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El streaming no mató al cine: los jóvenes, los que más van a las salas y más vídeo bajo demanda consumen

España ha perdido más de 600 salas de cine en una década

Paula Corroto

Los menores de 25 años son los que más acuden a las salas de cine en España. Al menos 7,4 de cada diez va una vez al mes. Le siguen los mayores de 50 años, de los cuales acuden 7,3 de cada diez una vez al mes como mínimo. La diferencia entre ambos grupos de edad es que los primeros son también grandes consumidores de las plataformas de vídeo bajo demanda –Netflix, Filmin, Movistar o HBO–. Hasta un 80% de los menores de 25 afirman tener una suscripción a alguna de ellas. En los mayores, por el contrario, sólo el 46% está suscrito a una plataforma.

En definitiva, para las nuevas generaciones las plataformas no han mermado su asistencia a las salas. En las primeras ven series (hasta el 71% reconoce que es el contenido que prefieren) y en las segundas, películas. Curiosamente, los más jóvenes –hasta el 57%– siguen comprando las entradas en la taquilla y no por Internet. Los que menos razones encuentran para ver una película en una sala son los que tienen entre 36 y 45 años, ya que acude 6 de cada 10, aunque hasta un 63% reconoce tener alguna suscripción a las plataformas. Por sexos, las mujeres (60%), son las que también más van al cine frente a los varones (40%).

Estas son algunas de las conclusiones que se derivan del informe presentado este miércoles por los empresarios de las salas de cine españolas (Federación de Entidades de Empresarios de Cine de España, FECE), 'Salas de cine. Datos y cifras 2018' en los que se analizan diferentes aspectos como el perfil del espectador, las inversiones en las salas y las nuevas tecnologías y una comparativa con respecto a los principales mercados europeos. Son datos que proceden de estudios públicos y elaboración propia de FECE.

El triunfo de los superhéroes

“El dato de los jóvenes y las plataformas nos ha sorprendido, pero la asistencia a las salas tiene principalmente dos focos: el cine infantil, ya que los padres acuden con los niños; y los adolescentes. Por eso al final sale esa radiografía”, reconoció Juan Ramón Gómez Fabra, presidente de FECE. De hecho, las cinco películas que más se vieron en España el año pasado fueron Jurassic World: El reino caído (3,9 millones de espectadores), Bohemian Rhapsody (3,54 millones de espectadores); Los increíbles 2 (3,72 millones de espectadores), Vengadores Infinity War (3,44 millones de espectadores) y Campeones (3,28 millones de espectadores). Los superhéroes triunfan y mantienen a las salas con vida.  

Por otra parte, al menos una vez al año solo acude el 54% de la población, por lo que un 46% no acude nunca a una sala, aunque esto no obvia que las películas se vean a través de otros canales. “Estamos en 97,7 millones de espectadores al año y 2,1 entradas por habitante al año, aunque es verdad que estamos lejos de los franceses [200 millones de espectadores. 3,2 entradas por habitantes], pero no somos conformistas. Es cierto que hay un abandono en la franja de edad entre los 35 y los 45 años, que son los que menos van”, admitió Gómez Fabra.

“En la Unión Europea la media está en el 50% de los que nunca van al cine”, apostilló Fernando Évole, director general de Yelmo. La recaudación total el año pasado fue de 585,7 millones, un 5,4% menos que hace diez años (619,3 millones de euros). España es el tercer país de la UE, después de Francia y Reino Unido en acudir más al cine.

622 pantallas menos que en 2008

Un dato que no es tan halagüeño tiene que ver con el número de salas. Según este informe, España tiene en la actualidad 697 salas de cine y 3.518 pantallas –la media es de cinco pantallas por cine. Sin embargo, según el Anuario del Cine que elabora el Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA) que depende del Ministerio de Cultura, en 2017 había 3.618 pantallas y 739 salas de cine. Esto supone 42 salas y 100 pantallas menos que en 2018. Es más, la panorámica de este anuario arroja que en 2008 había 4.140 pantallas, lo que supone 622 pantallas menos que hace una década.

“Está habiendo una transformación de las pantallas y se están abriendo cines en zonas donde habían desaparecido”, quiso resaltar con optimismo Gómez Fabra. “La crisis fue muy dura y también tuvimos el problema de la piratería. Pero ya cambió la mentalidad. También tuvimos el incremento del IVA, pero se superó”, recalcó. La legislación cambió hace un año, pasando del 21% que gravaba las entradas al 10% actual.

Donde más posibilidades de ver películas es en Catalunya (645 pantallas), Andalucía (562 pantallas) y Madrid (486 pantallas). Cantabria es la comunidad con menos pantallas (38), seguida de La Rioja (42). Sin embargo, los ciudadanos de la capital son los que con más frecuencia acuden a las salas (2,95 visitas al año por habitante) mientras que los castellano-manchegos son los que menos (0,99 visitas al año por habitante).

El IVA y las entradas

Desde FECE se mantiene que tras la bajada del IVA, el 85% de las salas bajaron el precio de las entradas, lo cual contrasta con el informe de FACUA, publicado el pasado mes de agosto, que señalaba que solamente un 33% lo habían hecho. Según FECE, el precio medio de la entrada es de 5,99 euros contando con las distintas ofertas, ya que el precio en los cines, al contrario de lo que sucede con los libros, no es fijo y cada exhibidor hace su propia oferta. La Rioja es la comunidad donde la entrada es más barata (5,14 euros) mientras que Madrid es la más cara (6,67 euros).

No obstante, desde FECE señalan que la bajada del IVA no ha supuesto que acudan más espectadores a las salas: “Nunca pensamos que fuera un revulsivo para la asistencia. Tenía más que ver con la capitalización de las empresas”, indicó Gómez Fabra, que aseguró que “para nosotros fue algo liberalizador porque era un agravio comparativo con Europa”. En Francia el IVA para el cine está en el 5% mientras que la media europea está en el 10%, como actualmente tiene España. Alemania es el país europeo con la entrada de cine más cara: 8,53 euros.

Las salas y el modelo Netflix

En el informe de FECE no se hace alusión a los modelos de las plataformas, pero los empresarios de las salas se mantuvieron este miércoles, una vez más, contrarios al planteamiento de negocios como el de Netflix.

Según señaló Évole, desde Yelmo, “ahora tenemos un modelo que maximiza el valor de las películas y toda la cadena de valor del cine. Estaríamos encantados de que Netflix se adaptara al modelo de negocio”. Como ejemplo puso la película Roma, de Alfonso Cuarón, que apenas estuvo unas semanas en los cines y no fue distribuida en todas las posibles pantallas. “Si hubiera maximizado todas las pantallas hubiera tenido más recaudación. Esperamos que la posición de Netflix cambie”, zanjó.

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