Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Esperanza Aguirre, la ideóloga de un modelo sanitario que hace negocio
El PP usa el “sentido común” para disfrazar su renovado negacionismo climático
OPINIÓN | 'Privatizacionitis sanitaria: causas, síntomas, tratamiento', por Isaac Rosa

La retirada sin aviso de los Bomberos que medían los caudales de los barrancos en la DANA dejó a Emergencias “a ciegas”

El jefe del Consorcio Provincial de Bomberos durante la DANA, José Miguel Basset, en una imagen de archivo.

Lucas Marco

València —
7 de julio de 2025 22:28 h

18

El departamento de Emergencias de la Generalitat Valenciana se quedó “a ciegas” tras la retirada de los Bomberos que medían los caudales de los barrancos el pasado 29 de octubre, día de la tragedia de la DANA que dejó 228 fallecidos. Así lo afirmó E. V. C., técnico de Emergencias, ante la jueza de la DANA, según reza el acta de su declaración como testigo del pasado 19 de junio, a la que ha tenido acceso este diario. El técnico confirmó que el Centro de Coordinación de Emergencias desconocía que los efectivos de los Bomberos movilizados para medir los caudales habían sido retirados sobre la hora de comer.

La actuación del entonces jefe del Consorcio Provincial de Bomberos, José Miguel Basset, actualmente jubilado, está en el punto de mira de la instrucción de la jueza. Singularmente, la decisión de retirar a los efectivos que vigilaban los caudales. Y los datos del 'CoordCom', la 'caja negra' de la gestión operativa de la emergencia, se han convertido en una de las principales claves de esta línea de investigación.

Varios testigos de la causa han apuntado en esa dirección. La jefa de servicio de Emergencias, M.R.M. reveló el pasado 17 de junio que la movilización de los Bomberos para medir los caudales quedó registrada en el 'CoordCom' a las 12.48 del día de la catástrofe, aunque desconocía si la retirada de los efectivos se había anotado en el sistema. E. V. C., por su parte, confirmó que no fue así y que el Centro de Emergencias de la Generalitat no se enteró de esa decisión.

La funcionaria Inmaculada Piles, jefa de servicio de Emergencias y una de las próximas testigos citadas a declarar por la jueza, pidió a E. V. C. que hiciera el “seguimiento para que se personaran los bomberos forestales en los puntos que valoraran que eran más delicados”.

Se trata de una “profesional contrastada”, que tenía “sus razones y conocimientos prácticos y teóricos” para pedir que se controlaran las zonas donde no llovía, “en las que el devenir del agua puede tardar seis o siete horas para una vigilancia específica”, explicó.

El testigo contactó con el Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia, “que son quienes tienen que movilizar a Bomberos forestales”, y le dieron el teléfono de un coordinador. Tras esa segunda llamada, “se establecieron un par de puntos para verificar y realizar con el seguimiento, que eran el Magro por Carlet y en el [barranco del] Poyo por la zona baja del cauce, en Torrent y Paiporta”, explicó el testigo durante su declaración testifical.

Al coordinador al que llamó, le dijo que “necesitaba movilizar a los Bomberos forestales para hacer 'in situ' la vigilancia de los cauces”. También aludió a la necesidad de reflejar esa vigilancia, “en la medida de lo posible” en el 'CoordCom', difundiéndolo por lo demás a todas las agencias que constan en el sistema de coordinación operativa.

También lo envió al Grupo Permanente, el sistema de mensajería SMS en el que figura “la estructura de guardia de la agencia” y el “nivel directivo”.

El 'CoordCom' registra “absolutamente todo”

“Se dejó la indicación [a los Bomberos forestales] de que anotaran en el caso [del 'CoordCom'] las acciones que estaban haciendo, pero eso no llegó”, afirmó el testigo. En el 'CoordCom', agregó, está registrado “absolutamente todo”. “Toda la conversación con el coordinador provincial del Consorcio [de Bomberos] de Valencia está en el 'CoordCom”, destacó.

En Emergencias “entendían” que los Bomberos estaban midiendo el caudal del barranco en Chiva: “La alerta está activa y, si no hay redundancia, no hay retroalimentación”. “Cabía esperar que les avisarían si venía una crecida”, dijo el testigo.

Sobre las 14.00 del 29 de octubre, se hizo la “misma operación” para la zona de Utiel del río Magro. En ese caso concreto, sí que hubo una “contestación” por parte de los Bomberos forestales: “No se puede acceder al Magro en la zona de Utiel porque está ya desbordado y hay problemas”, según la declaración testifical de E. V. C.

“La magnitud de la catástrofe superó el músculo operativo”

A partir de las 17.00, “llegó un momento en que la magnitud de la catástrofe superó por completo el músculo operativo de la sala [de emergencias]”. No podían “absorber toda la carga de trabajo”, a pesar de que “todo el equipo dio el 200%”, declaró el testigo.

Así, a los Bomberos forestales “no les insistieron” al estar “desbordados” a partir de las 16.00, con una “carga de trabajo insoportable”.

El correo del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) de las 18.43 alertó de una “crecida de 1600 y pico”, aunque el testigo no sabía “qué seguimiento se hizo de él ni qué movimiento se dio”.

“A esa hora”, abundó en su declaración, “ya no tenían opción de dar tratamiento de protección civil”. “Ya era muy tarde” y “no tenían margen de maniobra”, concluyó.

Etiquetas
stats