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“En una tragedia los medios deben establecer límites en la reproducción de ciertas imágenes”

Ana Isabel Martínez Arranz, coordinadora del Grupo de Intervención Psicológica en Catástrofes y Emergencias del Colegio Oficial de Psicología de Galicia.

Virginia Uzal

Ana Isabel Martínez Arraz es la coordinadora del Grupo de Intervención Psicológica en Catástrofes y Emergencias (GIPCE) del Colegio Oficial de Psicología de Galicia (COPG). Vivió de primera mano desde el Cersia en San Lázaro y desde el Multiusos Fontes do Sar el tratamiento con los familiares de las víctimas: “Vivimos con las familias todo el proceso, desde la espera de información hasta la comunicación de la noticia que muchos ya esperaban”.

¿Cómo se prepara un psicólogo para afrontar una tragedia como esta?

A nivel de formación el grupo lleva funcionando desde hace muchos años y tiene convenio con el 112 para las emergencias de la comunidad. Era un grupo con mucha experiencia para afrontar algo que se sale de lo normal, nuestra formación interna es anual e intentamos que sea lo mejor posible, hacemos mucho esfuerzo de inversión económica en este sentido y se ven los resultados. Casualmente hacía poco tiempo que habíamos estado trabajando para afrontar algo así.

¿Cómo fue la reacción ante la tragedia?

La valoración creo que es la misma que tenemos todos los profesionales que intervenimos. Estamos muy satisfechos por la coordinación y actuación que se desplegó. No hubo ningún problema en ese sentido, desde el primer momento hasta ahora, la coordinación podríamos decir que fue casi la ensayada. Los forenses, bomberos, psicólogos, Cruz Roja, policía judicial, médicos... todas y cada una de las partes implicadas hicieron muy buen trabajo. Todos estábamos en el mismo barco, había que sacar adelante a los afectados y que todo pasase lo antes posible. Diría que este trabajo en equipo fue lo mas gratificante, junto con el agradecimiento de las familias.

¿Cómo cree que reaccionaron los medios de comunicación? ¿Cree que deberían consultar a los psicólogos para saber qué imágenes reproducir y cuáles no?

La verdad es que nuestro trabajo se realiza desde el primer momento y apenas tuvimos tiempo de ver la reacción de los medios durante toda la emergencia, el conocimiento externo de lo que estaba pasando nos llegó después por otros medios. Lo que sí vivimos, y muy cerca, fue la reacción de los periodistas en primera línea. Es muy perjudicial para muchos casos esta actuación de los medios mientras se está atendiendo a las familias. Hay ocasiones en las que no se respeta la intimidad, muchas no quieren ser grabadas y esto provocaba que no salieran a la calle para que las cámaras no los vieran llorar, no podían expresar su dolor por miedo a ser retratados. En ocasiones éramos nosotros mismos los que hablábamos con los periodistas para que dejasen de grabar y así pudieran salir. En todo caso, en una tragedia como esta los medios tienen que saber establecer sus límites en la reproducción de ciertos imágenes, no debería ser necesario el contacto con los psicólogos. Todos tenemos que hacer una reflexión posterior a todo lo que pasó, pero en el caso de los periodistas es su deber reflexionar sobre si respetaron o no esos límites o si abusaron de las imágenes y demagogia.

Han pasado ya cinco días y sigue siendo el tema principal de todos los medios de comunicación. ¿Cómo cree que afecta esto a la sociedad? ¿Cuándo cree que debe volver la normalidad?

Creo que no puede durar mucho más, es necesario que volvamos todos a la normalidad. Estamos todos agotados, desde los vecinos de Angrois, las familias o los profesionales. Llevamos casi una semana con el accidente demasiado presente, es bueno volver a la normalidad sin que eso signifique olvidar.

¿Cómo afectan la visita de las autoridades a familiares o enfermos o las ceremonias oficiales?

Eso siempre depende de cada caso. Veo distinto las visitas políticas que las de la Casa Real, por ejemplo, creo que en estos casos el sentido político es complicado de entender, en cambio la Casa Real es más asidua de este tipo de actos. Seguramente hubo familias a las que no les gustó la visita y muchas que ni acudieron a la ceremonia, pero lo entienden como un reconocimiento al dolor que están pasando. La intención debería ser que las familias vean que todos están a su lado. El acto de ayer, por ejemplo, muchos lo entendieron como el final de esta situación y esta horrible semana. A muchas les resultó reconfortante no sólo la presencia de las autoridades, sino la de los profesionales que colaboraron en todo el proceso.

Dice que el acto de ayer representó el final de casi una semana de situación extrema para ellos. ¿Pero cuáles son los efectos a medio y largo plazo de una tragedia como esta?

Siempre depende del grado de trauma, es distinta la impresión que les pudo quedar a los vecinos de Angrois que a los familiares. Los vecinos se ven afectados por las imágenes y recuerdos de lo vivido, pero no se vieron afectados a nivel de pérdidas, eso marca la diferencia respeto a las familias. Cuanto más nivel de pérdida, más afectado puedes estar y más tiempo te puede costar asimilar todo lo que pasó. Los vecinos en cuatro o seis semanas ya tendrán la situación normalizada, las reacciones normales ante una situación crítica como la que vivieron son problemas de sueño o concentración pero lo normal es que vayan disminuyendo hasta desaparecer. Entre los familiares empieza un proceso de duelo y también depende del nivel de pérdida, ya que en muchos casos es más de un familiar. Los enfermos también tienen que pasar por esto, en muchos casos asumir una amputación y dependiendo de la experiencia será más o menos complicada la vuelta a la normalidad y la integración. Las conductas como la evitación de este tipo de transporte serán normales: la reacción es la misma que en un accidente de coche, muchos de los afectados no serán capaces de volver a subir a un tren durante mucho tiempo.

También es importante resaltar los traumas, desde el punto de vista psicológico, que puede tener el maquinista. Prácticamente desde lo primer día pesaban sobre él acusaciones de homicidio por imprudencia, las cifras de fallecidos y heridos, declarar en la comisaría tan sólo unos días después y ver cómo una parte de la sociedad te juzga antes que un juez... ¿Cómo cree que se debería tratar el tema?

La verdad es que nosotros no tuvimos contacto con el maquinista ni tratamos su situación, pero es cierto que estará siendo muy difícil. Está siendo juzgado socialmente antes de que lo haga un juez, ¡y antes de abrir las cajas negras! Hay que esperar y ser prudente. Con la situación que pasó, independientemente de ser declarado culpable o no, es normal su sentimiento de culpa. Yo creo que los medios deberían ser prudentes hasta que se aclaren las cosas y se ponga todo encima de la mesa.

¿Cómo afectará a la memoria de Galicia este accidente en un día tan señalado?

Fue una cosa poco común. Al ser un accidente de un medio de transporte como el ferroviario, la magnitud es mayor, así como la impresión, ya que siempre lo vemos más seguro. Inevitablemente se verá ligado al Día de Galicia durante mucho tiempo.

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