Los registros falseados durante el franquismo dificultan el rescate de fusilados en la fosa 82
El cementerio de Paterna es el que previsiblemente alberga el mayor número de represaliados por el franquismo. El equipo de ArqueoAntro, encabezado por Miguel Mezquida, comenzó a trabajar hace un mes en la exhumación de la fosa 82 de este cementerio. Con el apoyo económico de la Diputación provincial, se propuso devolver la dignidad y el recuerdo de los fusilados por el régimen.
En esta primera fosa -hay varias más que serán investigadas este año- se esperaban encontrar cerca de 20 cuerpos de represaliados. Las estimaciones se basan en el registro civil, el registro del cementerio y el trabajo del historiador Vicent Gabarda, que contempla los juicios sumarísimos del franquismo. Sin embargo, la manipulación de los registros y el borrado de pruebas de los agentes del régimen han complicado la labor, como ha ocurrido en otros trabajos.
Así, de los veinte cuerpos previstos, en esta primera fase de excavación y exhumación el equipo ha encontrado restos pertenecientes a seis cuerpos: tres adultos y tres niños. De ellos, solo dos podrían corresponder a los represaliados de los que se tenía constancia por el registro del cementerio: Vicente Maiqués y Vicent Llopis, ambos de Benifaió. “El registro del cementerio está manipulado. En una investigación, esto supondría ocultación de pruebas... Pero como fue el Franquismo, parece que no pasa nada”, recuerda Mezquida, responsable del equipo.
Además, las familias no siempre pueden mantener el pago de la tumba y la propiedad del lugar, explica Mezquida, por lo que se dan espacios en los que no se sabe quién hay enterrado. Del mismo modo, continua, puede que los cuerpos no estén dentro del cementerio y se encuentren junto a la tapia o en otros cementerio.
La fosa albergaba dos fosas individuales, que según los indicios habrían sido reutilizadas durante las décadas siguientes a la más cruda represión, ya que los restos de los niños y el de una mujer adulta no se encuentran en los registros y no presentan los mismos signos que los de los varones. Ambos hombres, uno de unos 50 años y otro de más de 60, presentaban signos de violencia 'pre mortem'; en concreto, en los cráneos de los dos adultos aparece el mal llamado 'tiro de gracia', lo que refuerza la hipótesis de que sean las citadas víctimas. Sin embargo, ha recordado Mezquida, hasta que no se realicen las pruebas de ADN que tardan varios meses no podrá constatarse con seguridad.
Aunque la primera fase no haya concluido de la forma esperada, la responsable de Memoria Histórica en la Diputación de Valencia, Rosa Pérez, ha manifestado que ni la corporación ni el equipo “van a rendirse” en los trabajos de recuperación de la memoria democrática. El equipo ha explicado que volverán a pedir los permisos administrativos para extender el área de investigación a las fosas 91 y 92, a pocos metros de la ya excavada, basándose en los testimonios de familiares. Asimiso, adelantará un mes la exhumación de la fosa 113, con previsiblemente 60 cuerpos.
