El nuevo presidente del Superior vasco se estrena pidiendo a los poderes públicos claridad en las medidas contra la pandemia
El nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), Iñaki Subijana, ha pedido a los legisladores “concreción normativa” para adoptar medidas con el fin de evitar la propagación de la pandemia de la COVID-19, y a los tribunales “claridad argumental en la exposición de los criterios que justifican la decisión que se adopta” sobre las restricciones que imponen los Gobiernos. No es un tema baladí, ya que las decisiones de magistrados de este tribunal han condicionado el desarrollo de las medidas en Euskadi e incluso en el conjunto de España y ahora se avecina un nuevo escenario sin estado de alarma.
Además, ha realizado una clara apuesta por la Justicia restaurativa en los procesos penales y penitenciarios y por modelos de reconocimiento del daño injusto causado a las víctimas y su reparación “hasta el máximo de las responsabilidades exigibles”, informa Europa Press. Subijana ha tomado este jueves posesión de su cargo como presidente del TSJPV en un acto solemne celebrado en el Palacio de Justicia de Bilbao, que ha estado presidido por el presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, y al que han asistido también el lehendakari, Iñigo Urkullu, y otros representantes institucionales. Subijana sustituye a Juan Luis Ibarra, jubilado el pasado verano, aunque temporalmente había asumido el cargo Garbiñe Biurrun.
Cuando está a punto de concluir el 9 de mayo el decreto de prórroga del estado de alarma, durante su intervención, el magistrado se ha referido a la situación socioeconómica y sanitaria generada por la pandemia. Según ha indicado, “está visibilizando la importancia del sistema de justicia en la solución de los conflictos existentes entre valores jurídicos valiosos en una sociedad democrática, como la libertad, en sus diversas manifestaciones, y la salud”. En este sentido, ha destacado la función de los tribunales en la resolución de los conflictos entre la libertad de actuación en los diversos planos -incluido el económico- y el derecho a la salud de las personas “a la luz de los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad”.
“Se dibuja, en definitiva, un Derecho dúctil que, para minimizar la incertidumbre y evitar, con ello, la confusión y desorientación social, exige de los legisladores un ejercicio de concreción normativa en la delimitación de los supuestos y en la configuración de los efectos y precisa de los tribunales una tarea de claridad argumental en la exposición de los criterios que justifican la decisión que se adopta”, ha subrayado. Para el presidente del TSJPV, este juicio de ponderación obliga a deslindar, en cada supuesto, cuál es el valor preeminente y a dilucidar hasta qué punto se debe primar un valor más valioso ante otro de menor entidad.
Iñaki Subijana ha apostado por una Justicia restaurativa, que se base en la reparación del daño injusto causado a las víctimas. En este sentido, ha considerado que la Justicia del siglo XXI “se caracteriza por la progresiva implementación de modelos que la conciben como una específica respuesta a la injusticia sufrida por las víctimas”. Por ello, ha abogado por esta Justicia restaurativa en el orden penal y penitenciario, y por la mediación en los órdenes jurídicos civil, familiar, mercantil, administrativo y social. En este sentido, ha dicho que se trata de modelos que “ofrecen la posibilidad, siempre que responda a la libre decisión de las personas concernidas, de buscar, mediante espacios comunicativos”, fórmulas de reconocimiento del daño injusto causado y la reparación material y emocional “hasta el máximo de las responsabilidades exigibles”.
El presidente del TSJPV se ha mostrado favorable al reconocimiento de la injusticia causada y el restablecimiento de “desajuste” provocado. A su entender, para ello se precisa de la implementación de factores afectivos y reparadores que “reflejen la desaprobación por el hecho cometido, posibiliten la reincorporación social reparadora del responsable de la injusticia, con pleno respeto al espacio y al significado de las víctimas”. De esta forma, se persigue “transitar del lenguaje de la destrucción y la injusticia, al de la reconstrucción”.
Iñaki Subijana ha puesto en valor la necesidad de que, ante la discriminación de género, la justicia promueva, entre otras medidas, la mejora en la información a las víctimas de los derechos que les asisten en el proceso y el incremento de la calidad y cantidad del conocimiento disponible por jueces y tribunales a la hora de adoptar medidas de protección que eviten la revictimización. Por ello, cree que debe haber una justicia distributiva que haga posible la igualdad de oportunidades en el ejercicio de los derechos y libertades. En este contexto, ha desgranado una serie de ajustes procedimentales para las personas con diversidad funcional, tendentes a garantizar la accesibilidad cognitiva en el ámbito judicial. También ha considerado que “uno de los mayores desafíos que aportan las democracias es diseñar las bases de un nuevo contrato social entre generaciones”. En esta línea, ha emplazado a asentar la justicia intergeneracional basada en el principio de que las generaciones presentes no dañarán a las venideras y mantendrán y ayudarán a las precedentes.
Una Justicia bilingüe para una sociedad bilingüe
Subijana ha reclamado, asimismo, una justicia permeable a la transformación digital de la sociedad, no solo para relacionarse con los ciudadanos, sino para permitir la articulación del expediente digital como instrumento de gestión procesal al servicio de los juzgados y tribunales. El máximo representante del TSJPV pretende que se impulse una justicia “que comunique y se comunique en una sociedad bilingüe” para posibilitar el ejercicio de los derechos lingüísticos de los ciudadanos que se relacionan con los tribunales en Euskadi. Por último, ha dicho que una justicia democrática precisa de “una comunicación permanente con la sociedad en la que se enmarca y a cuyos integrantes presta un servicio público indispensable mediante la tutela efectiva de sus derechos e intereses legítimos”.
El magistrado ha tomado posesión de su cargo como presidente del TSJPV y, de esta forma, se ha puesto fin a los más de diez meses de situación de interinidad en la que se encontraba la presidencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, y que ha ocupado en funciones Garbiñe Biurrun --elegida presidenta de la Sala de lo Social-- desde que a medidos de junio de 2020 se jubilara Juan Luis Ibarra.
Subijana, que pertenece a la asociación Juezas y Jueces por la Democracia, ha tomado el testigo de Ibarra, en un acto restringido a un aforo de unas 40 personas por las medidas sanitarias establecidas por la pandemia. Han estado presentes, además de Lesmes y del lehendakari, los vocales del CGPJ María Victoria Cinto --que ha ejercido de madrina del nuevo presidente del TSJPV-- y Enrique Lucas, la fiscal superior, Carmen Adán, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, el Ararteko, Manu Lezertua, y el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso.
Para su toma de posesión, que ha sido retransmitida en directo por vía telemática, Iñaki Subijana ha prometido “guardar y hacer guardar fielmente, y en todo tiempo, la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico, lealtad a la Corona, administrar recta e imparcial justicia”. Subijana, que ha ejercido hasta ahora como máximo representante de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, fue designado para el nuevo cargo por el pleno del CGPJ el 4 de marzo. De 57 años y nacido en San Sebastián, es euskaldun, experto en Derecho Foral, en mediación judicial y en justicia restaurativa, e ingresó en la carrera judicial en 1990.
Por su parte, el presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, ha destacado “las virtudes de tolerancia y respeto” del nuevo presidente. En su parlamento, Lesmes ha subrayado “las extraordinarias cualidades como jurista” de Iñaki Subijana, su trayectoria de 30 años en el desarrollo de su función jurisdiccional, y su especial vinculación “a esta maravillosa tierra”, Euskadi. Además, ha remarcado “su absoluta pasión por el Derecho, su talante conciliador y moderado, su prestigio como persona entregada al estudio riguroso y pormenorizado de los asuntos antes de cualquier toma de decisiones, así como, su inquebrantable compromiso con la sociedad a la que sirve”.
Lesmes ha manifestado que el nuevo presidente del TSJPV cuenta con “un completo” plan de mejora de la calidad de la Administración de Justicia. “Es consciente de la necesidad de dar impulso a las nuevas tecnologías y de culminar la implantación del modelo de oficina judicial, lo que da buena muestra de su implicación en la tan necesaria modernización de la Justicia”, ha añadido.
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