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El PSOE consolida su victoria en Extremadura con mayoría absoluta en las autonómicas

El ganador, en su primera intervención anoche; tras él Ramón Ferreira, Marisol Mateos, Lara Garlitos y el alcal de Mérida, Rodríguez Osuna

José L. Aroca

El Partido Socialista ha vuelto a ganar las elecciones autonómicas en Extremadura, con un incremento importante en el porcentaje de votos y de escaños obtenidos en el Parlamento regional, y con una mayoría absoluta en su mano que le permitirá gobernar a sus anchas la comunidad en los próximos cuatro años al llegar hasta el 46,73% de los votos (286.563).

En escaños es aún mayor el avance al pasar de 30 a 34, gracias al cierto hundimiento de Unidas Podemos (Podemos más Izquierda Unida, Equo y Extremeños) y mantenerse el número de formaciones que se reparten los 65 diputados en cuatro.

Se recupera así por parte del PSOE la mayoría absoluta que perdió en 2011, aquella legislatura 2007-2011 Fernández Vara la acabó con 38 diputados, en la siguiente (2011-2015) perdió al bajar a 30 y además IU facilitó el gobierno de Monago, y hace cuatro años repitió 30 pero ya por delante del PP.

Se cumple de esta forma con creces el pronóstico del CIS que le daba entre 30 y 32 diputados, al borde de la mayoría absoluta.

Gran caída del PP de Monago

El PP de José Monago retrocede notablemente, de 28 diputados que tenía pasa a 20, y no ha sido mayor la debacle porque Vox, que durante todo el recuento sacaba dos escaños (Juan Antonio Morales y Antonio Pozo), finalmente se ha quedado sin ellos al no alcanzar el umbral mínimo del 5% de votos (se ha quedado en el 4,8%).

Con ese revés, Antonio Pozo no consigue el acta de diputado de extrema derecha tras haberse quedado en la misma jornada electoral sin la alcaldía de Guadiana del Caudillo, y Juan Morales, que abandonó el PP pero conservó su escaño, se despide también de la Asamblea de Extremadura después de varios años

La decepción de la convocatoria ha sido Unidas Podemos, que con la confluencia de Podemos, Izquierda Unida, Equo y Extremeños se suponía que podría mantener e incluso aumentar sus seis diputados, pero la experiencia ha fracasado y se ha quedado en cuatro, en demostración de que la suma ha restado.

La subida de Ciudadanos ha ido en la línea que se esperaba arrebatando cuota al PP, y pasa de una diputada a siete.

El vencedor, Fernández Vara, ha agradecido las felicitaciones recibidas de los adversarios, y prometido que seguirá dialogando con las otras fuerzas en una aceptación humilde de la victoria y mayoría absoluta.

Monago se ha presentado satisfecho de mantener el estatus de líder de la oposición frente a Ciudadanos, y el líder de ésta, Cayetano Polo, ha valorado el terreno que le ha comido al PP.

Irene de Miguel (PP) ha felicitado al ganador y asumido que la experiencia no ha funcionado como esperaban.  

Último período

Será la última legislatura de Guillermo Fernández Vara ya que cumplirá los dos mandatos, u ocho años en el cargo, que marca la ley regional de cargos público como tope para el presidente de la Junta.

El político de Olivenza (Badajoz), tras sufrir una inesperada y amarga derrota en las regionales de 2011, primera vez que perdía el PSOE en la Comunidad, vio cómo Izquierda Unida, con tres diputados, facilitaba con su abstención la elección de José Monago (PP) como presidente, a pesar de haber ofrecido a los izquierdistas un acuerdo que habría sumado 33 diputados frente a los 32 de Monago.

Tras reponerse el Partido Socialista, en una sufrida cura de humildad sin precedentes pero larga, Vara dio un golpe de efecto con una moción de censura en la primavera de 2014 que no ganó (de nuevo la abstención de IU) pero que le hizo recuperar la iniciativa política, a la que se unió el escándalo, en noviembre siguiente, de los viajes de Monago como senador a Canarias años antes, donde se veía con una compañera de partido.

En mayo siguiente Fernández Vara se alzó con el triunfo electoral, con 32 diputados frente a 30 de Monago, y consiguió la investidura como presidente con el apoyo además de los seis diputados de Podemos según decidió ese partido en consulta interna a sus afiliados; Podemos rechazó en aquel entonces entrar en un gobierno de coalición, por inexperiencia política lo que habría sido una temeridad según ha señalado su actual líder, Irene de Miguel.

La reconstrucción en primer lugar de las políticas sociales y cuentas de la Hacienda regional, “machacadas” por Monago y su homólogo de partido en Madrid Mariano Rajoy, llenas de recortes en aras a la austeridad por un lado pero con despilfarros por otro; la puesta en marcha de una estrategia de economía verde y circular, y finalmente la lucha por un servicio ferroviario de calidad, han marcado la pasada legislatura del PSOE en la Comunidad, sobrellevada con dos presupuestos de la Junta de Extremadura sacados adelante con la abstención del PP y otros dos con la de Podemos, que en esta nueva legislatura 2019-2023 aborda una nueva era tras haber cambiado de líder, con Irene de Miguel sustituyendo a Álvaro Jaén.

Será pues el período del adiós presidencial de Fernández Vara (en otoño cumplirá 61 años) y su relevo como candidato próximo, y también posiblemente al frente del partido cuyo congreso toca dentro de dos años, en 2021. La derrota de José Monago podría abrir también el proceso de sucesión en el Partido Popular, con el diputado nacional por Cáceres, Alberto Casero, afín y cercano personal y políticamente a Pablo Casado, en las quinielas.

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