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ENTREVISTA
Portavoz parlamentario del PSIB-PSOE

Iago Negueruela (PSOE): “Tenemos a un PP que abraza a ultraderechistas y a tránsfugas”

Iago Negueruela, exconseller de Trabajo del Govern balear y actual portavoz socialista en el Parlament

Esther Ballesteros

Mallorca —

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“Tenemos a un PP que se ata a Vox para intentar destruir y retroceder”. Apenas unos días después de que los populares, ampliamente condicionados por los de Santiago Abascal, hayan sacado adelante los Presupuestos para 2024 en Balears, el portavoz parlamentario del PSIB-PSOE, Iago Negueruela (1980, Santiago de Compostela), se muestra tajante -y preocupado- respecto a la deriva que ha tomado el pacto de investidura rubricado por conservadores y ultraderechistas a principios de legislatura. Negueruela, quien durante el pasado mandato fuese hombre fuerte del Govern liderado por Francina Armengol, actual presidenta del Congreso, está sacando toda la artillería para ejercer una oposición “fuerte y constructiva” desde la bancada socialista y proponer proyectos legislativos con los que responder a la “falta de acción” del Ejecutivo.

En una entrevista con elDiario.es, el también exconseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo recrimina que las islas adolezcan de unas cuentas para el próximo año dirigidas a “pagar las fobias de Vox”, cuyo discurso “nacionalcatolicista ha impregnado” el Presupuesto, y de un Govern que “ha asumido los postulados” de la ultraderecha, desde la supresión del Impuesto de Patrimonio para quienes tienen menos de tres millones de euros -lo que supondrá una merma de ingresos para la Comunidad Autónoma de entre 60 y 70 millones de euros- al desmantelamiento de la escuela pública en catalán. “Es esperpéntico y no hay nada bueno en ello”, advierte Negueruela, quien critica, asimismo, el “entreguismo” del PP ante las organizaciones empresariales y su disposición a “destruir grandes medidas” anteriormente pactadas. Por otro lado, aplaude el papel de Armengol como tercera máxima autoridad del Estado y celebra los pactos del PSOE a nivel estatal: “Lo que no vemos razonable es pactar con la ultraderecha”, sentencia.

El PSIB-PSOE se ha mostrado bastante crítico con la tramitación de estos Presupuestos. ¿Cuáles son sus principales reproches?

Yo creo que desde las formas hasta el fondo ha sido una tramitación esperpéntica, como el hecho de que en comisión no se negociase y que se le diese toda la fuerza a Vox para poner todas sus condiciones. Tenemos un Govern que no trabaja o no trabaja lo suficiente, como se ha podido ver, una ultraderecha que tiene claro qué intereses busca y un Partido Popular que ha asumido sus postulados, desde la supresión de impuestos como el de Patrimonio a la segregación en las aulas, que creo que es lo más crucial de estas cuentas por lo que puede suponer en el futuro. Y también que el PP asuma un discurso contra los agentes sociales como el que ha asumido. Tenemos un PP muy debilitado que simplemente quería tener unos Presupuestos y al que le da igual que las políticas las marque Vox. Y Vox ha visto la oportunidad de marcar esas políticas con un discurso nacionalcatolicista que ha impregnado todo el Presupuesto. 

¿Algún aspecto positivo de estas cuentas, por mínimo que sea?

Nosotros hemos presentado más de 600 enmiendas y prácticamente no se ha aprobado ninguna. No ha habido interés del PP en pactar más allá de buscar enmiendas para dar titulares de lo que estaba negociando. Son unos Presupuestos marcados por la ultraderecha y no creo que haya nada positivo en ello, cuando además este Govern tenía un buen balance económico para poder haber hecho realmente unas cuentas para la ciudadanía y para solventar los problemas reales, no para pagar las fobias de Vox. El PP no sabe o no quiere sacar el rendimiento que podrían sacar de unos Presupuestos que reflejan una gran gestión económica, porque al final el Govern lo que está introduciendo en sus cuentas, básicamente, es nuestra gestión, la que han heredado, además de los fondos europeos que habíamos planificado, el Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) o el factor de insularidad. Todos estos conceptos los ha aportado la izquierda.

La portavoz de Vox en el Parlament, Idoia Ribas, llegó a afirmar durante el debate de los Presupuestos que su partido “sólo se arrodilla ante Dios”; la ultraderechista Maite de Medrano fue cesada por el PP en el Consell de Menorca por trabajar poco; el presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, y el PP se acusan mutuamente de chantaje… ¿Cree que esto es serio? ¿La llegada del PP y Vox al poder ha banalizado la política balear?

El PP, desde luego. Vox está imponiendo sus objetivos y el que cierra las oficinas de los sindicatos es el PP. No es Vox el que va a segregar en las aulas, es el PP. Al final es el Ejecutivo de Prohens el que asume todas las políticas de Vox y el que, una vez aprobados los Presupuestos, las va a ejecutar. Por tanto, es el Govern el responsable al cien por cien de estas medidas, no Vox. Podría no haberlas aceptado y esto demuestra que es un PP que lo único que quiere es gobernar. Lo ha expresado bien nuestra secretaria general [Francina Armengol]: esto es lo que pasa cuando no tienes un proyecto y sólo quieres tener una silla. Esto es lo que ha quedado de manifiesto. Es un Govern que tiene muchísimas lagunas y un lío institucional. En el caso de Menorca están ahora mismo sin presupuesto, y en Formentera tampoco sabe nadie explicar bien qué ha sucedido. Y luego tenemos un vicepresidente de Govern, Antoni Costa, que, tras aprobar los Presupuestos, después de abrazar a Vox se va a abrazar a una persona a la que la semanas antes había sido acusado de chantajear nada menos que a la presidenta [en alusión al diputado Llorenç Córdoba, acusado de exigir un sobresueldo de 4.000 euros a Prohens] sin que nadie haya explicado en qué consistía ese chantaje y, por tanto, sin ningún pudor en darle las gracias. Y luego, por último, se fue también a saludar al tránsfuga de Vox [Francisco José Cardona] que estaba en la otra parte de la bancada. En definitiva, es un Partido Popular que abraza a la ultraderecha, abraza a un chantajista y abraza a un tránsfuga. Y esta es la composición de este Parlament. Si el PP cree que esto es serio y que la sociedad de estas islas se merecen esto, creo que empiezan a alejarse mucho de la realidad. 

Al hilo de lo que comenta, ¿cree que Antoni Costa debería haber dimitido, máxime cuando reconoció haber cometido un error al contratar a un amigo como alto cargo a sabiendas de que estaba siendo investigado por un presunto delito de agresión sexual

Por supuesto que debería haber dimitido por ese motivo, porque es un hecho especialmente grave. Pero es que, además, ha demostrado su ineficacia a la hora de gestionar unos presupuestos y un gobierno. Ha entregado absolutamente todo el presupuesto simplemente para respirar y, tras la aprobación de las cuentas, la persona que respiró era él. Debería pensar que va a tener un problema por culpa de eso. Pero sin duda es la presidenta del Govern la responsable de todo y es la que asume todas las decisiones y errores de su vicepresidente. Ha sido una claudicación total para poder mantener su despacho frente al Parlament. 

¿En qué cree que desembocará el plan de PP y Vox para desmantelar la inmersión lingüística?

 El Partido Popular ha ido jugando durante estos seis meses a intentar decir que no va a romper ningún consenso y a ir pactando todo con Vox. Veremos el próximo año cómo lo va a ejecutar. Está claro que Vox ha conseguido su objetivo fundamental, que era incorporar sus demandas al presupuesto. El problema es que es una cantidad de dinero tan importante que no se puede hablar de plan piloto, aunque ellos quieran venderlo así. Si lo que haces es poner 20 millones de euros por trimestre y, por tanto, entre 60 y 80 millones al año, ya no es un plan piloto sino un plan realmente para poder segregar y trasladar la presión de una forma cobarde y ruin por parte del señor Antoni Vera [conseller de Educación] y la señora Prohens a los centros educativos, dado que Vox alentará a las familias y los centros tendrán que ser los que planten cara a través de las asociaciones de padres y madres, de los directores y de los claustros para intentar frenar cualquier intento de ruptura de un modelo de educación no segregada.

¿Era real la oferta del PSOE de prestar sus votos al PP para que no dependiera de Vox?

Yo lo trasladaba al PP en público y en privado. Incluso ya de cara a la aprobación del techo de gasto a la presidenta le trasladamos nuestra intención de que podíamos aprobarle las cuentas. Era un presupuesto donde el PSOE no iba a intentar imponer sus políticas. También le pedíamos al PP que tampoco impusiese las suyas. Queríamos actualizar los presupuestos de educación, de sanidad, los fondos europeos y los salarios de los funcionarios, actualizar todos los servicios públicos y que pudiesen desarrollarse políticas normales. Obviamente hemos perdido y asumimos nuestro papel en la oposición. El PP ha preferido un presupuesto claramente ideológico con el que asume los postulados de la ultraderecha. Creo que a los cinco minutos el señor Costa, en un ejercicio de negociación sin igual, dijo que despreciaba a la oposición y que su único aliado era Vox. Después de haber permitido que Vox vetase en comisión varias secciones se ha entregado por completo a ellos y ha pagado un precio muy alto. 

¿Cree que Prohens acabará haciendo bueno al expresidente José Ramón Bauzá (PP), recordado, sobre todo, por los importantes recortes aplicados en áreas como educación y sanidad mientras proclamaba que el PP era la única fuerza que podía garantizar una estabilidad política para volver a crear empleo y crecimiento económico?

Bauzá nunca dio un paso tan duro como la segregación. Tenía unas formas muy duras, al igual que las políticas que llevó a cabo, pero tenía consellers con un poco de sentido común. Prohens simplemente permite que la ultraderecha marque las políticas y ha impuesto un discurso donde en el Parlament, día sí día también, hablamos de segregar. Eso no había pasado nunca. Con lo que se está haciendo, claramente van a hacer bueno a Bauzá. 

Durante su etapa como conseller logró diferentes acuerdos como un nuevo convenio de hostelería y la subida salarial del 8,5% durante dos años. Sin embargo, el nuevo Govern ha recortado, por ejemplo, la Inspección de Trabajo en verano, alegando que los empresarios de Balears “no son de puro y chistera” ni “unos explotadores”. ¿Qué opina al respecto?

Opino que el Partido Popular, en la parte económica, tiene un discurso claramente liberal y una visión totalmente trasnochada y desagregada. Al final, la Inspección de Trabajo en verano es un refuerzo, porque es cuando más actividad económica hay y permite lanzar un mensaje al conjunto de la sociedad de que se van a intentar combatir ciertas prácticas. ¿Quiere decir que todos los empresarios de Balears lo hacen mal? No. ¿Quiere decir que hay empresarios en Balears que lo hacen mal? Sí, y al final la Inspección de Trabajo también ayuda a la mayoría de las empresas a que lo hagan bien. Era un plan pactado con las organizaciones empresariales, no sólo con las sindicales. Al final, todo el mundo entendía que erradicar la competencia desleal era bueno para las empresas y que velar por los derechos de los trabajadores es bueno no sólo para ellos, sino también para la sociedad. Por eso, creo que es un muy mal mensaje que sea esta la primera medida que el Govern vaya a deshacer. Hablan incluso de desarrollar los instrumentos de medición de cargas del trabajo que estaban en el convenio que nosotros firmamos. No aportan ideas nuevas.

Trabajó codo con codo con los hoteleros durante la pasada legislatura e incluso diversos sectores criticaron cierto entreguismo por parte del Govern de Armengol hacia ellos. Sin embargo, con la victoria del PP, los empresarios del sector se mostraron exultantes y reclamaron "menos intervencionismo ideológico" por parte del Ejecutivo. ¿La industria hotelera les ha agradecido el trabajo que llevaron a cabo?

Yo creo que lo que ha quedado claro es que no había entreguismo y cuando uno cuando escucha según qué declaraciones posteriores comprueba que hay personas que han entendido lo difícil que era buscar un equilibrio entre intereses. Lo que sí hay ahora es un entreguismo del PP. El Partido Popular no sólo hace entreguismo, sino que está dispuesto a ir destruyendo grandes medidas pactadas y a ceder la planificación económica directamente a las organizaciones empresariales. Hay que buscar equilibrios en todo. Yo sigo manteniendo una muy buena relación con muchos de ellos: seguimos hablando de políticas laborales, turísticas, de salud, me reconocen como interlocutor y tenemos muchas conversaciones. Eso no quiere decir que esto lo haga con la cúpula de la organización empresarial que representa los intereses hoteleros. En Balears, hoteleros hay muchos. Lo que yo entiendo que busca la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) es lanzar toda la presión para dictar las políticas y, si consigue eso como como lobby empresarial, está haciendo su trabajo. El problema está en el que no lo frena y el que no busca un equilibrio.

Por otro lado, el hecho de decir que haya menos ideología ya es una opción ideológica. A algunos les gustaría llevar el liberalismo al extremo, pero sorprende que también sean los mismos que luego están todo el tiempo exigiendo políticas públicas. Porque al final las depuradoras se hacen con recursos públicos, al igual que arreglar las carreteras y las desalinizadoras y proveer energía. Y si hay un sector que depende de lo público es el sector servicios, porque si no está todo bien, la gente no viene. También hemos visto que el Impuesto de Turismo sostenible que implantamos se mantiene y eso que decían que con él íbamos poco menos que provocar que no viniesen turistas. Muchas de las políticas que comenzamos a hacer siguen en pie. Por tanto, acabarán asumiendo muchas de las medidas que pactamos, lo cual es bueno y hace que haya empresarios hoteleros que tengan un criterio totalmente diferente, que lo están aplicando y que se están poniendo al frente de políticas mucho más modernas. Pese a lo que digan, creo que esta será la hoja de ruta en los próximos años.

El nuevo conseller de Turismo, Jaume Bauzá, ha llegado a decir que hay que dejar de hablar de masificación turística porque sólo “en determinados momentos, en determinados lugares y en determinadas circunstancias” hay saturación, pero, por ejemplo, en municipios como Montuïri o Campos muro no la hay. ¿Qué le parecen estas declaraciones?

Yo tengo un buen concepto del conseller. Es una persona que dialoga. Es cierto que hay zonas que no son tan turísticas y a mí también se me criticó en su momento por decir que había que frenar el crecimiento. Creo que somos la única región de España que ha hecho una moratoria turística que de momento sigue vigente. El PP dijo que sería de lo primero que quitaría y de momento ahí sigue. El PP ha asumido los postulados de Vox y ahora no sabe qué hacer con el sector turístico, hizo muchas promesas y llevamos nueve meses y no ha tocado ni una. Y que no haya tocado ni una quiere decir que su proyecto no era tan claro y que mintió a sus votantes porque ni toca, ni rebaja, ni ha suavizado el ITS en temporada baja. No ha hecho nada de lo que había dicho, lo cual me parece bien. Tampoco ha tocado las camas elevables, es decir, ha criticado cosas que luego está aplicando. Dieciocho millones de turistas sobre una población de 1,1 millones es una cifra realmente alta y no se puede asumir, cuando nosotros habíamos claramente que 16 millones era un tope y que había que bajar de esa cifra. Ellos huyen de los números. Pero yo creo que nuestras infraestructuras y, sobre todo, nuestros recursos naturales hay que preservarlos. Hay aspectos que no son asumibles y hay que tomar medidas reales. El PP dice que reducir es decrecer, pero no es cierto. Tú puedes reducir y aumentar rentabilidad y, por tanto, tener crecimiento económico reduciendo plazas. Y muchos empresarios ya lo están demostrando.

Sobre la supresión del Impuesto de Patrimonio para quienes tengan menos de tres millones de euros, vivienda habitual excluida, ¿considera una hipocresía que no se haya eliminado para fortunas de más de tres millones, teniendo en cuenta que éstas pasarían a ser gravadas con el 'impuesto de solidaridad de las grandes fortunas' del Estado? 

Considero que Ayuso está imponiendo de nuevo este impuesto porque prefiere dedicarlo a Sanidad y Educación, imagino que privadas, claro. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) y las entidades supervisoras ya han dicho cómo hacer el equilibrio presupuestario y financiero para los próximos años. Si se perdonan impuestos, empezarán a sufrir los servicios públicos, no en 2024 pero sí en 2025 y 2026. El PP sabe que no es sostenible lo que ha hecho. Por otro lado, el mensaje que lanzan a la sociedad es tremendo: decir que los patrimonios de 750.000 euros a tres millones de euros son rentas medias y bajas refleja muy bien en qué mundo vive o no vive el vicepresidente del Govern. Yo creo que el Impuesto de Patrimonio es justo, existe en la mayoría de los países y a nivel mundial se habla de intentar armonizar impuestos a las grandes fortunas. Incluso hay grandes fortunas que lo están pidiendo, como ocurre en Estados Unidos. Yo creo que el PP vuelve a una teoría económica muy del pasado, aunque su discurso ideológico también lo es.

Además de la Airef, el Banco de España, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional también han advertido sobre el riesgo de reducir impuestos en una coyuntura de tanta incertidumbre como la actual. ¿A qué puede conducirnos? 

Efectivamente, estas instituciones nos están diciendo claramente que en momentos de incertidumbre no deben llevarse a cabo medidas estructurales de este calibre, es decir, que no se bajen impuestos de forma masiva o desaparezcan, porque luego tendremos un problema estructural de recursos. Yo creo que eso empieza a calar. Y reducir el Impuesto de Patrimonio supone perder capacidad de inversión pública en una Comunidad Autónoma que necesita de esa inversión. El discurso del PP en este sentido es, económicamente, un disparate absoluto. Lo saben y a nivel europeo no lo defenderían, pero aquí quieren suprimir impuestos y suprimir el Estado de Bienestar. Y no pueden hacerlo porque de momento hay un Gobierno de España que está frenando las políticas neoliberales que intentan aplicar PP y Vox en las regiones donde gobiernan.

Yendo un poco más allá en este asunto, economistas como Thomas Piketty y Branko Milanovic sostienen que esta bajada de impuestos, impulsada también en Reino Unido bajo la batuta de Margaret Thatcher o en EEUU con Reagan, puede llegar a traducirse en una caída del crecimiento económico, en un fuerte aumento del paro y en un incremento de la desigualdad. ¿Cree que esto podría llegar a ocurrir en Balears o en otras Comunidades donde gobierna la derecha?

Yo creo que, de momento, no, por lo que comentaba antes: el Gobierno central está poniendo freno. Y mientras el Gobierno mantenga unas líneas impositivas como las actuales es difícil que suceda. Si, en cambio, se alineasen PP y Vox, sí sería un escenario destructivo para los servicios públicos. Es lo que vemos en Argentina, que van representantes del PP a aplaudir a Javier Milei y ahora vemos lo que acaba de empezar a hacer, un disparate económico. Mientras haya gobiernos europeos socialdemócratas o demócrata-cristianos moderados no corremos esos riesgos. Creo que, con todo lo que se ha invertido desde lo público en mantener las economías, en los próximos años debería producirse un discurso que ensalce la importancia de las políticas públicas y apele a una coyuntura más solidaria por parte de las personas que más recursos tienen, unos recursos que han podido mantener gracias a que lo público ha fomentado las mayores inversiones de la historia en el mantenimiento empresarial y en puestos de trabajo. 

¿Cree que esta legislatura durará cuatro años?

Bueno, yo creo que hemos tenido un doble espacio electoral. Lo explicó bien nuestro secretario general, Pedro Sánchez, cuando asumió el resultado de las autonómicas y municipales y convocó elecciones. El marco en el que se fue a esos comicios estaba muy polarizado: Nosotros explicábamos proyectos para realizar y para continuar y la derecha y Vox lo que buscaban era simplemente destruir a Sánchez con un discurso muy marcado en el odio. La respuesta social fue clara ante la alarma de que lo que estaba empezando a pasar en Comunidades como Balears lo trasladasen al Estado. Perdimos capitales de provincia de forma masiva, muchas Comunidades Autónomas. Tampoco vimos el tamaño de la hecatombe que supondría la pérdida de un socio como Podemos, que desapareciese prácticamente no era algo que estuviera previsto en ninguna encuesta. Y nosotros más o menos mantuvimos nuestros resultados. Ahora tenemos que trabajar en revertir esta situación a nivel local, insular y balear, ya que a nivel estatal fuimos capaces de frenarla en julio. 

Fue conseller y portavoz del Govern en la pasada legislatura, ¿cómo se encuentra en su papel de líder de la oposición? 

Líder de la oposición en el Parlament, la líder de la oposición sigue siendo nuestra secretaria general [Francina Armengol]. Para mí, ser el portavoz del grupo es un honor, somos una lista preparada para poder desarrollar políticas y llevar a cabo esa parte constructiva de explicar cuál es nuestro modelo. Muchos de los diputados eran cargos en el anterior Govern como consellers y directores generales y, por tanto, es un equipo preparado para construir y hacer una oposición es cierto que de freno, pero también intentando presentar alternativas. Hasta ahora sólo se han aprobado dos proyectos de ley, uno de ellos para suprimir la Oficina Anticorrupción y, el otro, un proyecto del PSOE para regular el taxi y proteger este sector frente a los grandes monopolios a nivel mundial. Hemos conseguido que se apruebe. Lo que estamos demostrando es dureza ante las políticas de recorte de derechos y de lucha contra la corrupción y que haremos una oposición dura, pero también presentando proyectos legislativos porque creemos que la falta de acción del Govern requiere que los partidos que estamos en la oposición también expliquemos que se pueden aprobar leyes distintas para mejorar la vida de la gente. Una democracia requiere de una oposición fuerte y constructiva y la verdad es que el grupo está muy unido. Incluso podemos decir que hay momentos en los que nos lo pasamos realmente bien.

Ha hablado sobre la supresión de la Oficina Anticorrupción, ¿cuál es el interés real del PP con su eliminación?

Yo creo que el Partido Popular, cada vez que se toca algo sobre la corrupción, va siempre en la misma dirección y más en Balears. Lo que buscan es suprimir una oficina que ha funcionado. Ellos dicen que prácticamente no ha resuelto nada, pero ha hecho un trabajo realmente importante. Ahora mismo uno puede acceder a las páginas de transparencia y dispone de la información de todos los altos cargos. Tenemos unas obligaciones muy estrictas en este sentido y eso van a pasar a ocultarlo. El PP lo llama Registro de Transparencia y Control del Patrimonio de Cargos Públicos, cuando en realidad van a volver a ocultar datos depositándolos en las oficinas del Parlament y del Govern, y que el propio Ejecutivo dirigirá. Esto va en contra de las directivas europeas en materia de transparencia y de la ley estatal, que habla de cómo es un buen gobierno, un gobierno transparente. Lo que el PP busca es volver a sus orígenes.

¿Cree que las divergencias entre Podemos y Sumar acabarán afectando al electorado y, sobre todo, si esto tendrá repercusión en Balears?

Yo creo que hay que ser respetuosos con los distintos espacios. Hemos visto que en las autonómicas tuvo repercusión el hecho de tener un espacio que se presentó a las elecciones en un momento complejo para ellos, pues hizo que Podemos prácticamente no mantenga diputados, ni diputadas por Mallorca ni por Eivissa, sólo uno por Menorca. Por tanto, aquí el precio ha sido muy alto. Cómo lo tengan que organizar es cuestión de ellos. Yo creo que son todos responsables y con todos tenemos buena relación. No seré yo el que tenga que decir lo que tienen que hacer. Son espacios con liderazgos importantes como el de Yolanda Díaz en Sumar y Ione Belarra en Podemos. Nosotros mientras tanto mantendremos nuestras políticas y explicaremos todo lo que estamos llevando a cabo.

Una de las tácticas utilizadas por PP y Vox durante el debate de los Presupuestos para defender su alianza con Vox ha pasado por agitar la Ley de Amnistía y los acuerdos del PSOE con Bildu y los independentistas catalanes. ¿Cómo valora estos pactos?

Siempre lo he valorado de forma positiva y en Balears siempre lo hemos manifestado así. Armengol siempre ha sido coherente con esto. Nosotros estamos cómodos con los acuerdos para formar gobierno. Pero, desde luego, lo que no vemos razonable es pactar con la ultraderecha. Es el PP el que debería decir cómo no es capaz de pactar con fuerzas de un espectro ideológico quizás más conservador, como pueden ser Junts y el PNV, y por qué no quieren ni prácticamente ni sentarse con ellos porque al final están atados a la ultraderecha. Creo que eso es lo que determina que el PSOE haya conseguido sumar más apoyos y espectros ideológicos que nadie. Nos acusan de conseguir sumar prácticamente todas las sensibilidades, cuando se trata de un logro que refleja una pluralidad de ideas muy importante y supone que, al final, se hagan políticas mejores y más progresistas para hacer avanzar este país. Está claro que no es lo mismo Esquerra que Junts, que no es lo mismo el PNV que Bildu, ni el BNG que otras fuerzas, pero, al final, todos somos un grupo de partidos que permitirán que haya más federalismo, más derechos y más libertades y frenarán los discursos de odio. Por el contrario, tenemos a un PP que se ata a Vox para intentar destruir y retroceder.

¿Cree que Armengol está haciendo un buen trabajo como presidenta del Congreso?

Sí, claro que sí. Ha llevado un cambio de aire al Congreso de los Diputados. Lo vimos el Día de la Constitución con un acto más abierto en el que participa la sociedad civil, donde se leen artículos por parte de distintas entidades, donde al final se busca lo que ya hemos vivido en Balears: sensibilizar a la ciudadanía. Y además con un hecho trascendental como ha sido permitir que todas las lenguas del Estado se hablen en el Congreso. Yo creo que sólo eso marcará su presidencia en positivo. Ha conseguido dar normalidad a algo que no se había hecho en democracia, que es que cualquiera pueda hablar en cualquiera de sus idiomas y ver que se ha hecho rápido, de forma dialogada y sin ningún problema también refleja cómo es ella. Y no se ha roto el Congreso ni se ha roto España por que un gallego pueda hablar en gallego o un catalán pueda hablar en catalán. Lo que ha conseguido es que los diputados se sientan más cómodos a la hora de participar en el Congreso, porque lo siente más suyo.

¿Cuál es ahora mismo el papel de Armengol dentro del partido?

Es nuestra secretaria general y cualquier decisión que tomamos en cualquiera de las instituciones en las que estamos las tomamos de forma compartida. Al final, ella es la que marca la línea de oposición. Su discurso es claramente el de una secretaria general que tiene claro lo que quiere para Balears. Que esté en Madrid no quiere decir que no esté en Balears, donde tiene una presencia casi semanal. Nos comunicamos y coordinamos de forma permanente. Trabajamos en un proyecto en el que ella cree y ella es la que lo lidera.

Cuesta pensar en un nuevo líder después de Armengol, que sigue ocupando un papel central dentro del PSOE. ¿Encontrará el partido un nuevo liderazgo?

El partido ahora mismo no está buscando nuevo liderazgo, tiene un liderazgo clarísimo. Tiene de líder a la tercera autoridad del Estado con más poder. El PSOE, en el esquema de Estado que nunca hemos tenido, tiene a su secretaria general de presidenta del Congreso y además en una etapa crucial. En esta legislatura no es una presidencia del Congreso al uso, sino una presidencia que tiene que buscar consensos todos y cada uno de los días. Tenemos además tres secretarías de Estado. La de Igualdad, importantísima para los socialistas de cualquier rincón de España. La de Turismo, importante para nuestro principal sector económico, y la de Educación, que también tiene un peso enorme para los socialistas. Por tanto, estamos en una situación en la que el Partido Socialista en las Islas está muy fuerte, en la que se están aplicando parte de las políticas que siempre hemos defendido desde que Francesc Antich presidió Balears, en cuestiones federales, lengua, encaje de los territorios, en la composición de España. Esto hace años sonaba raro y ahora se está llevando a la práctica. Y eso es lo que refleja también la fuerza y el liderazgo de Francina.

¿Será en un futuro líder del partido?

Yo estoy muy tranquilo estando en la oposición, en este equipo, y tengo claro cuál es el mi papel, que es ser el portavoz en el Parlament. Es más, yo creo que es la primera vez que vemos que a los pocos meses de un cambio tan abrupto como el que ha habido en Balears, la oposición está fuerte desde el primer minuto, muy armada, presentando proyectos, contestando al PP, intentando poner freno e intentando consensuar con los agentes sociales y económicos, con la sociedad civil, con entidades. Todos tenemos claro cuál es nuestro rol. Los portavoces estamos en permanente comunicación para al final trazar una hoja de ruta. Y creo que el nivel de desgaste del Govern del PP en seis meses se debe en parte a nuestro nivel de oposición. No es un Govern que esté pudiendo hacer las cosas fáciles.

¿Quién será el candidato o candidata del PSIB en las próximas elecciones autonómicas?

Estamos en 2023 y llevamos seis meses de nuevo Govern. Lo decidirá el partido. Y ahora mismo el PSOE tiene claro cuál es el liderazgo. No estamos en debates de cambios de caras ni de líderes. Yo creo que lo tenemos claro en cada institución y a nivel de partido en Balears. No tenemos ese debate abierto ni en nuestro territorio ni nuestro partido.

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