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“¿Iglesias virtuales? Creo que la gente tiene demasiado tiempo libre”

"La iglesia de los necios", donde puedes vivir una experiencia religiosa online (Foto: www.churchoffools.com/)

Lucía El Asri

Alejandro Escobedo: 5.601 seguidores en Facebook. Chuy Olivares: 67.940 seguidores en Facebook. Marcos Vidal: 1.4 millones de seguidores en Facebook. Dante Gebel: 2.4 millones de seguidores en Facebook. Cash Luna: 3.6 millones de seguidores en Facebook. Joyce Meyer: 6.1 millones de seguidores en Facebook.

Tras leer estos nombres, puede que no tengas ni idea de lo que estamos hablando. Tal vez si decimos Papa Francisco, 5.67 millones de seguidores en Twitter, empieces a entender de qué va la cosa. Sí, los anteriormente nombrados son personas reconocidas en el ámbito de la religión - en este caso, pertenecientes al ámbito cristiano. Reconocidas y seguidas de forma masiva en las redes sociales.

Si te hablamos ahora de Fahd Al Ouda, Mohamed El Arifi o Tareq Al Suwaidan, te quedas igual que estabas. Tienen 3 millones de seguidores en Facebook, 10 millones en la misma red social, y 2.9 millones de seguidores en Twitter, respectivamente. Ellos son predicadores islámicos, personas que trabajan para difundir el Islam y compartir conocimientos con creyentes y no creyentes.

Llegados a este punto, hablar de iglesias o mezquitas virtuales ya no resulta sorprendente. ¿O sí? En cualquier caso, está claro que ya nada se resiste al poder de la Red, ni siquiera la religión. ¿No decían que la modernidad traería consigo la pérdida de fe? Juzga tu mismo.

¿Templos virtuales?

Cuando Rut (creyente cristiana) escucha el término “iglesia virtual”, lo primero que le viene a la cabeza es lo que ella define como “la ‘Palabra’”. Dice que un templo de este tipo puede ser el instrumento que haga “que todos escuchemos esa ‘Palabra’” que, explica, “es la forma más fiable en que Dios nos habla a través de la Biblia”. Pero para esta creyente una iglesia virtual solo será válida si está controlada por gente realmente conocedora de la religión que no busque hacer negocio.

Para conocer de primera mano qué es un templo virtual nos adentramos en las profundidades de ‘Lifechurch’, una de estas iglesias online. En la pantalla puede verse un vídeo, donde se retransmiten diferentes oficios religiosos y música cristiana en determinados horarios (de hecho, puedes saber cuánto falta para el siguiente pase por el cronómetro de la parte superior). En total, son 60 los servicios religiosos que se ofrecen cada semana.

También llama la atención un chat. “Hola a todos, si no tiene claro dónde se encuentra, debe saber que esto es una iglesia en línea. Le damos la bienvenida allá donde esté, y esperamos que disfrute de las canciones de alabanza, de los rezos, y del mensaje de amor de Jesús, a través de la Red” dice el usuario Gayle Paredes a todos los que estén conectados en ese momento. En esto, básicamente, consiste una iglesia virtual.

Ken McCaw, otro usuario, nos habla por privado: “Yo solo soy alguien que ama a Jesús, y que cree en su mensaje como en el más importante para lanzar al mundo. Llegué aquí hace diez meses, y estoy gratamente sorprendido por mi experiencia”. Hablar con quienes coordinan la iglesia en línea es complicado. No hay respuesta.

Tenemos más suerte con Rachel Holbrook y Mudassar Aziz, coordinadores de otra iglesia y de una mezquita virtual, respectivamente, que hablan sin tapujos sobre sus particulares templos en línea.

Aziz, de origen pakistaní, vive en Reino Unido. Desde allí administra la página web de la mezquita virtual. Explica a HojaDeRouter.com que, junto con algunos compañeros, creó la web en 2006 con el objetivo de poder retransmitir la oración del viernes (día sagrado para los musulmanes), para que aquellos que no pueden asistir a la mezquita (que es obligatorio), sí puedan presenciar el rezo.

¿Tienes dudas religiosas sobre el Islam? Entonces, puedes enviar tus cuestiones a Mudassar y su comunidad a través de la propia web, de Skype o de Twitter. Dudas que serán respondidas, analizadas e interpretadas a través de un vídeo explicativo que suele publicarse de forma semanal.

Holbrook, por su parte, dirige la iglesia ‘St. Pixels’. Antes fue conocida como 'Church of Fools' (Iglesia de los Necios, en referencia a algunos pasajes de la Biblia que dicen que “los necios serán siervos de los sabios”).

Entramos en la caduca versión de “Church of Fools”. Nos dan la bienvenida con el siguiente mensaje: “Puede elegir un personaje de dibujos animados, entrar en la iglesia, caminar, sentarse en un banco, explorar el santuario o hacer sus oraciones. Incluso puede tocar las campanas de la iglesia”. Tal cual. Se trata de vivir la experiencia religiosa en primera persona. En ella, además, podrás leer sermones, debatir en el foro, participar en la “cafetería – chat” y compartir vivencias. Bueno, podías, porque la experiencia de animación en 3D solo duró tres meses. Aquí puedes ver cómo funcionaba:

Convertida en ‘St. Pixels’, la experiencia religiosa deja los dibujos animados para hacerse de carne y hueso, aunque continúe tomando como principal escenario la Red. De hecho, se coordina a través de Facebook . “Esta página es el lugar de encuentro de nuestra comunidad”, explica a HojaDeRouter.com Holbrook. ¿Su intención? Muchos de sus usuarios son personas que están “solas, separadas o discapacitadas, entre otras cosas, y nosotros somos su Iglesia, la comunidad donde puede refugiarse”, asegura.

Bueno, quizás no pueda considerarse como un lugar “sagrado”, opina. Pero “es divertido, informativo, y favorece el intercambio” ¿Qué más se puede pedir? Evidentemente, esta iglesia no solo funciona para transmitir información de fe, sino también como sala de chat para interconectar a los diferentes miembros. ¿Lo más importante de todo? Que sus usuarios pueden pedir oraciones por temas determinados, y cualquiera “podrá contribuir con sus rezos”.

El medio online, ¿contradice la religión?

La opinión de los creyentes es diversa. Said (musulmán de 24 años) lo tiene claro: “una mezquita es un lugar físico, por lo que el término ‘mezquita virtual’ no creo que sea adecuado”.

No obstante, si contradice la religión o no, depende de los gustos, de las interpretaciones y de las tendencias religiosas de cada creyente. Mudassar Aziz asegura que su mezquita virtual ha sido aceptada de forma muy positiva entre la comunidad online de musulmanes. Incluso dice que no ha supuesto ningún problema que las oraciones que se retransmiten en directo solo puedan verse mediante suscripción. “Al menos 150 personas no han tenido ningún tipo de inconveniente en pagar por ello”.

¿Desvirtúa la Red los principios de cualquier religión? Houiam, una joven musulmana de 22 años que vive en España, no tiene muy claro si una mezquita online puede afectar a los principios del Islam, pero cree que puede convertirse en una buena opción, por ejemplo, para los seguidores de este culto que no vivan en países musulmanes, y para los que sea difícil acceder a un templo físico.

No obstante, cree que se puede caer en el error de que los creyentes se vuelvan cómodos y se queden en casa durante la oración del viernes “cuando es obligatorio ir a la mezquita real”.

Desde la vertiente cristiana, y concretamente desde la perspectiva del cristiano evangélico, “internet es un adelanto”, asegura Rut. Los miembros de esta comunidad religiosa no solo participan en el culto de los domingos, sino que estudian la Biblia personalmente, así que “estos recursos son necesarios y útiles para un evangélico con hambre de conocimiento”, opina esta creyente.

En palabras del predicador evangélico Jesús Fernández Postiguillo, “estos avances no rompen ningún principio”. Como su religión se basa en el amor, y “siendo estas innovaciones nuevas formas de ayudar a los demás, entendemos que estamos haciendo el bien y, por lo tanto, cumpliendo el mandamiento”.

Entonces, ¿cuál puede ser el impedimento para que un templo virtual no sea aceptado por la comunidad religiosa? Desde un punto de vista evangélico, Abigail Orius (evangélica pentecostal) cree que esto puede ocurrir cuando la iglesia virtual no tenga una versión física. “Esto es fundamental. Una iglesia virtual no podrá, en ningún caso, funcionar como sustituta de la física”. Lo mismo opina Said para el ámbito islámico.

Comunidad religiosa y ¿virtual?

¿Por qué no va a ser posible hacer comunidad en internet? En estos momentos las nuevas tecnologías pueden ayudar a generar comunidad sobre todo entre los jóvenes, dominados por lo que Abigail Orius explica como “la religión del bricolaje”. Es decir: una forma moderna de ver la religión, que consiste en que esta se basa en la persona y la individualidad. “Esto ha sido provocado por la desconfianza de los creyentes sobre las instituciones religiosas” en los últimos tiempos.

Pero no deja de recordar que, aunque una iglesia virtual puede llegar a muchos rincones del planeta, “en cierta forma hace que se pierda el sentido de comunidad”, de contacto personal con la gente. “En la Biblia se anima a congregarnos físicamente”, algo que estas nuevas iglesias no permiten. Rut también es reacia a confiar del todo en esa comunidad si no existe trato personal, cara a cara. No obstante, reconoce haber hecho buenas amistades religiosas a través de la Red.

En el Islam uno de los conceptos más importantes es el de la “Umma” (la comunidad). Todo lo que se hace en esta religión gira en torno a ella. Por eso Aziz le da tanta importancia a internet como instrumento para “hacer llegar la palabra de Dios a cualquier lugar del mundo”. Incluso a China y Nueva Zelanda, algunos de los lugares desde los que se siguen las retransmisiones de la mezquita virtual.

Es así como, de acuerdo con Holbrook, se hace posible el principio religioso que insta a “amar al prójimo”. El campo virtual posibilita que muchos miembros de iglesias online, como ‘St. Pixels’, se encuentren en la vida real, pero también que la comunidad sea global y se compartan ideas, pensamientos y creencias entre ciudadanos de diferentes nacionalidades.

Problemas en Red, también para la religión

Mal utilizada, la Red puede suponer un peligro para sus usuarios. Y no iba a ser menos en el ámbito religioso. Cientos de 'ciberpredicadores' han surgido en los últimos tiempos. Muchos de ellos con el claro objetivo de obtener beneficios económicos vendiendo o comprando fe y creencias a los más vulnerables.

La directora de ‘St. Pixels' asegura que en su iglesia no existe este problema porque no utilizan dinero en absoluto, pero sabe que, incluso allí, “cualquiera puede mentirte y manipularte. Puede decirte que sufre una grave enfermedad y que necesita ayuda, o que la historia de su vida es trágica”. Alguien movido por la “buena fe” podría caer en la trampa.

Esto es posible únicamente por la confianza que parece generar la conversación online, a pesar de las distancias. Algunos usuarios desvirtúan las conversaciones, entran en polémicas e, incluso, “algunas personas supuestamente religiosas promueven el odio”, asegura. “Su opinión es la única con validez, el resto iremos al infierno, según dicen ellos”. Said añade que en internet cualquiera puede difundir ideas equivocadas, muchas veces con mala intención.

Un paseo por la religiosidad de internet

En el espacio cibernético puedes encontrar mucho más que páginas de Facebook, cuentas de Twitter de personajes reconocidos en el mundo religioso o iglesias virtuales. También existen, por ejemplo, ‘apps’ de todo tipo para alimentar, aún más, el fenómeno religioso online. Desde aplicaciones que simulan templos hindúes a otras que avisan a los musulmanes de las horas de los rezos (con llamada a la oración incluida), pasando por aquellas en las que los cristianos pueden leer fragmentos concretos de la Biblia y chatear con otros creyentes.

¿Eres de los que no consideraría iglesia virtual a un templo que solo exista de forma online? Entonces seguramente prefieras informarte sobre religión a través de las webs oficiales de algunas iglesias, como Iglesia Salem (donde es pastor Marcos Vidal, nombrado anteriormente) o Con Poder, que se autodefine como el portal cristiano líder en español.

¿Eres judío y buscas pareja? En el grupo de Facebook de Judíos solteros de España puedes encontrarla. Si lo que quieres es conocer el funcionamiento de diversas religiones, puedes hacerlo, desde el diálogo, a través del grupo Debates, paz y tolerancia entre creyentes de diversas religiones.

Si quieres pasear por lugares representativos de la historia de las religiones, también puedes hacer una visita virtual al Muro de las Lamentaciones, al Santo Sepulcro, al Domo de la Roca y hasta al lugar donde nació Jesús.

“Un templo online es normal en estos momentos. No solo es erróneo pensar que pueda ser una contradicción religiosa, sino que negarnos a adaptar la religión a las nuevas tecnologías sitúa a sus creyentes en un punto alejado del siglo XXI”, asegura Aziz. La sociedad avanza y quien no la sigue se queda atrás. Los creyentes y las instituciones religiosas lo saben, por lo que parece obvio que los templos virtuales solo son el comienzo de lo que está por llegar. ¿Qué será lo siguiente?

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