Una manifestación vecinal en defensa del espacio público abre las Fiestas de la Melonera en Arganzuela

Como ya viene siendo tradición desde hace algunos años, las Fiestas de la Melonera arrancarán este jueves con una marcha reivindicativa. En esta ocasión, colectivos vecinales y ecologistas recorrerán las calles de Arganzuela para denunciar el deterioro del distrito y exigir un modelo urbano que priorice a la ciudadanía frente a la turistificación y la privatización de espacios públicos.

La manifestación partirá a las 19.00 horas desde el edificio ubicado en el número 22 de la calle General Lacy, símbolo de resistencia contra la especulación inmobiliaria en el barrio de Palos de la Frontera, y recorrerá la calle Áncora, el Paseo de las Delicias y Legazpi, hasta finalizar a las 20.30 en la Casa del Reloj, donde se leerá un manifiesto. Las organizaciones convocantes —EVA (Espacio Vecinal Arganzuela), Ecologistas en Acción Madrid, AV Pasillo Verde Imperial, AV Delicias Para Todas, AV Nudo Sur, Plataforma en Defensa de los Centros de Salud, El Barrio no se Tala, Salvemos la Arboleda, Yo Defiendo Este Árbol y No a la Tala— explican que esta movilización coincide cada año con el pregón de las fiestas del distrito, un acto que, denuncian, la concejala-presidenta del distrito, Lola Navarro, ha anulado para “evitar los abucheos vecinales”.

El lema de la protesta de este año es la defensa del espacio público y de los equipamientos comunitarios, frente a lo que califican como una estrategia municipal de “expolio” del distrito. Los colectivos critican la creciente turistificación que está convirtiendo a Arganzuela en un “parque temático”, desde el proyecto de iluminación del río Manzanares en el barrio Imperial hasta la privatización del parque Enrique Tierno Galván y la instalación de una noria gigante.

“La vecindad comprueba año tras año como su calidad de vida en el distrito empeora a causa de esa creciente turistificación y eventificación, que no tiene otra finalidad que favorecer los intereses empresariales, en detrimento de la salud y el bienestar de las personas que viven en Arganzuela”, denuncian los convocantes en un comunicado. Asimismo, rechazan “la ocupación de parques públicos”, como Tierno Galván, o del suelo público dotacional, como el del Espacio Delicias. También se oponen a la “proliferación” de pisos turísticos y “la especulación de los fondos buitre”.

“No a las luces en el cauce del río Manzanares en Madrid Río, que atentan contra la biodiversidad conseguida con la renaturalización del río Manzanares. No al museo de la EMT en el ámbito Mahou-Calderón. Rechazamos el uso de la parcela dotacional destinada a un polideportivo y reclamamos todos los equipamientos públicos previstos”, exigen. También rechazan las “cocinas fantasma” en barrios residenciales, con “los perjuicios que esta actividad industrial conlleva para la salud de los vecinos y vecinas”. A su vez, se oponen al intercambiador de Legazpi, ya que “destruirá la entrada del Matadero y talará sus árboles centenarios”.

Uno de los asuntos que se pondrán sobre la mesa será el desmantelamiento de los talleres culturales de la Casa del Reloj y el CDI Ángel del Río. Según denuncian, la inacción de la Junta Municipal ha provocado la suspensión de actividades que atendían a miles de personas de todas las edades y la pérdida de casi un centenar de empleos.

En materia sanitaria, la protesta también visibilizará la saturación de los centros de salud, las largas listas de espera, la ausencia de pediatras y la falta de médicos en los PAC de urgencias. Todo ello, mientras proliferan hospitales y clínicas privadas en el distrito, en lo que las asociaciones califican como una estrategia para debilitar la sanidad pública.

Las alternativas vecinales

Los colectivos convocantes no se limitan a denunciar la pérdida de espacio público, sino que acompañan sus críticas con propuestas concretas. Una de sus principales reivindicaciones se centra en el Espacio Delicias, donde reclaman la construcción de un colegio, un instituto con Formación Profesional, una biblioteca, un centro de salud y un centro comunitario, instalaciones que consideran imprescindibles para dar respuesta al crecimiento poblacional del distrito.

En el ámbito Mahou-Calderón, las asociaciones exigen que se cumplan los equipamientos comprometidos en el planeamiento urbanístico. Concretamente, piden la ampliación del IES Gran Capitán y del CEIP Tomás Bretón, la construcción de vivienda pública protegida, un centro de mayores y nuevas instalaciones deportivas que puedan ser utilizadas tanto por el instituto como por el conjunto del barrio fuera del horario escolar.

Además, reclaman que la antigua Farmacia Militar de Embajadores tenga un uso público al servicio de toda la ciudadanía, siguiendo el ejemplo de otros antiguos cuarteles que han sido reconvertidos en espacios educativos o culturales. Finalmente, ponen el foco en el parque de Arganzuela en Madrid Río, donde exigen que la restauración después de las obras de la línea 11 de metro se lleve a cabo con criterios de sostenibilidad y, sobre todo, con participación vecinal.

Los colectivos vecinales de Arganzuela subrayan que las prioridades del Ayuntamiento de Madrid y de la Junta Municipal “colisionan con las necesidades de la mayoría de los habitantes del distrito”. Frente a ello, llaman a participar en la manifestación para reivindicar un distrito “más verde, habitable y justo”, donde el espacio público y los servicios esenciales estén al servicio de la ciudadanía y no de intereses turísticos o empresariales.

Bicifestación por Palestina

No es esta la única manifestación que tomará las calles de Arganzuela durante las fiestas. Dentro de la programación alternativa de la Melonera, colectivos vecinales y ecologistas organizan también la tradicional bicifestación “Meloncleta”, que recorrerá el distrito para reclamar una red de carriles bici seguros.

La cita tendrá lugar el sábado 6 de septiembre a las 11.00 horas, con salida desde el antiguo mercado de frutas y verduras de la plaza de Legazpi, paso por el Huerto de las Vías y llegada a la Casa del Reloj. Como ya ocurrió en 2024, la sandía volverá a ser la protagonista de esta convocatoria festiva y reivindicativa, en solidaridad con el pueblo palestino y para pedir el fin del genocidio.