La Xunta mantiene el gasto en la Cidade da Cultura a pesar de la parálisis de los edificios pendientes
En marzo el Parlamento aprobó contra todo pronóstico una iniciativa del BNG para frenar definitivamente las obras de los edificios pendientes de la Cidade da Cultura. La parálisis, que dejaba incompleto el “sueño” de Manuel Fraga, no fue bien recibida en algunos sectores del PP, en primer lugar por sus agitadas filas de Compostela, e implicaba una negociación con las empresas constructoras que la Xunta dice llevar con “discreción”. Lo que no está entre esas repercusiones inmediatas es un ahorro de dinero público, toda vez que el gasto de la Consellería de Cultura y Educación en el complejo se mantiene prácticamente intacto en los Presupuestos Generales para 2014.
El proyecto de cuentas públicas que el Parlamento tramita desde el pasado sábado registra una bajada de apenas el 0,5% del dinero inyectado en los edificios del monte Gaiás. Así, la suma de las subvenciones de explotación y capital pasa de 9,3 a 9,2 millones de euros, una caída residual pero menor que el –0,7% que experimenta el total del presupuesto cultural del Gobierno gallego, que pasa de 61,3 millones a 60,9. Según las previsiones plurianuales que incluye el proyecto presupuestario para la Fundación Cidade da Cultura, la caída del gasto en el complejo comenzará a notarse en 2015, cuando los fondos para pagar “obras de urbanización y edificación” y su “conclusión” pasen de acercarse a los 5 millones a quedar en algo menos de 1,4.
En este escenario, los cuadros numéricos elaborados por el departamento que dirige Jesús Vázquez siguen mostrando la Cidade da Cultura como un mal negocio para el erario público. Así, el complejo –en el que ahora también se instalan organismos oficiales como la Agencia para la Modernización Tecnológica o la Agencia Gallega de Industrias Culturales– absorberá 836.000 euros durante 2014 en concepto de “reparación y conservación”, un 31% más que en el ejercicio de 2013, mientras que los gastos para la programación cultural pasan de 2,9 millones a 1,9. Esto sucede mientras, como ya detalló este diario, la principal suministradora de dinero para los actos culturales del complejo es la Fundación Gaiás, la entidad constituida como particular y que ahora, a pesar de tener capital mayoritariamente público, sigue sumida en la opacidad.
A pesar de la declaración de intenciones para convertir el recinto en económicamente sostenible, los Presupuestos revelan que los ingresos previstos para 2014 no cubren, ni de lejos, los gastos. Así, Cultura prevé ingresar algo más de medio millón de euros por “visitas, eventos, alquileres” y fuentes similares, a los que se sumarían 1,7 millones por patrocinios. Es, por lo tanto, un dinero que apenas cubre la partida de programación cultural y que se ingresarían en un contexto en el que los resultados de la reorientación de espacios se muestran también discretos: para 2014 las “actuaciones de creación” cultural se prevé que sean seis, las empresas relacionadas con la tecnología instaladas en el Gaiás serán 10 y los profesionales de la cultura que trabajen en el espacio de coworking, unos 30.
La Fundación Cela, indemne un año más
Como viene sucediendo desde su rescate público en la primavera de 2012, la Fundación Camilo José Cela, ahora integrada en la estructura de la Xunta de Galicia, entra de nuevo en los Presupuestos Generales sin sufrir ningún recorte respecto al anterior ejercicio económico. Según el proyecto presupuestario, esta entidad recibirá en 2014 una subvención de explotación de 257.294 euros, exactamente lo mismo que el año anterior. Tampoco le aplican recortes la Diputación de A Coruña (36.000 euros), el Ayuntamiento de Padrón (24.000) ni la Diputación de Pontevedra (10.000 euros).
Dentro de un presupuesto total de 332.294 euros, los patrocinios y subvenciones procedentes de las aportaciones de, por ejemplo, los “amigos del museo”, pasan de 4.000 a 5.000 euros, mientras aumentan partidas como las de gastos de personal, con una subida del 7,24% en 2014 –la fundación emplea a siete personas–. En cuanto a los ingresos del museo, la previsión pasa de los 6.000 euros de 2013 a los 7.000 de 2014, una cantidad discreta que se puede explicar, entre otros factores, por el hecho de que de las 3.000 personas que se prevé recibir a través del programa de visita, la mitad procede de centros escolares.
