Correos se sitúa a la cabeza de los recortes del servicio postal en Europa durante la pandemia
La reducción de horarios de atención al cliente y de personal operativo llevada a cabo por Correos durante el estado de alarma ha colocado al operador postal español a la cabeza de los recortes del servicio postal en Europa durante la pandemia de coronavirus. Así se desprende de un informe del Grupo Europeo de Reguladores Postales (ERGP), publicado por la Comisión Europea, que recopila información sobre las medidas adoptadas por el sector como consecuencia de esta crisis sanitaria y su impacto operacional y regulatorio.
El documento, fechado el 21 de abril, repasa las medidas adoptadas por más de una treintena de gobiernos, autoridades nacionales de reglamentación y prestadores del Servicio Público Universal (SPU) en Europa y el impacto de las operaciones respecto a eventuales cambios en la prestación del SPU, incremento anormal del tráfico (principalmente de paquetes), interrupciones de los servicios postales internacionales (flujos, motivos) y las interrupciones operativas (personal, cierre y cambios en oficinas postales y centros de distribución).
Del informe se desprende que los recortes del servicio en España son solo comparables a los de Francia, otro de los países más afectados por el virus, y superan incluso a los llevados a cabo en Italia, donde la reducción de horarios de atención no fue lineal, sino en función de la densidad de población de cada municipio.
En el caso de Correos, la empresa pública anunció el 17 de marzo, tres días después de declararse el estado de alarma, un drástico recorte del horario de atención al público (solo tres horas al día) y del personal operativo, que llevó a que llegase a prestar servicio solo un 22% de la plantilla. Fuentes de la empresa estatal señalan que, “en línea similar a otros operadores europeos, hasta el comienzo de la desescalada, Correos ha prestado sólo el servicio postal universal con el personal mínimo imprescindible”.
“El servicio se ha prestado priorizando en todo momento la salud de los empleados y la ciudadanía, cumpliendo escrupulosamente las medidas de seguridad y prevención, y garantizando la provisión de material de protección suficiente para toda la plantilla”, asegura la empresa estatal, que señala que “el informe corrobora la decisión de Correos en aras de la seguridad de sus profesionales. La mejor manera de eliminar riesgos ha sido la reducción de servicios. Algo en lo que, como el informe señala, hemos estado en línea con los operadores europeos”, afirman.
El operador postal ya ha empezado a aplicar la primera fase del plan de desescalada que anunció el pasado 28 de abril, con una ampliación del horario de atención (de 8.30 a 14.30 horas), si bien “siguen sin incorporarse los colectivos de riesgo”. El plan se anunció poco después de que UGT y CCOO denunciasen públicamente que la plantilla de Correos (con 53.000 empleados, la mayor empresa pública de España) es “la de mayor índice de contagios por coronavirus del país, tras la sanitaria”, con “836 trabajadores/as con casos positivos y 2.197 en cuarentena, lo que suponen 3.033 casos en todo el Estado” a fecha 13 de abril.
Ambos sindicatos, mayoritarios en la empresa, afirmaron que esos datos arrojaban una tasa de contagios del 1,599% de la plantilla total, “casi 5 veces por encima de la media de la población, colocando al colectivo de Correos como el de mayor contagios del país, solo por debajo del sanitario (4,875%), y levemente por encima de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado (1,588%)”. UGT y CCOO apuntaron a “la irresponsable decisión del presidente de Correos”, Juan Manuel Serrano, “al exponer a la plantilla sin Equipos de Protección Individual (EPI) durante más de 20 días con el fin de mantener el negocio”.
Datos “confidenciales”
Fuentes de Correos indican que esas afirmaciones de ambos sindicatos “no se corresponden con los datos reales”, que no detallan porque son “confidenciales”. Sí aseguran que la ratio de contagios en la empresa española por prueba PCR es de un 0,118% por cada 100.000 habitantes, frente a la media española, que es casi cuatro veces superior, del 0,47%. Correos no detalla cuántas pruebas PCR ha llevado a cabo.
La autoridad encargada de supervisar a Correos es la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que el pasado 27 de abril publicó en su web una nota en la que recuerda que el decreto por el que se declaró el estado de alarma “permite el transporte de mercancías y las actividades del comercio electrónico” y la Ley Postal indica que el operador designado para el SPU “no puede interrumpir/suspender el servicio, excepto en caso de fuerza mayor y Correos deberá comunicarlo previamente a la CNMC, que lo puede denegar”.
La CNMC subrayó entonces que “las restricciones en el transporte aéreo están afectando los flujos internacionales de envíos postales” y aseguró que “sigue de cerca” las medidas adoptadas por Correos, “instando al operador a que restablezca la continuidad del servicio y la calidad requerida como operador designado tan pronto como la situación vuelva a la normalidad”.
La segunda fase del plan de desescalada de Correos supondrá que las oficinas consideradas principales y estratégicas amplíen su horario al habitual de mañana y tarde, es decir, de lunes a viernes de 8.00 a 21.00 horas, “siendo de atención al cliente de 8.30 a 14.30 y de 15.30 a 20.30” y “estudiándose además la apertura en sábado”. “En la tercera fase, la red de oficinas se regirán ya con sus horarios habituales, siempre garantizando todas las medidas y protocolos de seguridad implantados”.
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