De iglesia a centro de arte, así se obra un milagro
En poco más de tres semanas, cerca de una decena de artistas y creadores comenzararán a “intervenir y reconvertir” la antigua iglesia de Pajares de la Rivera, una pedanía cacereña de 11 habitantes, en un centro de arte.
Una iglesia sin culto que se convertirá en un templo del arte gracias al proyecto “Contenedores de Arte” que, en los últimos 10 años, ha conseguido transformar medio centenar de espacios abandonados o en desuso en Extremadura en “museos donde no hay museos”.
Pintura, vídeo, fotografía, escultura, graffiti, instalaciones... cualquier disciplina artística vale en este proyecto en el que como nos explica su director, Marce Solís, “la libertad es absoluta para los artistas” y con el que se pretende “recordar el pasado de este pueblo y la memoria sentimental de lo que fue este espacio”.
La historia de Pajares de la Rivera se remonta a mediados del siglo XX, cuando en el entorno de los regadíos del río Alagón, se funda este poblado de colonización, perteneciente al municipio de Ríolobos. Sin embargo, a diferencia de otros poblados cercanos de la zona, Pajares de la Rivera no llegó a desarrollarse como pueblo y a principios de este siglo quedó prácticamente despoblado. Eso sí, mantiene intacta, a día de hoy, la arquitectura propia de estos poblados, presidida por el campanario de su iglesia, en la que nunca se escucharon lecturas bíblicas y ni se dio la comunión ya que no llegó a ser sacralizada.
El templo de Pajares de la Rivera fue cedido a finales de 2021 por el Obispado de Coria-Cáceres al Ayuntamiento de Ríolobos, y así comenzó a obrarse el milagro. Su alcalde, José Pedro Rodríguez, estaba convencido de que había que rehabilitar la iglesia y dar vida a la pedanía. Y ahí estaba el proyecto “Contenedores de Arte” y su director Marce Solís para terminar de hacer realidad este propósito.
La conexión con lo local y el entorno natural a través de la práctica artística es uno de los objetivos principales de “Contenedores de Arte” que pretende la promoción del arte contemporáneo y los artistas extremeños en el mundo rural así como la participación ciudadana en la cultura. Una perfecta simbiosis entre el arte contemporáneo y el arte tradicional.
Será en octubre cuando los artistas participantes comiencen a trabajar “in situ” en el que será antes de que finalice el año un nuevo centro de arte. Tres meses de proceso creativo y colaborativo a todos los niveles, - artístico, social e institucional- en los que se mezclarán las nuevas ideas con las tradiciones, con los diferentes conceptos, formas y colores.
Y así es como el arte dará una nueva vida a esta iglesia extremeña. Y el milagro se hará cultura.
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