Un paseo por la Garganta de los Infiernos de la mano de expertos
La Garganta de los Infiernos no es solo uno de los destinos más populares de Extremadura sino también uno de los más espectaculares con sus cerca de 7.000 hectáreas repartidas entre los términos municipales de Cabezuela, Jerte y Tornavacas en el Valle del Jerte, el internacionalmente conocido por sus cerezas. Paraje Protegido desde 1994 es el segundo espacio más visitado en la región tras el Parque Nacional de Monfragüe.
Normal que con ese currículum se le dedique todo un programa de actividades con la Semana de la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos que se va a desarrollar desde el 7 hasta el 14 de noviembre en su cuarta edición. Una ocasión excepcional para acercarse hasta este rincón del norte extremeño donde se ofrecen propuestas como rutas micológicas, senderistas, a caballo y en bicicleta, talleres para aprender a hacer moscas de pesca y a anillar pájaros, suelta de aves, repoblación piscícola o proyección de documentales, actividades ideales para disfrutar entre amigos o en familia.
Por suerte la Reserva Natural está ahí todo el año para delicia de los miles de caminantes, aventureros y amantes de la naturaleza y el deporte que la eligen en cualquiera de las estaciones. Hemos pedido a algunos de los extremeños que mejor la conocen que nos indiquen cuál es su rincón preferido de La Garganta de los Infiernos y, curioso, ninguno coincide porque hay tantos rincones excelentes que la selección resulta de lo más variada.
El Valle de la Serrá
Ángel Vicente Simón tiene la suerte de que La Garganta de los Infiernos es su oficina desde hace casi 16 años, el lugar por el que este jerteño se mueve como pez en el agua a diario como guía profesional de naturaleza. No hay rincón que se le escape y entre ellos elige el Valle de la Serrá, “el único valle de origen glaciar que hay en Extremadura”, un sitio con endemismos ibéricos de flora y fauna de un gran valor, al que acuden investigadores arropados por alguna universidad o equipo científico a los que se les concede permiso, ya que es una zona de uso restringido. Es prácticamente imposible que los particulares consigan el pase, por lo que si se quiere disfrutar de este enclave hay que hacerlo acompañado por guías autorizados.
Garganta de San Martín
El entorno del chalet de la Garganta de San Martín en Tornavacas es uno de los lugares preferidos por el historiador y cronista Juan Pedro Recio “porque tienes a tiro de piedra Peña Negra y aún a más altura Castilfrío”. Le encanta también el tramo anterior a la llegada del Puente de Carlos V según se llega desde la localidad de Jerte “porque se ve todo el discurrir de La Garganta, el puente al fondo, la ladera de enfrente y justo cuando llegas al puente, el Valle del Jerte al fondo”.
El Manto de la Virgen
Al periodista Vicente Pozas, autor del blog Andando Extremadura, le resulta difícil elegir solo un atractivo pero apuesta por sentarse en el banco que hay antes de llegar a la espectacular caída del Manto de la Virgen, una cascada que recibe su nombre porque parece un manto que viste la sierra, sobre todo cuando el agua se congela y aparece como una cortina de hielo. A ese rincón concreto y el Monte Reboldo, el castañar de Jerte que se puede alcanzar caminando desde el pueblo, los define como “magia pura, especialmente en otoño”.
Mirador de los Escalerones
Emilio Rodríguez, del Grupo Placentino de Montaña, es otro de los extremeños que conocen bien la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos por la que transcurre el itinerario de la Travesía Carlos V que esta asociación organiza desde hace 31 años. El Mirador de los Escalerones que está antes de llegar al Collado de las Yeguas es su rincón preferido, “una zona de acantilados con unas vistas espectaculares”.
Collado de Las Losas
El naturalista placentino José Luis Rivero ha incluido la ruta circular por la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos por el Puente Nuevo de Carlos V, skyline del paraje, en el libro Rutas para Descubrir Extremadura que acaba de editar la Fundación Xavier de Salas.
“Tiene 16 kilómetros de dificultad media que puede hacerse en BTT o a pie en unas cinco horas”, partiendo del punto de información de la Reserva Natural para caminar entre bosques de robles y castaños junto a algunas plantaciones de cerezos. El recorrido pasa por Los Pilones y sus famosas bañeras que la erosión ha ido excavando en las piedras; de ahí se sigue al Puente del Sacristán “donde los ciclistas tendrán que bajarse de la bicicleta” y seguir hacia el de Carlos V por el Collado de las Yeguas. Desde el puente se asciende al Collado de las Losas, que ofrece unas vistas espectaculares. Un completo y delicioso paseo en el que es posible encontrarse con nutrias, jabalíes, ciervos o con el halcón abejero, “uno de los habitantes más peculiares de estos bosques”.
Garganta de los Papuos frente a la Reserva
La Garganta de los Papuos no está dentro de la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos sino en su zona de influencia y se encuentra frente a la misma, a la izquierda de Jerte, un kilómetro enfrente de la reserva propiamente dicha, lo que la convierte en un mirador excepcional de la misma. Es el sitio preferido de Javier Gil, guía e instructor de deportes de aventura como el rafting y el barranquismo porque es un enclave perfecto para realizar estas prácticas que atraen a cientos de aventureros llegados al Valle del Jerte desde distintos puntos de España.