Damm invierte 4 millones de euros en acciones de mejora medioambiental
La apuesta de Damm por hacer de la sostenibilidad uno de los ejes fundamentales de su plan estratégico 2017-2021 ha convertido a la compañía en una empresa pionera en la implantación de medidas que permitan identificar y evaluar sus principales impactos medioambientales y actuar para reducir sus efectos. Con motivo del Día Mundial del Medioambiente, Damm reafirma su compromiso con la reducción del consumo de recursos naturales, el uso de fuentes de generación de energía renovable y el fomento de la reutilización y el reciclaje de producto con el fin de reducir la huella medioambiental de la compañía.
El compromiso con el cuidado del medioambiente forma parte del ADN de Damm desde sus orígenes. Desde el Departamento de Optimización Energética de la compañía, se ha puesto en marcha un ambicioso plan con el fin de disminuir las emisiones anuales de CO2, que ha permitido reducir la huella de carbono en más de 2.600 toneladas anuales en sus plantas de producción y envasado. Una cifra que equivale a la plantación de más de 1.000 especies de pino carrasco cada año.
Como muestra de su firme apuesta por la sostenibilidad, durante el último ejercicio 2018, Damm invirtió 4 millones de euros en el desarrollo de nuevas acciones de mejora medioambiental y actividades de mantenimiento. Actualmente la compañía se encuentra inmersa en la puesta en marcha de nuevas iniciativas entre las que se encuentran la investigación de nuevos sistemas de embalaje sostenible, el cálculo de la huella hídrica por producto, la renovación de la flota de vehículos comerciales y la ampliación de las instalaciones de placas fotovoltaicas en sus centros de producción.
Asimismo, Damm sigue avanzando hacia un modelo de economía circular potenciando la reutilización de los subproductos que se generan de su actividad. El 99% de las materias primas de Damm son reutilizables y se trabaja para reincorporarlas de nuevo en el mercado con medidas como la reutilización del bagazo y otros subproductos resultantes del proceso productivo de cerveza como alimento para animales. Cada año más de 190.000 toneladas de bagazo de Damm son destinadas a la alimentación de vacas de numerosas de granjas.
Reciclaje y lucha contra el plástico, una prioridad
Durante los últimos años, Damm ha desarrollado distintas medidas destinadas a reducir el consumo de todos los elementos utilizados en los envases y embalajes, mejorando tecnológicamente el proceso de fabricación y control y sustituyendo aquellos con mayor impacto ambiental por materiales sostenibles. En la actualidad, el 51% de los envases de cerveza utilizados por Damm son reutilizables y el 100% son reciclables.
“Desde Damm, conscientes del papel clave de las empresas en el impulso de una gestión ambiental eficiente, trabajamos día a día para minimizar nuestro impacto y, a la vez, impulsar proyectos de concienciación que promuevan el cuidado del medioambiente entre la ciudadanía. Ejemplo de ello es nuestra campaña de reciclaje de latas, a través de la cual desde hace más de 25 años colocamos más de 345 puntos de reciclaje de latas a lo largo de la costa mediterránea. Con esta iniciativa conseguimos reciclar alrededor de 500.000 latas cada verano en el litoral mediterráneo”, afirma Juan Antonio López Abadía, Director de Optimización Energética y Medio Ambiente de Damm.
El pasado mes de abril, Estrella Damm inició las pruebas del sistema LatCub® de Alzamora, que permite agrupar los packs de latas con un embalaje de cartón 100% biodegradable, fabricado con 100% fibras naturales provenientes de árboles gestionados de forma sostenible y responsable que cuentan con el sello FSC. De obtener el éxito esperado, el proyecto permitiría la reducción de más de 260 toneladas de plástico al año.
Entre las medidas impulsadas para eliminar el plástico también destaca la sustitución de los vasos de plástico utilizados en eventos por vasos 100% biodegradables. Con el objetivo de eliminar el plástico de los festivales y eventos deportivos en los que participa Estrella Damm, se ha desarrollado un “biovaso” hecho con maíz y otras materias primas vegetales que, una vez depositados en contenedores orgánicos, vuelven a la tierra a través de un proceso de compostaje industrial.