Una escisión de Compromís tensa en Xàtiva la probable reedición del gobierno progresista

Durante esta legislatura la formación de Compromís en Xàtiva, tras aguantar 20 años de gobierno de la derecha de Alfonso Rus, se ha resquebrajado. Así en las elecciones del próximo 26 de mayo el votante valencianista tendrá dos opciones: la de Compromís, encabezada por Ferran Minguet, y la de Per Xàtiva, la plataforma independiente de la concejala Empar Penadés.

La división se empezó a desencadenar en enero de 2018 con la elección de la nueva ejecutiva de la formación en la ciudad, en la que se apostó por separar los cargos orgánicos de los institucionales, lo cual a su vez suponía cambiar a las que habían sido las caras visibles de la formación. De este modo se apartaba a la que ha sido candidata de Compromís durante las últimas cuatro elecciones, Cristina Suñer, y que en 2015 consiguió el mejor resultado de la coalición llegando a los tres concejales; pero el cambio de era con la caída del PP y la victoria del PSPV (7 ediles) fue acompañada de un sorpasso de EUPV (5 ediles), con lo cual estas dos formaciones tenían ya mayoría absoluta, aunque se abrieron las puertas a Compromís en un gesto solidario de las formaciones de izquierda.

Con Compromís ya en el gobierno se empezó a gestar el relevo generacional, que chirriaba en contraste con los buenos resultados, y que no gustaba a las afectadas. Pero aunque desde Compromís se afirma que se ofreció a Suñer volver a ser la candidata, esta exigió que también estuviesen sus compañeras, a lo que se negó la directiva. Finalmente la portavoz municipal dio un paso al lado para que diera otro hacia adelante su compañera de grupo municipal, Empar Penadés, quien el pasado mes de enero presentó candidatura a las primarias internas para competir con otras dos, la del emergente Ferrán Minguet (capitalizando la sección del Bloc), y una tercera que acabó pactando con Minguet. La candidatura de Penadés no obstante impugnó el reglamento de las primarias aprobado en una asamblea que sufrió un cisma en dos mitades (14 contra 13), todo ello acabó con la retirada de la candidatura de Penadés.

Esta división interna de Penadés desembocó en una huida hacia adelante de las tres concejalas, Cristina Suñer, Empar Penadés y Pilar Gimeno, que tras anunciar que se daban de baja en Compromís, se iban al grupo de no adscritos, mientras permanecían en el gobierno municipal encabezado por el socialista Roger Cerdà. Esto suponía que dejaba a Compromís sin representación en el pleno, y sin gestión de gobierno.

El fin del proceso acabó con la presentación de la plataforma Per Xàtiva, que encabezará como candidata Empar Penadés, y que ha contado con el apoyo de alrededor de una veintena de militantes de Compromís que también abandonaban la coalición; en la lista habrá conocidos en la localidad como su número 2, el hermano de Cristina Suñer, Rafa Suñer, propietario de la cervecera gourmet 'la Socarrada', mientras que las otras dos concejalas integran la lista, pero sin estar en puestos de salida.

La última vuelta de tuerca sucedió hace dos semanas cuando en el último pleno municipal se retiró de la orden del día el punto de la modificación de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), punto impulsado por la concejalía de Personal, precisamente dirigida por Empar Penadés, quien acusó al alcalde Cerdà de tomar esta decisión de forma “unilateral”. Este hecho provocó el anuncio inmediato y en público de su abandono del gobierno, así como también lo hizo Cristina Suñer, la que fuera líder de Compromís en Xàtiva.

Esta explosión final producida en una parte del pacte de Sant Doménec (nombre que se dio al pacto de gobierno PSPV-EUPV-Compromís en Xàtiva), ha hecho que se tensen las perspectivas de reedición del pacto, mientras la campaña de Xàtiva Unida (la candidatura de EUPV) se centra en su aspiración a dar el 'sorpasso' al PSPV, presentándose en el ala izquierda política un total de cuatro candidaturas.

A la espera de carambolas se encuentra la derecha, donde PP y Ciudadanos han visto que también deberán competir con la candidatura de Vox. La división afecta a las dos tendencias y el pronóstico, que en un principio se decantaba con una victoria clara de la izquierda, mira ahora de reojo a toda clase de pujas internas.