Un teatro público para acabar con la precariedad de los artistas
Más de la mitad de los actores valencianos está en paro y, entre quienes tienen trabajo, la precariedad es la característica principal. Más del 70% de los artistas -de todas las disciplinas- se encuentra bajo el umbral de la pobreza, el 65% no recibe ningún tipo de prestación y, del porcentaje que está empleado, el 13% asegura trabajar periódicamente sin contrato. Por si fuera poco, el 44% recurre a otros empleos.
La fundación de artistas AISGE puso estos datos sobre la mesa hace cerca de un mes, basados en su informe anual sobre el colectivo de actores y bailarines de danza. La situación de los actores valencianos es, tras los andaluces, la peor de todo el país y se ceba especialmente en el teatro. La asociación reclamaba entonces la necesidad de unas instituciones públicas que apoyaran al sector.
Esta situación precaria no es flor de un día. El desmantelamiento de la estructura pública del teatro valenciano se remonta a los años noventa, acrecentado con la desaparición de Teatres de la Generalitat y su conversión torpe en CulturArts, y maltratada institucionalmente con políticas culturales como el aumento del IVA al 21%. Todo ello en un contexto de crisis económica, de preocupante caída del consumo cultural desde 2008 y de precarización generalizada del trabajo.
Informes, estudios, asociaciones… multitud de voces que ponen el grito en el cielo periódicamente ante el drama teatral. Para tratar de paliar esta situación, les Corts Valencianes aprobaron esta semana, una proposición no de ley para instar al Consell a crear un centro dramático de producción pública en el plazo de seis meses. Los tres partidos que apoyan al Ejecutivo -PSPV, Compromís y Podemos- instarán al Consell a crear el organismo público, que llevará el nombre de Teatre del Poble Valencià
La resolución se planteó a propuesta de Podemos, que ha estado trabajando con AISGE para conocer la situación del sector y facilitar los datos sociolaborales. Su diputado, Josep Almería, criticó además de las políticas ya señaladas, el descenso en la evolución de la partida presupuestaria dedicada a ayudas al fomento de las actividades teatrales, que pasó de 3’2 millones de euros en 2008 a 1’2 en 2015.
Desde Podemos aplaudieron el plan estratégico Fes Cultura, incluido en el Acuerdo del Botánico, así como los intentos del director de CulturArts por expandir el Circuit Teatral y tratar de hacer llegar el teatro a toda las comarcas de la Comunidad, pero consideran que el teatro y los artistas aún necesitan mayor impulso.
El organismo, según la propuesta, potenciará el uso del valenciano y contará con una dirección artística profesionalizada y proactiva, de duración superior a la correspondiente -más de una legislatura- y a la que se accederá por concurso público. Su principal labor será crear, impulsar y coordinar la producción dramática en los escenarios valencianos de titularidad pública, con el objetivo de dinamizar la creación de empleo en el sector de las artes escénicas valencianas, y con exhibiciones que puedan garantizar la calidad y sostenibilidad del trabajo profesional en este sector.