Los consejeros de Urkullu estarán más de 100 días sin someterse a preguntas de la oposición en el Parlamento
El Parlamento Vasco retoma este viernes su actividad ordinaria tras el parón estival con el tradicional pleno de política general, en el que el lehendakari, Iñigo Urkullu, hará balance de su gestión y presentará los retos de cara al tramo final de la legislatura vasca, antes de dar paso a un debate con los portavoces de la oposición. El último pleno de la Cámara tuvo lugar el 28 de junio, por lo que habrán pasado 84 días. Se da la circunstancia de que la primera sesión de control al Gobierno está programada para el 11 de octubre, dentro de tres semanas, por lo que los consejeros del Ejecutivo habrán estado más de 100 días sin responder a preguntas de la oposición.
El lehendakari Urkullu ya ha adelantado al Parlamento un resumen de su discurso, en el que priorizará el poner en valor el 40 aniversario del Estatuto de Gernika antes que su reforma. Planteará como pilares de su gestión la emergencia climática, el invierno demográfico y la consolidación económica. Sin embargo, después de enviarlo se produjo la confirmación de que España tendrá que repetir las elecciones generales el 10 de noviembre, un asunto que sobrevolará en todas las intervenciones y que marcará el final de la legislatura vasca. Urkullu, que habitualmente expone un discurso de alrededor de 60 minutos en euskara y castellano, ya ha venido advirtiendo recientemente de los “nubarrones” que se ciernen desde fuera sobre el “microclima” vasco, una expresión suya del último discurso de Navidad. Asuntos como la definición de la llegada del AVE o las transferencias pendientes del Estatuto están en el tintero por la falta de Gobierno en España.
El Gobierno de coalición de PNV y PSE-EE, en minoría por un solo escaño, no logró apoyos externos para aprobar los presupuestos de 2019 y verá condicionado el final del segundo mandato de Urkullu a conseguirlo este año. Pero se encontrará con que la negociación presupuestaria coincidirá de lleno con el período electoral, lo que podría enconar las discrepancias entre partidos. Será después de esa tramitación presupuestaria cuando Urkullu -como siempre ha dicho- valore cuándo será el momento idóneo para convocar autonómicas, si en otoño de 2020 -cuando se cumplen cuatro años de los comicios de 2016- o unos meses antes.
¿Y cómo llega la oposición al arranque del nuevo curso político? EH Bildu presenta un plantel renovado en el Parlamento tras las salidas de Pello Urizar primero y Miren Larrion y Jone Goirizelaia después. Les sustituyen Diana Carolina Urrea, Ander Rodríguez e Igor San Saturnino. Su portavoz, Maddalen Iriarte, pidió esta semana que el Ejecutivo de Urkullu deje de mirar a Madrid: “Es necesario dar el salto de tomar las decisiones aquí y ahora”.
Elkarrekin Podemos, por su parte, aspira a mostrar su perfil más social y a tender la mano para que el Gobierno de coalición avance en ese terreno. El PP encara el nuevo curso tras una convención en la que ha reclamado su acento propio en Euskadi y en busca de “utilidad”. Su gran propuesta es una rebaja fiscal al estilo de la de Madrid.