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The Guardian en español

La justicia concluye que las autoridades francesas se inventaron la existencia de una célula terrorista anarquista

El líder del grupo de Tarnac, Julien Coupat, a su llegada al tribunal de París el pasado 13 de marzo.

Angelique Chrisafis

París —

Jueces franceses han absuelto a ocho personas acusadas de formar parte de un grupo anarquista que intentó sabotear parte de la red de ferrocarril de alta velocidad en Francia hace una década, y decretado que la existencia del grupo era una “fantasía”.

Los abogados de la defensa habían acusado al Gobierno y a las autoridades bajo la presidencia del conservador Nicolas Sarkozy de afirmar falsamente que había un caldo de cultivo de terroristas anarquistas de izquierdas en una tranquila población en el centro de Francia y de manipular el caso para intentar agrandarlo.

El famoso caso, conocido como el asunto Tarnac, empezó en noviembre de 2008, cuando más de un centenar de agentes franceses llevó a cabo una redada en el pequeño pueblo de Tarnac, arrestando a un grupo de anticapitalistas que vivía en una granja comunal y que gestionaba una tienda en el pueblo. En una inmensa operación mediática, el entonces gobierno conservador y las autoridades francesas alegaron que el grupo de detenidos, apodado Los Nueve de Tarnac, formaba una peligrosa célula subversiva que pretendía llevar a cabo una insurrección armada anarquista para derrocar al Estado.

En aquel momento, la gente del pueblo y los acusados negaron los cargos, los grupos de derechos humanos afirmaron que la apertura del caso era un mal uso de las leyes antiterroristas y los abogados afirmaron que el caso estaba siendo manipulado de forma deliberada para hacer parecer duro al Gobierno contra un supuesto “enemigo interior”.

Tras 10 años de investigación –en los que se retiraron los cargos de terrorismo– y un juicio de tres semanas, los dos principales acusados –Julien Coupat, graduado en Empresa y Sociología, y su novia Yildune Lévy, arqueóloga– han sido absueltos de los cargos de sabotaje o pertenencia a un grupo.

“La vista ha permitido demostrar que el grupo Tarnac era una fantasía”, ha afirmado el principal juez del caso.

Sin embargo, Coupat y Lévy han sido declarados culpables de negarse a consentir un examen de ADN, pero no han recibido sentencia. De ocho acusados –cinco hombres y tres mujeres de entre 31 y 43 años– el resto también fueron absueltos de pertenecer a un grupo subversivo. Sin embargo, uno de ellos fue acusado de tener objetos robados y de intentar falsificar documentos administrativos.

“Esto es una humillación para los servicios de antiterrorismo del momento, para el magistrado que instruyó el caso y para el fiscal antiterrorista”, ha señalado el abogado Jérémie Assous, defensor de varios de los absueltos.

Durante la investigación salió a la luz que un antiguo policía espía británico se había infiltrado en el grupo y había lanzado acusaciones en su contra. Las autoridades francesas no han acusado a esos elementos y Coupat ha descrito al espía como “insignificante”.

Traducido por Javier Biosca Azcoiti

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