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Despidos y un crédito blando del Estado: la “cuesta abajo” del joven emprendedor premiado por el Gobierno de Ayuso

Marco Palacios, en un vídeo de la Comunidad de Madrid

Antonio M. Vélez

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“Desde noviembre de 2021 ha sido una cuesta abajo”. Son palabras de un conocedor de los entresijos de Sideways, la start-up fundada por Marco Palacios, el empresario de 22 años al que la Comunidad de Madrid acaba de premiar como emprendedor joven del año en la categoría de “Innovación” y que, como adelantó elDiario.es, va a liquidar su empresa en unos días. 

Tras captar cientos de miles de euros entre decenas de inversores, Palacios va a poner fin a la existencia de esa firma radicada en Tres Cantos (Madrid). Lo va a hacer después de haber negociado hasta fechas muy recientes, cuando ya se planteaba bajar la persiana, la concesión de un crédito público de 274.000 euros con condiciones muy ventajosas por parte de la estatal ENISA. El premio del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, dotado con 8.000 euros en metálico, se le entregó hace unos días, pero se le concedió en julio, justo después de que el empresario despidiera a todos sus subordinados.

Este jueves, Palacios declinó atender a elDiario.es y publicó un post en LinkedIn en el que explica que “Sideways ha atravesado muchos problemas, de socios, de trabajadores, de falta de financiación entre otras tensiones. Por ello, he tomado la decisión de cerrarlo. Ha sido un proyecto muy bonito en el cual he aprendido mucho, pero en la vida hay que saber poner un punto y final y en mi caso ese momento ha sido ahora”. 

“¿Me he equivocado? Sí. ¿Podría haber hecho las cosas de mejor forma? Absolutamente. ¿Me siento mal por haber tenido que cerrar y que mucha gente, entre ellos muchos familiares y amigos pierdan su dinero? Sí. Admito mi error, soy humano, lo siento”, añadía el empresario, antes de arremeter contra las “fake news”.

Hasta hace unos meses, las perspectivas para Sideways, dedicada al diseño de sillas de ruedas autónomas, apuntaban como muy halagüeñas. En enero, la edición española de la prestigiosa revista Forbes incluyó a Palacios entre “los 22 protagonistas del cambio”: personas “ejemplo de buena praxis” por su “productividad y empeño a la hora de seguir emprendiendo o haciendo crecer sus ideas” y “cuyo trabajo al frente de empresas y proyectos punteros está cambiando realidades y les ha encumbrado a la élite de la disrupción”.

En ese listado, el joven madrileño aparecía junto a otras figuras del ecosistema emprendedor español o el archiconocido 'streamer' Ibai Llanos, entre otros. Pero todo ha acabado desmoronándose en cuestión de meses para Sideways, que desde su creación en 2020, no ha facturado un solo euro, de acuerdo con la información disponible en el Registro Mercantil.

Una fuente con conocimiento directo del proceso explica que las negociaciones para obtener ese crédito blando de ENISA arrancaron poco antes de que, a finales de 2021, el joven empresario publicase otro post en LinkedIn en el que cargaba contra la falta de ambición de los grandes fondos españoles.

La industria del venture capital, decía, “apesta”. Sus gestores “nunca han fundado su propia startup y, por tanto, no tienen idea de cómo ejecutar una”; “les gusta decir que quieren innovación, que quieren impulsar la economía, pero cuando se trata de invertir en algo radicalmente diferente como Sideways, se asustan”, lamentaba. El comentario le valió el rapapolvo de inversores tan conocidos como Iñaki Arrola, del fondo K-Fund: “21 años, un año y cuatro años como fundador de start-ups y ya con una vasta experiencia”, ironizó el fundador de coches.com, vendida al Santander en 2021.

En agosto, Palacios comunicó a los inversores de Sideways que la empresa estatal había ya “pre-aprobado” ese préstamo de ENISA, que ascendería a 274.000 euros. El crédito tendría unas condiciones muy ventajosas. No comportaba la aportación de garantías para el prestatario: todo el riesgo lo asumía el Estado. Pero la situación de la empresa era ya muy complicada. Para entonces, Palacios parecía decidido a dejarlo. En esas fechas, Sideways acababa de celebrar una junta de accionistas en la que no se logró aprobar prácticamente ningún punto del orden del día.

En esa esa asamblea de socios solo salieron adelante las cuentas anuales de 2021. La situación se había deteriorado muy rápidamente. Semanas antes, el 27 de junio, Palacios había despedido “sin previo aviso” a los cuatro ingenieros que hasta entonces tenía contratados para sacar el proyecto adelante. Esos trabajadores echaban “jornadas de 10-12 horas diarias”, dice una fuente con conocimiento directo del asunto.

La cosa había empezado a ponerse fea meses antes. En diciembre de 2021, el joven emprendedor había pedido nuevos fondos a los inversores que ya habían puesto dinero en la empresa a través de una ampliación de capital. “Captó 80.000 euros prometiéndoles que todo iba muy bien”, dice esa fuente. El punto de inflexión llegó tras esa ampliación (principios de este año). Palacios quería subirse el sueldo a 90.000 euros y pretendía que los trabajadores se quedasen en 30.000 euros. La propuesta cayó como una bomba en una empresa que hasta poco tiempo antes había funcionado “como una familia” y que era “una máquina de perder dinero”.

El joven emprendedor quería asignarse esa retribución una vez cerrase una ronda de financiación con la que pretendía levantar 2 millones de euros. En principio, esa operación de captación de fondos iba a iniciarse en enero. Luego se fue posponiendo. “Cuando tenía que estar haciendo esa ronda, se fue de viaje a Estados Unidos”, dice esa fuente. Y finalmente la operación no llegó a realizarse.

Medio millón de dólares

Sidewaysproject aseguraba hasta esta misma semana en su página web (ya no está disponible) que desde su creación en 2020 ha captado medio millón de dólares de capital entre más de 25 inversores que, según fuentes del sector, tenían en torno al 16% del capital de la empresa: más de medio millón de euros, al cambio actual. En febrero de 2020, levantó en una primera ronda unos 80.000 euros. Y a finales de ese año logró captar otros 275.000 euros que permitieron contratar personal y trasladarse a unas nuevas oficinas. Así hasta la ampliación de capital de diciembre de 2021 y la gran ronda prevista para este año.

En los días previos a la convocatoria de la junta en la que dentro de unos días se va a aprobar disolver la empresa, Palacios había planteado, primero, renunciar a su cargo de administrador único y, posteriormente, quedarse con una participación testimonial en la empresa a la que hace años bautizó como “el Tesla de las sillas de ruedas”. Llevaba meses mostrando poco interés por la empresa, afirma esa fuente: “Él estaba dejando de ir a trabajar a la oficina y a mediados de febrero prácticamente dejó de aparecer”. “No quería seguir con el proyecto, quería montar otras empresas”, añade.

Una versión que contrasta con lo que afirmaba Palacios en un vídeo colgado esta misma semana por la Comunidad de Madrid, tras entregarle el premio: “Mis perspectivas con Sideways son que siga creciendo como en los últimos tres años y poco a poco queremos irnos acercando a los hospitales para poder hacer pruebas reales con pacientes”, dice en ese vídeo el empresario premiado, que ha dicho que quiere destinar los 8.000 euros del galardón a electrificar una motocicleta de campo. 

Unas semanas después de ese viaje a Estados Unidos llegó el despido de esos cuatro ingenieros. El recorte se ejecutó en vísperas de que, el 8 de julio, la consejería madrileña de Familia, Juventud y Política Social aprobase la concesión del galardón a Palacios. Las candidaturas se abrieron el 5 de abril. “Lo que me sorprende es que haya pedido este premio”, dice una persona que ha trabajado con él en los últimos años, que tampoco se explica que haya recogido el galardón tal y como ha acabado la empresa.

Las bases del concurso incluían la posibilidad de renunciar al premio una vez concedido. Exigían presentar una memoria describiendo, entre otras cosas, la “viabilidad técnica y económica del proyecto”, un análisis de mercado o un presupuesto detallado con los resultados de los años previos y las proyecciones de ingresos, gastos y tesorería a tres años.

El jurado del premio estaba compuesto por el presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (CEAJE), Fermín Albadalejo; el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor; el cofundador de la cadena de tiendas de ropa de moda El Ganso, Clemente Cebrián, y el director general de Juventud del Ejecutivo madrileño, Nikolay Yordanov, con voz pero sin voto.

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