“Loky”, el grafitero más lesivo de la historia de Plasencia, ante el juez
El grafitero placentino conocido como “Loky”, que entre los años 2014 y 2015 actuó por toda la ciudad y que llegó incluso a pintar un elemento patrimonial de primer orden como es el puente de Trujillo, será juzgado este jueves, 22 de septiembre, a partir de las 9:00 horas en el Juzgado de lo Penal de la capital del Jerte.
El Ministerio Fiscal pide para Loky cuatro años de cárcel por un delito contra el patrimonio histórico y 24 meses de multa, con cuota diaria de 30 euros y responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos cuotas no satisfechas.
A estas penas se suma una tercera en concepto de responsabilidad civil, para que abone a los afectados por sus pintadas las cuantías a las tuvieron que hacer frente para borrarlas de sus fachadas.
Son más de 40 las reclamaciones que existen por los daños causados por las pintadas, de ahí que la Fiscalía haya pedido una indemnización para cada uno de los afectados que supera en global los 33.800 euros.
Entre ellas destacan, según han detallado a Efe fuentes municipales, los 1.003 euros que debe pagar al Ayuntamiento por el puente Trujillo; 4.544 euros a la UTE de limpieza por las pintadas que realizó en contenedores y papeleras por toda la ciudad, y los 8.395 a vecinos de diferentes bloques.
La Policía Local de Plasencia anunció en enero de 2015 que había conseguido identificar a un grafitero de 36 años, vecino de la localidad, que durante los últimos meses había actuado por toda la ciudad.
Según informó el intendente de la Policía Local, Enrique Cenalmor, los cuerpos de seguridad seguían la pista a este individuo desde hace tiempo como supuesto autor de cientos de pintadas tanto en edificios públicos como en inmuebles privados de la localidad.
Además, había “firmado” el 80 % de los contenedores de residuos de la ciudad.
No en vano, esta persona disponía de un mapa de toda la ciudad, donde apuntaba cada uno de sus movimientos.
En este sentido, dos agentes de la Policía Local, adscritos al departamento de Barrios, lograron, en el transcurso de un servicio voluntario de vigilancia, cazar in fraganti al grafitero alrededor de las cuatro de la madrugada, tras dejar una de sus firmas en la calle Rodrigo Alemán.
El grafitero alegó ante los agentes que sufre un problema de insomnio y que para relajarse salía a pintar por la noche.
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