve a aumentar y se sitúa como el segundo departamento en absorción de recursos. Se lleva de las arcas públicas un 26% del total.
Ingresos en el aire
Soler ha indicado que se trata de unos presupuestos “abiertos” porque se prevé una ampliación de créditos si se confirma la flexibilización del déficit hasta el 0,3% del PIB -actualmente las autonomías tienen un máximo del 0'1%-. Las previsiones que maneja Hacienda son que en 2019 el PIB valenciano crecerá 2,5 puntos y se crearán 50.000 puestos de trabajo. En recaudación, el conseller ha incluido más de 2.200 millones de euros que responden a promesas y compromisos del Ejecutivo de Pedro Sánchez con el Gobierno valenciano.
Por un lado, suma el gasto sanitario de la atención a personas procedentes de otras autonomías (344 millones de euros acumulados), la revisión del IVA (250 millones de euros), el aumento en la financiación de la dependencia (303 millones de euros) y otros ingresos como la venta de activos de la SGR (unos 19 millones de euros). A ello hay que añadir los 1.325 millones de euros que corresponden al nuevo modelo de financiación, que no se aprobará esta legislatura.
Hacienda también prevé aumentar la recaudación en impuestos directos, indirectos y tasas un 11% respectoal año anterior.
