VIERNES.
Mañana sábado es la gran mani de Podemos. No voy a poder ir. Tengo trabajo. En realidad tampoco sé si querría ir. Mi no-relación con Podemos ‘es complicada’, como dicen ahora los jóvenes en Facebook. En cualquier caso las movilizaciones convocadas por partidos políticos no me llaman. Aunque sea el nuevo no-partido. Solo espero que vaya mucha gente, sea un éxito y no haya violencia.
Pienso ahora en todo el trabajo invisible que ha hecho esa gente que admiro tanto. Sí, los okupa-terroristas. Los que van a intentar salvar lo que queda de esta ciudad del expolio. Juan Luis Sánchez lo cuenta muy bien aquí. Esperemos que Podemos ‘se deje’. Esperemos que otros partidos estén a la altura. Esperemos también que los ciudadanos estemos a la altura. Esperemos que sepamos ganar. Esperemos que sepamos, así mismo, cagarla. Que pasará, claro.
Hoy a las 10 horas 23 minutos, la Agencia Tributaria me ha sacado del banco la domiciliación del IVA del cuarto trimestre de 2014 y me ha dejado tiritando. Es su dinero, claro. El nuestro. He tenido que pedir prestado dinero para pagar ese IVA. “¡Qué suerte!”, dirán algunos. Sí, pagar IVA significa ingresar. En realidad, la cosa consiste en haber tenido una subida de facturación, pero sobre todo en el retraso del pago de las facturas, que se han concentrado en diciembre y la precariedad en la que vive uno, que no tiene unos cuantos cientos de euros ahorrados para cubrir una situación de estas. Ayer ya me pasó la Seguridad Social la cuota de autónomos y a día de hoy mi cuenta corriente parece la bolsa griega el día de después de la victoria de Syriza. Pero claro, como no soy CEMEX, Bankia o una gran constructora, a mí no me rescatan o “ayudan”. A ti probablemente tampoco, claro. Nada nuevo. La vida del autónomo en la España del siglo XXI.
Grado de irritación a las 10 horas 24 minutos: nivel medio. Pero sigamos.
En el desayuno (la señora con la que suelo competir por la prensa en papel me había quitado ya el ABC…) veo en internet que El País dice que el PSOE asume la prisión permanente renovable y que acordará con el PP el pacto antiterrorista. Primera punzada del día en mi estómago demócrata. Pienso que cómo es posible que esta gente vaya a hacer esto. A mitad de tostada ya me he dado cuenta de que estos señores del PSOE son los mismos de la reforma del Art.135 del la Constitución Española. Y no solo eso, sino que parece que todavía no se han dado cuenta de la increíble traición que aquello supuso para mucha gente como yo.
No se nos va a olvidar, Pedro Sánchez.
No se nos va a olvidar, sucesor(a) Pedro Sánchez.
No se nos va a olvidar, sucesor(a) del/la sucesor(a) de Pedro Sánchez.
No se nos va a olvidar, sucesor(a) del/la sucesor(a) del/la sucesor(a) de Pedro Sánchez.
Más tarde el PSOE desmiente que efectivamente vaya a hacerlo. ¿Quién puede creer algo de lo que diga el Partido Socialista Obrero Español a 30 de enero de 2015? Es algo importante, así que me lo creo. Venga. Otra vez. Eso sí, no puedo evitar que mi nivel de irritación se sitúe ya en ‘nivel premium’.
[EDITADO: lunes, 17h, el PSOE acaba de anunciar que sí, que al final sí que apoya la cadena perpetua y pacta con el PP. Soy profundamente gilipollas. El haber tenido escrito esto 48h en borradores me hace sentir como un imbécil. Me han vuelto a engañar. Ay.]
Estos días estamos, además, acabando una parte del especial de eldiario.es sobre la tragedia del 6 de febrero del Tarajal en Ceuta y están siendo días intensos. Revivir testimonios y volver a enfrentarte a una realidad que no quieres asumir del todo. Una gran decepción con tu Gobierno, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y con la propia sociedad. Días largos de noches cortas con fugaces pesadillas. Creo que esta noche he soñado con unas borrosas imágenes que encontramos ayer entre las horas del material de las cámaras de seguridad de la frontera. No estoy seguro. Me cuesta acordarme con detalle de mis sueños. Me agita esto. Bastante.
Estoy por salir a comer y veo esta noticia. Otra vez. Lo mismo de siempre. Qué horror. Primero hablan los teletipos de 10 muertos, después bajan a 6, al final 9… Más 12 desaparecidos, o sea 12 muertos más. 21 personas que no le importan una mierda a nadie. Estamos acostumbrados. Es impresionante, pero estamos ya acostumbrados.
Durante la comida y en el resto del día pululo por la ciudad observando a mis conciudadanos y me pregunto, como un niño, ¿cómo es posible que la gente no grite por las calles? ¿Por qué no piden responsabilidades? ¿Cómo es posible que no valga nada la vida de una veintena de personas cuyo único crimen es querer tener una vida digna?
Acaba el viernes. No atiendo a ningún informativo con detalle. No me acuerdo siquiera de si estaban puestos en la tele. No tengo ganas.
SÁBADO.
Hoy es la gran manifestación de Podemos. Todo el mundo está hablando de ello. Grupos de whatsapp de amigos que nunca hablan de política lo comentan. A las 8 cuando me levanto hay ya en el ambiente (y en redes) una gran agitación. A las 9 cruzando el centro de Madrid para ir a dar clases (y tres horas antes del inicio de la mani), docenas de personas andan ya por el centro con sus símbolos morados. La movilización ya ha sido un éxito, decido.
Llego a dar las clases a una ONG pensando en los desaparecidos de la patera. No tengo ninguna gana. Creo que es la vez que he tenido que dar una clase con menos ganas en mi vida. He sacado todo el repertorio de herramientas sociales: chistes, recursos varios y tal para que no se note, pero no sé.
Y por la tarde tenemos un nuevo muerto. En este caso es un señor blanco y muy poderoso. No sabía yo mucho del Sr Lara, más que era el propietario (y por ello responsable) del diario La Razón, de Antena 3 y del grupo Planeta. También sé que es catalán pero ‘no-independentista’ o algo así. Vamos, que no sé nada de ese señor.
Y entonces comienza lo previsible, derivado de su posición social y económica (independientemente de su valía personal, que no dudo que la tuviera), centenares de personalidades: ministros, gentes de la cultura, de la sociedad, notables del reino, los Reyes, altos empresarios, etc, etc, etc… puede que incluso algún amigo suyo de verdad, nos empiezan a contar por tierra, mar y aire lo buena persona que era y lo irreemplazable de su pérdida. Bien. No lo dudo. Y además es lo normal, me repito.
Ese día -error- me obligo a consumir noticias y, claro, total ausencia o mínima presencia de mis 20 muertos (tus 20 muertos, también). No debería sorprenderme, pero me pone furioso por dentro. Otra vez mi lado infantil, ¿quién coño es el señor este que vale más que cualquiera de los subsaharianos fallecidos intentando entrar en Europa?
El escritor Lorenzo Silva tiene un libro de relatos (que recomiendo) llamado 'Nadie vale más que otro'. En este libro, sus personajes -una pareja de investigadores (policía judicial) de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil- (y creo que no descubro demasiado) investigan una serie de crímenes mundanos. De gente 'poco importante'. El título hace referencia a que, para esos funcionarios, todos los crímenes son importantes y todas las víctimas merecen el mismo respeto y atención. Ojalá se pareciera la vida a la literatura de vez en cuando. El título de la obra me parece brillante. Tan brillante como ausente de la vida en general.
Pesadillas por la noche otra vez. No soy capaz de recordarlas bien, creo que no son sueños de los testimonios de Ceuta como otras veces, pero salen negros hablando en francés, agua, frío y muerte. El señor Lara no sale.
A veces cansa mucho tener pesadillas.
DOMINGO.
Hoy no tengo ganas de levantarme. Literalmente. No puedo ya ver más tele o incluso mirar internet (algo muy raro en mí). Consigo arrastrarme fuera de la cama y al final el día pasa entre capítulos de una serie danesa de 2007. Muchos capítulos. Casi no pienso en mis 20 muertos pero sí en mis mundanos problemas, lo que me avergüenza.
LUNES.
Vengo de desayunar. Los periódicos siguen con el señor Lara. Normal, me digo. Ni rastro de mis 20 muertos. No les importan una mierda a nadie. Acabo este post. Qué depresión. Y volverá a pasar.
p.s.1 Todo mi cariño a la familia del señor Lara, claro. Es una pena cada persona que nos deja.
p.s.2 Todo mi cariño a la familia de cada uno de los fallecidos en esta tragedia de la patera –que no será la última– y de la que me siento en parte responsable. Es una pena cada persona que nos deja, y es un horror que lo hagan de esta forma. Y es un horror que no hagamos nada por evitarlo. Y es un horror que lo normalicemos.
p.s.3. Puedes venir a la presentación de la revista Cuadernos sobre otra tragedia en torno a la inmigración. En este caso sobre la tragedia del pasado 6 de febrero de 2014 en la playa del Tarajal en Ceuta. El evento será el próximo jueves 5 a las 19h en el CNC Mirador. El diario.es lo retransmitirá por streaming, pero si puedes, te aconsejo venir a verlo y escuchar a esa gente que lleva un año investigando lo que ni el Estado ni casi ningún medio ni muchos de nosotros queremos ver.