Las 10 mejores novelas españolas de debut de 2025
Escoger entre los cientos de títulos que se publican al año en la industria editorial es complicado porque aunque entre tanta cantidad hay muchos títulos cuestionables, también los hay muy buenos. La lista que aparece a continuación tiene como criterio principal la calidad, pero también otros elementos como la conversación que ha generado en la comunidad lectora o la perspicacia a la hora de escoger el tema a tratar. Estas son las diez mejores novelas de debut de firmas españolas de 2025.
'Comerás flores', de Lucía Solla (Libros del Asteroide)
Una de las sorpresas del año, sin lugar a dudas, ha sido la primera novela de la gallega Lucía Solla. La fotografía de su cubierta (ilustrada con tino por Elliana Esquivel) inundó las redes sociales acompañada por comentarios elogiosos sobre el libro. En su relato, Solla cuenta la historia de Marina que, aun con el duelo de la muerte de su padre a cuestas, no encuentra su lugar en la vida hasta que conoce a Jaime. Le saca veinte años, tiene una hija de su edad, muchos tatuajes, está forrado. Hay banderas rojas por todos lados y ella no se lanza a sus brazos, pero él, perseverante, consigue llevarla de la mano hacia su territorio.
Su familia le adora y, en apariencia, todo va bien si no fuese porque la protagonista se distancia de sus amigos casi sin darse cuenta, tiene una sensación de pérdida de autonomía cada vez más complicada de obviar y la violencia vive con ellos en su carísimo piso de diseño. La novela tiene muchos aciertos, pero quizá el más notable sea el exponer cómo lo que es obvio a veces no se detecta por muy cerca que esté.
'Un adiós', de Bárbara Arena (Lengua de Trapo)
Bárbara Arena es una especie de socialité en internet, que no es lo mismo que influencer. Ella pertenece a la clase alta y no lo escondía ni cuando aún daba vergüenza reconocer el propio pijerío, así que se ganó el respeto del público como prescriptora de lectura y buen gusto cultural. Hasta ahora, además de sus reseñas de libros en Internet, había firmado artículos en diversos medios y hace unas semanas publicó su primera novela en la colección de Episodios Nacionales que Lengua de Trapo edita junto al Círculo de Bellas Artes.
La trama, de apenas 140 páginas, sucede durante un trayecto de taxi: el que lleva a la protagonista al funeral del padre de su hijo, un monarca sin nombre pero fácilmente reconocible. Arena retrata el universo de las esferas más elevadas y su manera de afrontar los reveses de la vida (silencios, ansiolíticos, sandwichitos para merendar) con mirada crítica, sin sucumbir a la tentación golosa de la caricatura.
'Yo era un chico', de Fer Rivas (Sexto Piso)
La escritora Fer Rivas ha echado el resto en esta novela debut narrada en primera persona, al estilo de Édouard Louis o Annie Ernaux. Basada en su propia experiencia, escarba en la relación de un joven adolescente homosexual con su padre: un hombre de carácter hostil, obsesionado con el trabajo y la obligación de prosperar en la vida, sin capacidad para establecer lazos comunicativos que no pasaran por riña, el control, el reproche y, en definitiva, la violencia aunque no fuese física.
Se trata de una novela de iniciación, sobre el paso de la niñez a la edad adulta observada sobre el prisma de género y, por supuesto, de la clase social, que lo empapa absolutamente todo. Rivas examina todo ese universo con crudeza y lo combina con un escenario poético en el que juega con una metáfora protagonizada por ciervos. La autora, que también es dramaturga y fundadora de la compañía de teatro laMare, ya trabaja en su adaptación al teatro. Se prevén aplausos emocionados.
'Suya era la noche', de María Ovelar (Consonni)
La periodista y poeta María Ovelar se ha estrenado en la narrativa de ficción con un libro sobre los excesos de la noche, la toma de conciencia colectiva, el placer femenino, la culpa y el abuso. Todo junto y conducido a través de personajes como Victoria, la poeta e influencer que vive al límite y desaparece o Mireia, su mejor amiga, que se pregunta por qué tanto ella como el resto de personas que conoce habían terminado por odiar a la primera.
La historia tiene lugar en 2018, el año en el que tantas mujeres salieron a manifestarse en el 8 de marzo que marcaron un antes y un después. En ese ambiente, Mireia reflexionará sobre lo sucedido en el pasado, se hará preguntas y abrirá los ojos. Una primera novela para retratar un instante de la experiencia comunal de las mujeres en el país.
'Vallesordo', de Jonathan Arribas (Libros del Asteroide)
Nico vive en Zamora, tiene una perra llamada La Yesi y es fan de Fama, ¡a bailar!, un programa que echan en la televisión a la hora de dormir la siesta. Su candidata preferida es Yure, de Canarias, y enseña los pasos de baile que aprende cuando ve el concurso a sus dos amigos. Se llaman Izan y Telma y tiene sentimientos ambivalentes hacia ellos que no sabe cómo definir. Además, a veces utiliza latas de refresco para hacer las coreografías como si llevase tacones. Ese es el universo de Vallesordo, en el que muchos lectores se quedaron a pasar una temporada sin querer salir.
Después de estudiar un máster de escritura creativa en Madrid, previo paso por la facultad de Derecho de Salamanca, Arribas volvió a su Zamora natal para escribir su novela debut, emplazada en la primera década del siglo XXI. Iba para abogado del Estado, pero ahora su firma es una de las más prometedoras del panorama literario nacional. Las vueltas que da la vida.
'Mejor que muerto', de Fidel Moreno (Random House)

La crisis existencial de los 40, las cuestiones de la masculinidad, el consumo de drogas, la especulación inmobiliaria y la okupación son algunos de los temas que Moreno trata en su primera novela. El director de la revista Cáñamo encapsula en su libro una maraña de asuntos que podrían componer la portada de un periódico un día cualquiera. De forma inteligente y con humor, eso que no falte.
El protagonista se llama Julio, tiene 41 años y vive en el barrio madrileño de Lavapiés con su mujer, que trabaja en el sector inmobiliario y quiere quedarse embarazada. Él se dedica, básicamente, a hacer el zángano en el piso que les regaló su suegro pero le nombran presidente de la comunidad de vecinos y le toca lidiar con el grupo de okupas que vive en el edificio. Entre ellos, Sara, con la que se enrolla y se droga todo lo que puede cuando llega el confinamiento de la pandemia. Un retrato del intento generacional de curar la satisfacción que quizá sería un poco triste si no fuese tan divertido.
'Fosca', de Inma Pelegrín (Lumen)
La primera novela de Pelegrín, que tiene un dilatado recorrido en la poesía, está protagonizada por Gabi, un crío que vive en una casa de campo con sus padres y tres hermanos. Él intenta alejarse un poco de todo el clan cada vez que puede porque le incordian o le riñen, así que pasa todo el tiempo posible en casa de su vecina Marcela o merodeando por la naturaleza con Sombra, su perra.
Pero un día ve cómo ocurre una tragedia pero no la cara de quien la cometió, aunque todo el mundo sabe que ha tenido que ser alguien del entorno. En su afán por resolver el misterio, meterá la nariz entre demasiados secretos y se revelarán cosas que quizá era mejor no saber. Con este thriller rural, la autora se ha hecho con el Premio Lumen 2025.
'Hasta aquí todo va bien', de Elena Sanchís (Candaya)
La perspectiva de una estancia en una residencia creativa puede plantearse idílica, pero la experiencia de la joven protagonista de la novela debut de Elena Sanchís no lo es en absoluto. Cuando se instala, junto a otros dos creadores más, la comisaria artística y otro ayudante, en Hungría para desarrollar su creatividad comienza un viaje por los insondables misterios de la psique, como cantaban Astrud, propios y ajenos. Hay violencia, sexo, relaciones mal calibradas, manipulación psicológica, dependencia y un pasado encallado en el presente.
La autora, licenciada en Bellas Artes por la Universidad politécnica de Valencia, se vale de la experiencia creativa en un lugar acotado para desarrollar su trama. Sanchís ha sabido coger la idea de que posiblemente lo que ocurre realmente en una residencia es más interesante que las obras que se elaboran en ella y ha firmado un debut literario notable.
'Amiga mía', de Raquel Congosto (Blackie Books)
Uno de los temas recurrentes a tratar en la cultura en 2025 ha sido la amistad. Se han escrito ensayos, relatos cortos, poemas y, por supuesto, novelas. Una de ellas ha sido la primera de Raquel Congosto, que trata sobre la ruptura entre dos amigas. Porque en esta conversación pública se ha hecho mucho hincapié en qué pasa cuando una amistad se termina.
En esta nouvelle, se cuenta cómo fue la trayectoria de Celia y Marina: se conocieron, no se cayeron especialmente bien, se hicieron amigas, iniciaron un proyecto artístico que se consolidó, fueron las personas más unidas del planeta y después dejaron de serlo. Y ese final fue doloroso. El duelo por la muerte o por la ruptura de una pareja sentimental se ha expresado millones de veces por todas las vías posibles pero hasta no hace tanto el término de una amistad parecía no merecer tanto relato. La escritora llegó con su debut en el momento justo para llamar la atención y colarse en el debate colectivo.
'Seismil', de Laura C. Vela (niños gratis*)
Seismil ha sido uno de los fenómenos editoriales (lo que, si se tiene en cuenta el funcionamiento de la industria del libro actual, es todo un logro) del año. Se trata de una narración basada en la propia experiencia de la autora, que sufrió violencia sexual cuando era una adolescente. Hasta aquí la sinopsis porque durante la promoción del libro C. Vela expresó su incomodidad ante el hincapié que hacían los medios en las partes más crudas de su testimonio. Así que lo que pasó se puede leer en las páginas del libro.
Pero más allá de polémicas, Seismil es una creación especial desde su propia materialidad: pertenece a la colección Asterisco de la editorial, cuyos volúmenes tienen sobrecubiertas extensibles, son de tamaño reducido y están cosidos con hilo. El origen del manuscrito tuvo lugar en un taller de escritura de Sabina Urraca, que animó a la escritora a rebuscar en las entrañas de su pasado para recoger todo lo que le había pasado y convertirlo en un artefacto literario explosivo. Y acertó.
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