¿Tapapiés o “Tapapís”?: vecinos se quejan de las molestias ocasionadas por el mayor festival madrileño de la tapa
En Lavapiés se celebra entre el día 16 y el domingo 26 de octubre Tapapiés (Festival Multicultural de Tapas y Música de Lavapiés). Y se nota en sus calles. Como en las últimas ediciones, la ruta gatronómica (tres euros y medio botellín y tapa) ha merecido la atención de medios y la visita de miles de personas.
Algunos vecinos, sin embargo, empiezan a lanzar la voz de alarma sobre los inconvenientes de acoger en la puerta de sus domicilios un evento multitudinario. Manuel Osuna, de la Asociación Vecinal La Corrala, ha dicho en declaraciones a la agencia Europa Press que los vecinos se encuentran estos días a “gente bebiendo, orinando y vomitando” bajo sus casas.
La asociación se queja de la acumulación de basura y los problemas para el descanso derivados de Tapapiés. Aunque dejan claro que no están en contra de Tapapiés per se, consideran “inviable” que se desarrolle en plazas como las de Arturo Barea, Nelson Mandela y Lavapiés, además de las calles Argumosa y Miguel Servet. Señalan, además, que no son fiestas patronales, por lo que no se debería dejar al público beber en la calle.
Tapapiés nació hace tres lustros con espíritu barrial y multicultural. Aunque no pueda decirse que estas características hayan desaparecido, algunos vecinos creen que su gran crecimiento en las últimas ediciones pueden haberlas ahogado, convirtiéndolo en una suerte de mega evento urbano. La ruta está organizada por la asociación de comerciantes Enlavapiés con la colaboración del Ayuntamiento (y el patrocinio de una conocida marca de cerveza).
Además de la ruta de la tapa (en más de 90 establecimientos del barrio), en esta edición el festival ha programado casi veinte actuaciones musicales, batucadas, pasacalles y animaciones infantiles al aire libre. Las actividades se desarrollan en distintos horarios —de mediodía, tarde y noche— y los escenarios se distribuyen en las plazas de Ana Diosdado (Centro Dramático Nacional), Arturo Barea, Lavapiés, Cascorro y Nelson Mandela. La plaza de Lavapiés es el centro que acoge las actividades familiares y los pasacalles transcurren también por Antón Martín, Tirso de Molina y la calle Embajadores.
Un vistazo a las redes sociales permite encontrar cada vez más quejas vecinales salpicando el feed de recomendaciones gastronómicas y de ocio. Algunas cuentas han adoptado el apelativo Tapapís y hasta se han convocado informalmente caceroladas de protestas. La queja no es nueva en el barrio pero parece que durante esta edición el malestar está llegando a un punto e ebullición más alto.
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