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Cómo prepararte una buena taza de café en casa

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Enrique Benítez

Desde hace varios años las cafeteras de cápsula se están vendiendo como la espuma. Ocupan la mayor parte del espacio dedicado a las cafeteras en las tiendas de electrodomésticos, y en los supermercados ya no solo encontramos cápsulas de las multinacionales que fabrican estas cafeteras, sino también de marcas españolas (y marcas blancas) que se han tenido que adaptar a la nueva burbuja. Este tipo de café incluso forma parte, desde la semana pasada, de la la lista de productos del IPC.

Sin embargo, el café que nos podemos preparar con estas cafeteras, a pesar de su comodidad, no son lo mejor del mundo. Seguramente nos sabrá mejor que el típico café torrefacto que te pueden servir en cualquier bar español, pero no es ni de lejos el mejor café que podemos beber en casa. A continuación vamos a explicar cómo prepararnos una buena taza de café casera sin alejarnos necesariamente del rango de precio del café de cápsula.

Busca café en grano tostado reciéntemente

Desde el momento en el que se tuestan, los granos de café comienzan a oxidarse y a perder los aceites esenciales que aportan la mayoría del sabor de nuestra taza. Lo mejor es consumir café tostado recientemente, como el pan. Algunos expertos dicen que notan pérdida de sabor incluso a partir de los 10 días después del tueste. Los paladares menos entrenados lo notarán a partir de las 3 o 4 semanas, aunque hay quien alarga esta línea unas semanas más.

Esta franja de tiempo tras el tueste, durante la cual el café mantiene sus mejores propiedades, es solo valida si hablamos de café en grano, pues la cáscara protege el interior del grano. Pero una vez molemos el café y todas las partes del grano quedan expuestas al aire y la humedad, el café pierde propiedades en pocos minutos. Por esta razón encontramos un molinillo en la mayoría de establecimientos que sirven café. El café de cápsula y el resto del café que encontramos en el supermercado -en grano o molido- no tiene especificada la fecha de tostado y ha estado almacenado durante meses hasta que ha llegado a tus manos, por lo que este café no conserva las propiedades organolépticas originales del café.

En España aún no hay la tradición de tueste local y artesano que hay en otros países como Australia, Estados Unidos o Reino Unido, pero gente como Nomadcoffee en Barcelona y Tomacafé en Madrid están fomentando en nuestro país esta cultura propia de la tercera ola. Os recomendamos pasaros por los siguientes enlaces para encontrar cafeterías de especialidad en algunas de las principales ciudades de España: Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y San Sebastián. Es muy probable que en estas cafeterías puedas comprar café fresco. Recuerda fijarte siempre en la fecha de tostado antes de comprarlo.

Muele el café al momento

Muele la cantidad deseada de café justo antes de prepararte tu taza para no perder frescura, como hemos explicado arriba. Para ello necesitarás un buen molinillo o grinder. ¿Y qué es un buen molinillo? Uno que muela el café de manera consistente, preferiblemente de muelas (Burr grinder). También deberás tener en cuenta el tamaño de molienda, según el tipo de cafetera en la que vayas a preparar el café, así como la capacidad del molinillo dependiendo de si vas a preparar café para una o dos personas o para toda la familia.

Hay molinillos de muchos tipos y presupuestos. Los hay manuales, que además de usarlos en casa los puedes usar en la playa, el campo o llevártelos a casa de un amigo, y los hay eléctricos para más comodidad. Los puedes encontrar desde unos pocos euros hasta los cientos de euros. En Amazon encontramos uno manual y portátil que no tiene mala pinta por 9.98 euros, aunque seguramente uno de estos molinillos de la marca japonesa Hario sean una apuesta mucho más segura. Si buscamos un molinillo eléctrico asequible para iniciarnos en este mundo podemos echar un vistazo a este Delonghi o este de Cuisinart (UK), pero probablemente necesitemos algo más avanzado como el Baratza Encore para moler lo suficientemente fino para preparar espressos.

¿Una cafetera de unos pocos euros o una de quinientos?

Para hacernos una buena taza de café en casa no tenemos que usar necesariamente una máquina cara. Nos la podemos preparar con la cafetera italiana (también llamada Moka, en torno a los 20 euros) o con una cafetera francesa o cafetera de émbolo (en inglés French Press, por 6 a 30 euros), aunque algunos quizá prefieran soluciones de popularización más reciente como la Chemex (39 euros, una preciosidad que está incluida en el Museo de Arte Moderno de Nueva York), o la AeroPress (27 euros), ambas tendencia en el mundo del café actualmente.

Otros preferirán la clásica máquina de espresso, que en versiones comerciales puede costar varios miles de euros, pero que podemos encontrar en versiones caseras para principiantes a precios no demasiado altos, como esta Delonghi (150 euros) que se vende en la mayoría de tiendas de electrodomésticos españolas.

La elección dependerá sobre todo del tipo de café que nos guste beber. En líneas generales, la Moka nos prepara un café bastante potente y concentrado, aunque no tan concentrado como el espresso. La cafetera francesa crea un café menos concentrado pero con matices de sabor más marcados. La Chemex filtra un café mucho más limpio y radiante que la French Press.

La AeroPress es capaz de extraer tanto un café de filtro con mucha agua como un café bastante concentrado y suave, similar al espresso (aunque sin la crema característica de este), por lo que nos puede servir incluso como sustituto casero del espresso como base para capuchinos o lattes.

Sea cual sea el equipamiento que elijamos de acuerdo a nuestro gusto o presupuesto, debemos siempre conocer los mejores pasos para la extracción o filtrado del café de acuerdo a la cafetera que estemos usando. Debemos tener en cuenta el tipo de molienda adecuado a cada método. La cafetera italiana (aquí publicamos una guía específica para la Moka), la French Press y la Chemex necesitan una molienda mucho más gruesa que la AeroPress o la cafetera de espresso: juega con el tamaño de molienda hasta encontrar el equilibrio perfecto.

Ten igualmente en cuenta el tiempo de preparación, la cantidad de agua -usa agua filtrada o embotellada-, su temperatura (debe estar entre 91 y 96 grados centígrados) y la cantidad de café que se va a utilizar (los baristas suelen trabajar siempre con un peso, no solo para pesar el café sino también para medir la cantidad de agua y la cantidad de café extraído). Si te vas a hacer un capuchino o un latte, aquí tienes unas buenas recomendaciones sobre la leche. Y, si no tienes una máquina de espresso con lanza de vapor para texturizar la leche, hazlo con una French Press o un baratísimo espumador de leche.

¿Merece la pena?

Las cafeteras de cápsulas son muy, muy cómodas de utilizar y cada vez son más baratas. El negocio, en realidad, está en las cápsulas. Son caras, y llevan un poco menos de café del que se suele utilizar por cada taza. Para extraer un espresso en cualquier cafetería se suele utilizar entre 7 y 9 gramos de café.

Unas cápsulas de café de marca blanca Carrefour (unas de las más baratas) contienen 5.2 gr de café cada una y cuestan 0.215 euros por unidad. Cada gramo de café nos sale a 0.041 euros. Este café en grano de NomadCoffee, de muy buen origen, tostado cuidadosa y artesanalmente hace solo unos días en Barcelona: 9 euros por cada bolsa de 250 gramos. Cada gramo sale exactamente a 0.036 euros. Exactamente lo mismo por un producto de mucha más calidad.

Elaborarte una taza de café de la mejor calidad en casa no es más caro, pero debes decidir si te merece la pena. Si lo que quieres es pulsar un botón y tener café, esto quizá no es para ti. Pero si te apasiona el mundo del café, si no puedes vivir sin varias tazas de café al día, si te gusta elaborar tu propia taza con mimo y cariño y explorar sabores, entonces te merecerá la pena buscarte un buen molinillo, el tipo de cafetera que mejor se adapte a ti y café en grano de la mejor calidad, tostado artesanalmente en tu ciudad.

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